miércoles, 26 de julio de 2023

ISLA MÁGICA: NIÑOS CONTRA ADULTOS

             Esta semana he estado en Isla Mágica, como cualquiera que visite el parque temático, he disfrutado de su decoración, sus atracciones, de ver disfrutar a mi familia, y de pasar un día sin otra preocupación que la de divertirme, sin embargo durante todas las horas que pasé en el parque tuve tiempo de pararme a observar algunas cuestiones que llamaron mi atención.

Entre las cuestiones que llamaron mi atención, no pasó desapercibido el comportamiento de niños y adultos y las relaciones que se establecen entre ellos. Pude observar a padres y madres al servicio de sus pequeños, mientras éstos exigían a sus progenitores cuestiones que se escapaban a su control, los padres se angustiaban por cumplir el deseo de sus infantes, llantos de rabia por el calor que hacía exigiendo a sus padres que hiciera menos calor, o comprar más chuches, o que les buscaran un sitio apropiado para ver un espectáculo mientras el recinto estaba abarrotado de personas, padres y madres angustiados por no poder cumplir los deseos de sus pequeños, miradas de “perdonavidas” de niños y niñas a padres madres, pequeños que no medían menos de un metro y medio negociando con sus padres y madres el poder montarse en una atracción en la que por edad o altura no podían montar, pero sin duda lo que más llamó mi atención fue una conversación que “cacé” al vuelo, mientras un adulto discutía con dos niños de 6 ó 7 años:

-          ¡Lo que tú estás haciendo es chulearme! Decía el adulto a uno de los niños, mientras caminaban.

-          Eso es “maltatratación” - le contestó el otro niño – puedes denunciarlo y que le caigan cuatro años de cárcel. Remató la conversación el mocoso.

-          ¡Te denuncio y te manda a la cárcel un niño con 6 años! Decían entre risas los dos niños.

Desconozco como terminaría la conversación porque seguí mi camino y no me quedé a ver como acababa aquella historia. Pero no paro de preguntarme en qué momento los adultos cedimos el “poder” a unos mocosos que no levantan un palmo de suelo.

Con esa edad, los padres pueden solventar la rabieta de su hijo por no tener la altura suficiente para montarse en el jaguar comprándole unas chuches, pero ¿Qué pasará cuando las exigencias de ese niño ya crecido no puedan ser satisfechas con unas gominolas?

En demasiadas ocasiones se carga contra el colegio por la educación de los niños y niñas cuando son sus padres los que faltan a su obligación de educar a sus hijos, motivos puede haber miles, pero el principal es el miedo a ejercer la responsabilidad que se adquiere una vez que nace tu hijo o hija, un niño no puede tener la iniciativa en su relación con los adultos. Las consecuencias las veremos cuando estos niños se conviertan en adultos.

Fue un día muy entretenido y no solo por las atracciones, las relaciones humanas generan más expectación que cualquier montaña rusa.

“Sembrad en los niños ideas buenas, aunque no las entiendan; los años se encargarán de descifrarlas en su entendimiento y de hacerlas florecer en su corazón” Maria Montessori

martes, 18 de julio de 2023

PREGUNTAS SIN RESPUESTAS

 

Es en las conversaciones triviales donde aparecen las cuestiones que resultan más interesantes para reflexionar sobre ellas, esto es así debido a que los temas se exponen de forma espontánea, casi inconscientemente y revelan las creencias, los principios o la forma de entendemos, realmente, el mundo en el que vivimos.


En una de estas conversaciones, me comentaban que una conocida había alquilado una segunda residencia que poseía en la localidad por un precio astronómico, la conversación derivó hasta la dificultad de encontrar  un precio asequible en la ciudad así como es de complicado que una persona con un sueldo medio pueda encontrar una vivienda en régimen de alquiler para todo el año.

Rota, como cualquier ciudad turística, cuenta con unos elevados precios de alquiler, a los que hay que añadir dos variantes: 1) la extremada dificultad de encontrar un alquiler anual (ya que durante los meses de verano se puede obtener el mismo beneficio económico que alquilando todo el año) y 2) el mercado de militares norteamericanos destinados en la Base Naval (el alquiler es pagado por la Navy a un alto precio, además de hacerse cargo de los desperfectos que el inquilino puede hacer en la vivienda). Como consecuencia una persona que cuente con un sueldo medio tiene verdaderas dificultades para acceder a una vivienda en la localidad.



