martes, 23 de noviembre de 2021

EL CUMPLEAÑOS DE TAMARA FALCÓ

         Hace unos días, haciendo zapping para terminar de comprobar que la televisión no podía ofrecerme nada con lo que ocupar mi tiempo satisfactoriamente, al pasar por Telecinco, estaba retransmitiendo en directo un “evento” que captó mi atención. Tamara Falcó celebraba su cuarenta cumpleaños, dados, como somos, a celebrar los números redondos, la homenajeada había preparado una fiesta por todo lo alto. En el momento en el “cacé” la retransmisión, la protagonista estaba saliendo del Hotel Ritz de Madrid, donde se había vestido para la ocasión, un número nutrido de cámaras y periodistas cubrían su salida del hotel, llegando el momento cumbre, cuando su actual novio la esperaba para recibirla en la entrada del hotel. Los comentarios se afanaban en describir el vestido, la expresión de su rostro, etc.

Es evidente que la celebración del cumpleaños de la hija de Isabel Preysler y Carlos Falcó y actual marquesa de Griñón generaba una amplia expectación. Si buscamos en Google “Tamara Falcó cumpleaños” obtenemos 3.690.000 resultado en 0,72 segundos, los datos objetivos nos dicen que esta señorita cumpliera su cuarta década es del interés de un amplio sector de la población.

Lo que me llevó a hacerme la siguiente pregunta ¿por qué una persona que no tiene ni oficio ni beneficio, qué no ha aportado nada a la sociedad, y que su mayor logro es ser hija de..., genera tanto interés?

La marquesa a pesar de pertenecer a la nobleza, ser hija de Isabel Preysler (de la que tampoco tengo muy claro su currículum) tiene necesidades básicas que cubrir, al igual que todo ser humano, debe comer, vivir en una vivienda, vestirse, etc., y para eso es necesario ganarse la vida, no olvidemos que como ya nos advirtiera D. Francisco de Quevedo “Poderoso caballero es Don Dinero”.

En estos tiempos en que la meritocracia está puesta en tela de juicio, y que el ascensor social parece estar averiado, Tamara Falcó (como tantos otros) ha sabido encontrar un “nicho de empleo” para ganarse la vida, vendiendo eventos y pasajes de su vida, donde un amplio sector de la población delega su felicidad en imágenes de otras personas.


Si como bien dice Joseph Stiglitz “el 90% de los que nacen pobres mueren pobres por más esfuerzo que hagan” por lo que las nuevas generaciones heredarán el estatus social de sus progenitores, haciendo de la clase social un círculo vicioso, lo mismo sucede en las “clases altas” de nuestra sociedad. A pesar de que la mayoría de nosotros no podremos celebrar nuestro cumpleaños como lo hizo Tamara Falcó, a muchos les gustaría celebrarlo así, y es en esa ilusión donde los “famosos” de segunda o tercera generación encuentran una lucrativa forma de “ganarse la vida”.

“El espectador de la posmodernidad, básicamente no entiende nada de lo que está viendo, es solo una secuencia de imágenes que entretienen” Alexander Duguin.

Manuel Carmona Curtido

miércoles, 17 de noviembre de 2021

YA NOS AVISÓ ARISTÓTELES.

 Desde que el ser humano abandonara el estatus de cazador-recolector y se estableciera en campamentos sedentarios ha buscado la mejor forma de organizarse para gestionar los asuntos que competen a toda su sociedad.

Desde la aparición de los primeros imperios hasta nuestros días, hemos buscado una manera eficaz de organizarse, con desigual resultado.

Muchos han sido los pensadores, de todas la épocas, los que han buscado la forma más eficaz para establecer una sociedad justa, obras como La República o Estado de Platón, Política de Aristóteles, Utopía de Tomás Moro, o Walden Dos de B. F. Skinner, han planteado mecanismos de control u organización social, que finalicen la explotación del hombre por el hombre y marquen las bases de una sociedad más justa. No debemos olvidar obras distópicas como 1984 de G. Orwell o Un mundo feliz de A. Huxley que ponen el acento en las consecuencias de un excesivo control por parte del Estado.

