jueves, 27 de mayo de 2021

EL PODER DE LA PALABRA.

Una de las características del idioma de Cervantes es la riqueza de su vocabulario, es por ello que el padre de la novela moderna española utilizara casi 23.000 palabras diferentes en su obra cumbre “El Quijote” a pesar de ello, todas estas palabras deben saber utilizarse en los contextos apropiados.

Si utilizamos el término “gilipollas”, por ejemplo, con el objetivo de describir a alguna persona, se hace evidente que nos adentramos en una conversación enmarcada dentro del contexto vulgar.

Sin embargo, si buscamos la definición de este término en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, nos encontraremos definido como “tonto o lelo”, términos también bastante vulgares.

Daremos un paso más y buscaremos la definición de estos dos nuevos adjetivos. La R.A.E define el término “tonto” como “falto o escaso de entendimiento o de razón”, mientras que el término “lelo” es definido como “fatuo, simple y como pasmado”.

           Coincidirán conmigo en que el término “fatuo” puede escapar al contexto de lo vulgar, pero su uso ha caído en el olvido, por lo que nos veríamos obligados a buscar su definición en el diccionario. “Fatuo” es definido como “lleno de presunción o vanidad infundada y ridícula”.

Por lo tanto si insistimos en definir a una persona a la que consideramos “gilipollas” sin caer en lo vulgar, podríamos hacerlo de la siguiente forma: “tienes una escasez de razón que te convierte en una persona simple y aparentemente pasmada, del mismo modo, muestras una vanidad ridícula”.

Estarán de acuerdo en qué una de las riquezas de nuestro idioma está en la economía que hace de las palabras, por lo que es más común definir a alguien como “gilipollas” que una descripción tan extensa como a la que hemos llegado anteriormente. Sin embargo, podemos observar la amplitud de conceptos que encierra una sola palabra.

Nuestra realidad será tan amplia como la amplitud de palabras que seamos capaces de utilizar para describirla y el español es un idioma que puede agrandar nuestro “mundo” enormemente, conózcanlo, úsenlo y amplíen su “realidad” tanto como sea posible. Y si me permiten un último consejo eviten a los “gilipollas”.

“Vivimos en un mundo de gilipollas, en el cual todo el mundo quiere colonizar con lo políticamente correcto lo que no lo puede ser” Arturo Pérez-Reverte.

miércoles, 19 de mayo de 2021

HUYE DEL HATER.

 La aparición de las Redes Sociales ha supuesto un hito histórico en la conexión que ha generado entre distintas personas. Los motivos por las que las distintas personas deciden conectar  entre unos y otros, responde a distintas motivaciones, lo que demuestra las distintas identidades con las que cada persona se identifica.

Cada persona publica en sus Redes Sociales lo que mejor le parece, sin que esto deba coincidir  con los gustos del resto de sus “seguidores”. La mayoría de la gente no comenta aquellas publicaciones con las que no está de acuerdo, simplemente pasan a la siguiente.

Lo que llama poderosamente la atención es como hay personas, a veces desde perfiles falsos, a veces desde sus propios perfiles, rebaten, critican, menosprecian, llegando incluso al insulto, las publicaciones de las personas a las que “siguen”. Este tipo de personas son conocidos como “Haters” (odiadores).


Entre las características de estos “haters” destacan que sus publicaciones son, más bien escasas, pero comentan una gran cantidad de publicaciones de otras personas a las que siguen, generalmente de forma negativa.

Para ello dedican gran cantidad de tiempo y generalmente los argumentos que utilizan son vagos, hirientes y buscan, descaradamente, la confrontación.

Son incapaces de producir publicaciones propias y lo que publican suelen ser publicaciones de otras personas. En sus “muros” se multiplican los bulos y publicaciones insustanciales.

Es un intento desesperado por destacar, el comportamiento de un niño/a malcriado/a que intenta llamar la atención de sus padres a través de su mala conducta.

Si caes en su red, podrá tenerte durante horas discutiendo sobre cualquier tema, discusión que tendrás que terminar abandonando porque no se puede argumentar con quien no utiliza argumentos, sino ocurrencias, tópicos y datos falsos que tendrás que rebatir uno a uno provocando un desgaste importante, para nada ya que nunca dará su brazo a torcer.

Si te topas con alguno de estos “haters”, huye de él o ella por tu propio bien.

“Nunca discutas con un idiota, te rebajará a su nivel y te ganará por su experiencia” Mark Twain.

 

miércoles, 12 de mayo de 2021

PALESTINA: EL CONFLICTO ETERNO.

 Piedras contra balas.


Desde que tengo uso de razón, cada cierto tiempo, los telediarios abren con la noticia de brotes de violencia en Palestina. El ciclo que sigue es habitualmente el mismo: Los israelíes impiden la visita a alguno de los lugares sagrados para los palestinos musulmanes como puede ser la Mezquita de Al-Aksa, y al mismo tiempo intensifican el proceso de colonización de los territorios ocupados palestinos expulsando y derribando las viviendas de las familias palestinas, los palestinos contestan manifestándose en Jerusalén y en Gaza para que acto seguido el ejército israelí reprima la manifestación usando su ejército y utilizando fuego real, provocando varios muertos, tras esto las organizaciones armadas palestinas como Hamás lanzan cohetes contra Tel Aviv, a lo que el Gobierno de Israel contesta bombardeando con misiles la Franja de Gaza provocando numerosos muertos.