En el entorno más cercano de la persona con la que mantenía la conversación no había nadie que tenga una segunda vivienda con la que poder especular, pertenece a la clase trabajadora y dispone de un sueldo medio, en consecuencia estas personas están más cerca de tener dificultades para encontrar vivienda que de especular con ella.

En este contexto me hago la siguiente pregunta: ¿por qué tendemos a identificarnos con aquellos  que están en una posición económica superior a la nuestra en vez de hacerlo con aquellos que son iguales a nosotros?

Si en el artículo 47 de la Constitución española  se expresa textualmente: “Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas  pertinentes para hacer efectivo este derecho…” siendo evidente que muchos ciudadanos no pueden ejercer o disfrutar este derecho constitucional ¿por qué vemos con buenos ojos a aquellos que se benefician de una situación que provoca un perjuicio en otras personas que podrían ser de tu propio entorno más cercano?

Entiendo que el que tiene la oportunidad intente sacar el máximo beneficio a su propiedad, es lícito, lo que no entiendo es por qué es más común empatizar con los que lo hacen que con los que no pueden acceder a un bien de primera necesidad como es la vivienda si sus características socioeconómicas son similares a las propias.

Reflexiones extraídas de conversaciones triviales que provocan más preguntas que respuestas.

“La base de cualquier disciplina no está en las respuestas que obtiene, sino en las preguntas que plantea” Sally Linton

 

 

martes, 4 de julio de 2023

LA VUELTA DE LOS CENSORES

             En 1976, en los estertores de la dictadura, se promulgaba en España la Ley para la Reforma Política, un año más tarde lo hacía el Real Decreto del 1 de abril de 1977, así comenzaba la desaparición de la censura tras cuarenta años de dictadura, donde la iglesia, como parte fundamental de las estructuras del Estado, había velado por la moral de todos los españoles.

La transición a la democracia comenzaba a tratar a los ciudadanos como adultos con capacidad de elegir que ver, que leer, y de tomar sus propias decisiones en relación a la moral, terminaban los viajes a Perpignan para ver cine “erótico” o leer a escondidas libros prohibidos.

Han pasado el tiempo y las generaciones que nacimos a partir de aquellos años hemos podido leer a Lorca o a Miguel Hernández, disfrutar con “El Gran Dictador” de Chaplin, divertirnos con las comedias de Mariano Ozores donde el desnudo era un símbolo de libertad, etc., los que lucharon para conseguir esa libertad cayeron en el olvido y llegamos a creer que la libertad que habíamos disfrutado durante toda nuestra vida no tenía marcha atrás, pero estamos en 2023 y los censores salen de su letargo esperando su oportunidad para volver a actuar.

La obra teatral Orlando de Virginia Wolf ha sido cancelada por la concejalía de Cultura de Valdemorillo (Madrid) a las órdenes de Victoria Amparo Gil Movellán, de Vox. La obra que se sitúa en la Inglaterra del S. XVII, trata las aventuras de Orlando quien una mañana al despertar descubre que se ha convertido en una mujer.

El Ayuntamiento de Santa Cruz de Bezana (Cantabria) tenía entre las películas programadas para el cine de verano de aquella localidad Lightyear, esta película fue retirada de la cartelera, al parecer porque en ella dos mujeres se dan un beso, los partidos  que gobiernan esta localidad cántabra son PP y Vox.

En la localidad madrileña de Getafe gobierna el PSOE, Vox ha solicitado que se retire la obra de teatro de Lope de Vega La villana de Getafe por las “insinuaciones sexuales” de la obra teatral. ¡Vox pide censurar una obra de teatro que se estrenó en 1620!

Todo lo que se sitúe fuera de su estrecho marco ideológico-moral es susceptible de ser censurado, en su cabeza solo cabe un modelo de sociedad y por supuesto todo lo que no encaje en sus esquemas es susceptible de ser eliminado.

Ya lo dijo Joseph Goebbels “Cuando oigo la palabra cultura echo mano a la pistola”, los de Vox no llevan pistolas pero esta frase puede servir como metáfora para su modus operandi.

“Toda censura es peligrosa porque detiene el desarrollo cultural de un pueblo” Mercedes Sosa.