Aristóteles, que en ningún caso era un demócrata, puso el acento en las posibles desviaciones que podrían sufrir las distintas formas de gobierno, de las cuales me voy a centrar en la desviación que podría sufrir un sistema democrático, si los medios de control fallan.

Para el filósofo griego el sistema democrático podía devenir en demagogia, si los electores no tenían la formación suficiente y se contentaban con mensajes vacíos que estuvieran dirigidos a la manipulación de los votantes, dejando en manos de las personas peor preparadas el gobierno de la polis. Ya nos avisaba, en el siglo IV a. C. que “en la actualidad gracias a los progresos de la retórica, basta con saber hablar bien para llegar a ser jefe del pueblo”, como podemos comprobar no ha cambiado tanto, a pesar del paso del tiempo.

Declaraciones de personas que, o bien aspiran a gobernar el país, o lo están gobernando ya, debe hacernos pensar en la calidad democrática de nuestro sistema y de nuestra responsabilidad como votantes.

El pasado 8 de julio el actual Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, entraba a polemizar sobre el consumo de carne con un “a mí, donde se ponga un chuletón al punto, eso es, imbatible” quedándose tan pancho, obviando informes médicos y medioambientales sobre el tema en cuestión, desautorizando además a un ministro de su propio gobierno.

Hace unos días, la prensa nacional se hacía eco de unas polémicas declaraciones del Presidente del Partido Popular, que aspira a gobernar España, donde decía “A las ocho de la tarde no había posibilidad de que la energía solar emitiera porque era de noche”. Ahí queda eso, no solo demuestra un profundo desconocimiento en materia energética, sino que pretende ser quien legisle en materia energética en nuestro país.

Quizás la advertencia de Aristóteles llegue tarde y la democracia haya mutado ya a demagogia, la pregunta es ¿estamos a tiempo de revertir esta situación o es demasiado tarde?

“Hay democracia allí donde la soberanía reside en todos los hombres libres” Aristóteles.

Manuel Carmona Curtido

miércoles, 10 de noviembre de 2021

LAS ESPADAS ESTÁN EN ALTO

             Posibles consecuencias de una guerra abierta entre Marruecos y Argelia.

En el norte de África se encuentran las espadas en alto. Marruecos y Argelia conviven con una tensión que en cualquier momento puede estallar en una guerra abierta.

Estos dos países están enemistados históricamente, la guerra abierta entre el reino alauita y el Frente Polisario por el control del Sáhara Occidental, ocupado ilegalmente por Marruecos desde que España abandonara a su suerte a su última colonia, ha tensionado aún más las relaciones con sus vecinos del Este.

Argelia lleva acogiendo en su territorio a los refugiados saharauis desde que estallara la guerra en 1975.

Entre las acciones prebélicas que se están dando entre estos dos países podemos contar con el cierre del flujo de gas que parte de Argelia hacia Europa y que tiene su paso por Marruecos, igualmente, la muerte de dos camioneros (civiles) argelinos por parte del ejército marroquí, mientras hacían su ruta hacia Mauritania por una zona cercana a la zona de conflicto con el Frente Polisario ha tensionado aún más las relaciones entre los dos países.

Llegados a este punto, la guerra entre ambos países parece más que probable, pero, ¿cómo nos influiría una guerra entre nuestros vecinos del Sur?

España ya se ha visto, parcialmente, afectada por el corte de suministro de gas argelino, y aunque Argelia ha prometido que recibiremos la misma cantidad de gas que recibíamos antes, a través de transporte marítimo, un corte total de suministros nos afectaría directamente. Es evidente que las reservas de gas serían un objetivo militar a destruir por parte de Marruecos.