La respuesta internacional ante esta barbarie suele seguir el mismo patrón: Estados Unidos apoya las acciones israelíes con el argumento de la “legítima defensa” de su territorio, los países árabes solicitan a la ONU la condena de los actos israelíes contra la población civil. El resto de países guardan un vergonzoso silencio. Puntualmente, aparecen movimientos civiles en Europa apoyando al pueblo palestino sin mayor repercusión política.

Más tarde el conflicto se vuelve a enfriar y volvemos a comenzar.

Da la impresión que este conflicto no tiene visos de querer ser resuelto, los años pasan y, a pesar algún atisbo de acercamiento entre ambos países, todo sigue igual.


Israel/Palestina, no tiene petróleo, ni gas natural, su posición para el control del  Mediterráneo no es significativamente importante, no existen recursos naturales por explotar… sin embargo su importancia cultural es indiscutible. Jerusalén es una de las  ciudades más importante para las tres principales religiones del mundo: El judaísmo, el cristianismo y el islam, y desde el tiempo de las cruzadas ha sido tierra de disputa por su valor simbólico, habiendo sido controlada por las tres religiones en algún momento de la historia.

Sin embargo, hoy no se trata de un conflicto religioso, sino de un conflicto nacionalista de lucha por el territorio, como explica de manera magistral el periodista “Antonio Salas” en su libro “El Palestino” donde se infiltra en Al Qaeda haciéndose pasar por un extremista islámico con dicho origen (recomiendo fervientemente su lectura).


Son muchos los factores que influyen para la comprensión de este conflicto y a la velocidad que “gira” el mundo parece improbable que consigamos entenderlo por completo algún día. Mientras tanto la gente sigue muriendo por nada.

“La verdad sobre el sacrificio de la crucifixión revela que “la fuerza no da la razón” o que la fuerza no garantiza tener razón” Zygmunt Bauman.

jueves, 6 de mayo de 2021

EJERCICIO DE AUTOCRÍTICA.

             Dicen que el mejor momento para plantar un árbol fue hace veinte años y que el segundo mejor momento para hacerlo es hoy, igualmente ocurre con el momento de hacer autocrítica, el mejor momento para hacerlo fue hace tiempo, y el segundo mejor momento para hacerlo es hoy, y hoy la izquierda debe hacer un profundo ejercicio de autocrítica.

Los resultados de las elecciones autonómicas de Madrid son incontestables y la derecha ha ganado siguiendo una hoja de ruta netamente neoliberal.


A pesar de vivir en un Estado autonómico y por lo tanto descentralizado, el centralismo sociológico que impregna toda la piel de toro hace que las elecciones madrileñas sirvan para vislumbrar un “hipotético” paisaje nacional. La derecha ha ganado en, prácticamente, la totalidad de las localidades y barrios (incluidos aquellos identificados indiscutiblemente con la izquierda), es por eso que la izquierda (y cuando digo “izquierda” no me refiero a ningún partido en concreto, sino a todo el espectro de la izquierda ideológica desde políticos, intelectuales, militantes, etc.) debe llevar a cabo un análisis de como se ha ido construyendo sus estructuras y su forma de comunicarse con aquellos a los que aspira representar.

Desde los años noventa la disolución del concepto “clase trabajadora” se ha ido difuminando por la nueva estructura laboral, donde la digitalización de los puestos de trabajo ha desterrado la imagen del obrero de mono azul industrial. La descentralización de las grandes industrias ha cambiado la imagen del obrero, y el nuevo trabajador ha cambiado el concepto de “clase trabajadora” por el de “clase media”. Por otro lado, la izquierda ha dirigido su discurso hacia las minorías: migrantes, jóvenes, colectivo LGTBI, feminismo, desempleados, jubilados, etc., disolviendo la conciencia de clase que unifica todos estos movimientos y creando espacios separados unos de otros. Es fundamental, para la revitalización de los movimientos de izquierdas, volver a fusionar, con la argamasa que supone la conciencia de clase, todas estas identidades que hoy se encuentran separadas. Es imprescindible hacerlo ya que cuando la población vota, no vota pensando en sus intereses, sino que vota pensando en lo que se identifica. aunque parezca una incongruencia.

En estos tiempos se ha producido el ascenso de un liderazgo carismático que centra en la imagen de un líder o lideresa toda la carga política que se pretende proyectar, el principal problema de este tipo de liderazgo es que cuando esta persona deja de estar al frente del movimiento, la construcción de una nueva imagen es costosa y difícil de consolidar a corto plazo, es por eso que las ideas deben estar, siempre, por encima de las personas y los liderazgos deben ser colectivos, un movimiento donde nadie sea imprescindible y todos/as sean necesarios/as.

Se hace necesario fomentar el debate de un nuevo modelo de Estado, donde se impliquen todos los agentes sociales, económicos y políticos, con la necesidad de alcanzar el consenso, ya que ningún sistema es sostenible si sólo es apoyado por una parte minoritaria de la sociedad.

Es imprescindible borrar de una vez por todas el paternalismo con el que los líderes de la izquierda se dirigen a los votantes, exponiendo que es lo mejor para ellos y olvidando que son personas adultas que toman sus propias decisiones.

Esta situación requiere un estudio sosegado y llevar a cabo un planteamiento a largo plazo, pero espero que lo escrito anteriormente sirva para poner el foco de la crítica donde, en mi opinión, debe estar.

“La verdad, para ser aceptada, tiene que encajar en los marcos de la gente” George Lakoff