Es cada vez
más común ver ir camino del colegio a niños y niñas que visten los distintos
uniformes de sus respectivos centros educativos, con el beneplácito cada vez
más generalizado de la sociedad en general y de la comunidad educativa en
particular.
Pero no
únicamente vemos personas uniformadas en los centros educativos, sino que ya está
totalmente generalizado, en distintos puestos de trabajo, desde Centros
Sanitarios Públicos, hasta operarios municipales.
El tipo de
uniforme y su objetivo es un tema que trataremos en otra ocasión, ya que su uso
no es casual, sino que cumple una función principalmente jerárquica.
Me gustaría
centrarme concretamente en el uso de uniformes por niños y niñas en distintos
centros educativos tanto privados como cada vez más generalizado centros
públicos.
El origen del
uniforme se encuentra en el ejército, todos tenemos en mente a las legiones romanas ya en la antigüedad, perfectamente
uniformadas, con diferentes distintivos para los distintos mandos del ejército.
Costumbre que se ha mantenido hasta la actualidad a lo largo y ancho del mundo.
El uso del uniforme para el ejército tiene una función jerárquica, el objetivo
es eliminar la individualidad de cada sujeto, y que se dedique a cumplir
órdenes, de ahí que tenga unas normas estéticas tan estrictas, ropa, calzado y
corte de pelo. Esto facilita la operatividad de cualquier unidad de cualquier ejército,
que ejecuta las órdenes que vienen de un superior sin cuestionarlas, desde el
último soldado hasta el primer general.
Esta característica
tan útil para el ejército, se ha trasladado al mundo del trabajo, tanto público
como privado, donde muchos trabajadores tienen la obligación de realizar sus
trabajos uniformados, en muchos casos por visibilidad empresarial, imagen de
marca, identificación de un sector laboral concreto, seguridad laboral, etc.
Pero es en los
centros educativos donde es a mi entender más contraproducente para la
consecución de los objetivos a alcanzar, los niños y niñas en edad escolar se
encuentran formándose no sólo académicamente sino personalmente, es un periodo
donde tienen que desarrollar su autonomía personal, su personalidad, su espacio
en el mundo como seres únicos e irrepetibles, para ello su ropa, cumple una
función muy importante, donde destacarán los colores que le gustan, camisas por
dentro del pantalón, o por fuera, camisetas anchas o ajustadas, etc, dicen que
nunca se puede dar una segunda primera impresión, y su imagen es su carta de
presentación, si a esto le sumamos el dicho de “una imagen vale más que mil
palabras”, tenemos una argumentación, si bien básica, sí muy contundente para estar
en contra de los uniformes escolares.
Argumentos utilizados a favor del uso del
uniforme escolar son: elimina la diferencia de clase social que puede señalar
una determinada marca de ropa, es muy cómodo para las familias no tener que
pensar que ropa han de ponerse los escolares durante cinco días a la semana,
por ejemplo.
La sociedad es
desigual, existen diferentes clases sociales, y es bueno que los niños y niñas
conozcan la realidad social de su entorno cuanto antes, a pesar de que los
adultos nos empeñemos en mantenerlos en una jaula de oro. Por otro lado si
alguien quiere ponerle a su hijo o hija la misma ropa durante los cinco días de
la semana, es libre de hacerlo.
Los argumentos
a favor del uniforme escolar, pueden ser mejores o peores pero no tienen nada
que ver ni con argumentos pedagógicos ni con argumentos relacionados con los
niveles de desarrollo de los niños y niñas en edad escolar.
En mi opinión
el uso del uniforme puede ser un gran recurso para instituciones como el
ejército donde un número nutrido de personas han de actuar como una sola, pero para
niños y niñas en edad escolar es mucho más beneficioso tener la libertad de
usar la ropa que elijan.