Por otra parte tanto el control de las fronteras como la lucha contra el narcotráfico ha sido externalizada poniéndola en manos de Marruecos, y ya sabemos cómo utiliza esto nuestro vecino para presionar a España y a la Unión Europea. Igualmente estarían en peligro los acuerdos de pesca y la importación de verduras provenientes del Norte de África.

También habría que tener en cuenta que España sería el principal destino de la masa de refugiados que generaría un conflicto de este calado y que tendría que acoger, según el derecho internacional.

En España viven un número significativo de inmigrantes marroquíes y argelinos que migraron por motivos económicos y que conviven en nuestro país en paz.

Una guerra entre ambos países podría generar inestabilidad entre ambas poblaciones, no olvidemos que los sentimientos identitarios se exacerban cuando se sienten atacados.

En conclusión, España sería una parte afectada por este posible conflicto, por lo que cabe hacernos las siguientes preguntas ¿tiene España capacidad para evitar este conflicto armado? ¿qué intereses hay en juego? Sin duda, son preguntas difíciles responder.

“La guerra es la salida cobarde a los problemas de la paz” Thomas Mann.

Manuel Carmona Curtido.

miércoles, 3 de noviembre de 2021

PEQUEÑAS VICTORIAS.

             Las personas que trabajamos en Centros de Protección de Menores estamos expuestos a una continua frustración debido a: las carencias de recursos para poder llevar a cabo nuestro trabajo, la falta de apoyo de la administración de la que depende nuestro sector, la rebeldía de muchos de los menores que les hace tomar decisiones equivocadas a pesar de que se les advierta continuamente, la dificultad intrínseca a trabajar con adolescentes, etc.

Los adolescentes que son usuarios de estos Centros muestran su frustración por no tener un contexto familiar que los proteja y los guíe, la falta de referentes adultos que les marquen el camino, el ir y venir continuo de educadores y educadoras que dificulta la vinculación afectiva con otros adultos.

Sin embargo, de vez en cuando las personas que trabajamos en dichos recursos podemos disfrutar de pequeñas “victorias”, cuando, de vez en cuando, recibimos algún mensaje de menores con los que hemos trabajado y que han sido trasladados de recurso o han cumplido la mayoría de edad, generalmente, estos mensajes están redactados en dos sentidos: 1) te quieren hacer saber que se encuentran bien, que la vida les sonríe y que se encuentran en el camino correcto hacia una etapa adulta “normalizada” y 2) se encuentran mal y buscan consejo o un mensaje tranquilizador que les ayude a seguir hacia adelante evitando tomar mala decisiones.

En ambos casos, es una “victoria” que nos debe ayudar a continuar nuestro trabajo con el mismo tesón, ya que los dos tipos de mensajes muestran que tu trabajo ha calado en esos menores, que te tienen como referente en caso de duda, y que suples el papel “paterno o materno” que les falta en su vida.

Estos menores se han visto vinculados “forzosamente” a los educadores durante un periodo de tiempo pero como dice J. J. Rousseau al comienzo del segundo capítulo del Contrato Social (1762) refiriéndose a la familia una vez que se rompe el vínculo de protección que une a padres e hijos “Si continúan juntos, no es ya forzosa y naturalmente, sino voluntariamente”. Por lo tanto, si un menor “voluntariamente” desea seguir vinculado a los educadores con los que ha tratado es síntoma que hemos abierto una grieta en su maltrecho sistema afectivo.

Me gustaría dedicar este artículo a todos los compañeros y compañeras que, a pesar de la inestabilidad, la falta de recursos, la escasa valoración social, la continua frustración generada por un sistema injusto, continúan haciendo que menores con escasos recursos consigan cambiar su destino y puedan tener una vida digna. No siempre se consigue, pero la lucha merece la pena.

“Hay que realizar lo posible para alcanzar lo imposible” Simone Weil