Hoy hablando con un amigo, me comentaba que desde parte de la
izquierda se ve como enemigo al “empresario” cosa que él no entendía ni veía
justo. Lo que me ha llevado a esta reflexión que me gustaría compartir.
Primero pienso que habría que
distinguir entre “empresario” y “EMPRESARIO”, el primero podríamos encuadrarlo
dentro del autónomo o el gerente de una pequeña empresa, este “empresario” no
deja de ser un miembro la clase trabajadora que ha arriesgado su patrimonio, se
ha endeudado hasta las cejas, y se ha puesto al frente de un proyecto empresarial
que, en unos casos sale bien y en otros sale mal, con sus respectivas
consecuencias. Dentro de este tipo podríamos poner de ejemplo a muchos de los
dueños de las mayorías de los negocios de nuestra localidad, y de las mayoría
de los pueblos de España, son los que generan el 80% del empleo, para los que
sus trabajadores son sus compañeros, conocen sus historias, a sus familias y a
sus dificultades y viceversa, son los principales afectados por la falta de
crédito bancario y a los que ningún Estado va a rescatar cuando van a la
quiebra.
Después tenemos el segundo tipo,
es la persona que disponiendo de un gran capital “alquila” mano de obra a sus
trabajadores, a los que no conoce, para sacarle el máximo rendimiento a dicho
capital, la relación con sus trabajadores se basa en tablas, índices, gastos,
beneficios, y perdidas, su tamaño es tal que está expandida por todo el mundo,
en muchos casos por países como Bangladesh, Brasil, China… en resumen, en
países donde los trabajadores carecen de derechos laborales, los que no dudan
en cerrar una fabrica porque “ya no es rentable” y no les quita el sueño dejar
a cientos o miles de familias en la calle, total solo son números. Ejemplo de
este tipo tenemos al tan venerado en nuestro país Amancio Ortega, dueño del
imperio Inditex y la mayor fortuna de España, bueno pues este “EMPRESARIO” debe
a Hacienda la friolera de 33 millones de euros, (pero para el gobierno los
grandes defraudadores son los “empresarios” que no cobran IVA) también es
conocido que Inditex “compra” la mayor parte de sus productos en países
emergentes como Bangladesh o Brasil, donde las personas que lo fabrican lo
hacen por un dinero mísero, esto ha provocado dos consecuencias: una, el
aumento de los beneficios de la marca y
dos el cierre de fabricas en España porque ya no son rentables (normal por otra
parte, con los sueldazos que cobramos aquí).
El primero, el “empresario”, es
generador de riqueza, ayuda a la distribución de esta, genera empleo, y parte
de su fuerza de trabajo para sacar adelante su proyecto. Este es parte del
pueblo y por lo tanto de la clase trabajadora, uno de los nuestros.
El segundo, el “EMPRESARIO”
pertenece al aparato represivo del sistema, donde su mayor ambición es seguir
ganando dinero a costa de lo que sea, tratando a sus trabajadores como meras
herramientas para conseguir sus objetivos, generando una plusvalía entre el que
realiza el trabajo y el que dispone del capital, siempre a favor de este último
y por lo tanto generador de desigualdades, es el que ocupa los medios de
producción y el que subyuga a los Estados que han dejado de tener autonomía
para gobernar sin el visto bueno de los temidos mercados (que no es otra cosa
que, los más poderosos EMPRESARIOS).
El sistema prevé este tipo de
dualidad empresarial, por lo que existen la: Sociedad Anónima y la Sociedad
Limitada. Esto traducido quiere decir empresas para ricos y empresas para
pobres. Para crear una Sociedad Anónima hay que contar con 300.000 € y para
crear una Sociedad Limitada sólo hay que disponer de 3.000 €. Podríamos decir
que la primera se llama “Anónima” porque a la hora de rendir responsabilidades
civiles, fiscales o laborales, nadie se hace cargo de ella. La segunda se llama
“Limitada” porque la responsabilidad de la sociedad tiene un límite y cuando
este límite llega la responsabilidad la tienen su administrador, por ejemplo
que hay que pedir un préstamo, pues lo pide la sociedad pero lo avala el
administrador, que la sociedad se va a la quiebra pues responde el
administrador con todos sus bienes.
La Sociedad Anónima tiene un
sinfín de recursos legales para tributar a un porcentaje muy bajo a hacienda,
aún así el 77% del fraude fiscal español proviene de las empresas que cotizan
en el IBEX 35.
La Sociedad Limitada tributa a un
25% el impuesto de sociedades (1/4 de sus beneficios van para hacienda) por lo
que tiene que hacer mil triquiñuelas para poder escamotear algún euro al fisco
y como sea descubierta la lleva clara, por lo que pocos lo hacen.
Por lo que el mismo sistema
capitalista pone límites a la pequeña empresa en su crecimiento y nunca dejarán
a un trabajador formar parte de la élite económica.
Como dijo W. Buffet (uno de los
grandes EMPRESARIOS) “la lucha de clases sigue existiendo, pero la mía es la
que va ganando” es hora que cada cual elija su bando.
A pesar de todas estas
diferencias hay muchos “empresarios” que se creen “EMPRESARIOS” y defienden los intereses de estos últimos,
allá ellos.