Mucho se ha escrito sobre la polarización política existente en España, los continuos enfrentamientos entre los representantes de los partidos del ala izquierda con los del ala derecha así lo demuestran. Estos discursos que apelan a las emociones de quien los escucha, las exaltaciones grandilocuentes pero vacías de contenido, parece hacer el mismo efecto que una lata vacía al chocar contra el suelo, mucho ruido y poco que ofrecer.
Esta situación, está consiguiendo dos cosas: la primera es la desafección de una parte importante del sistema electoral (que no es lo mismo que la desafección política), y la prueba es el aumento de la abstención en las distintas citas electorales, la segunda es la polarización de las partes, los seguidores de cada partido repiten, como un mantra, los discursos de sus líderes, sin ningún tipo de reflexión previa, y el hecho de poner en cuestión lo dicho por el partido es posicionarte fuera del grupo, aumentando la polarización entre quienes sí continúan participando en las citas electorales.
Mientras tanto,
los debates importantes, y describo como importantes aquellos cuyas
consecuencias afectan en el día a día de la ciudadanía, como por ejemplo: la
vivienda, la inflación, la reforma laboral… quedan en un segundo plano, pasando
desapercibidos para la mayor parte de la población.
En mi opinión,
el gobierno de coalición ha llevado a cabo una de las reformas más importantes
que afectan directamente en el día a día de muchos millones de ciudadanos, como
es el aumento del SMI y acabar con la temporalidad laboral. Gracias a esta
reforma muchas personas han conseguido, por fin, estabilidad laboral y un
sueldo digno por desarrollar su trabajo, sin embargo la sangría de votos sigue
debilitando al bloque de izquierdas.
La conclusión
a la que llego es que las personas se encuentran inmersas en debates superfluos
que en nada le afectan, o al menos no le afectan directamente, como: la
renovación de CGPJ, la amnistía de los políticos catalanes, etc., y estos
cambios no son vistos como conquistas sociales, sino como “regalos caídos del
cielo”. Mientras tanto, la polarización sigue creciendo y los enfrentamientos
son cada vez más evidentes.
Esta situación no afecta únicamente a España. Francia, una de las locomotoras europeas, se presenta a unas elecciones legislativas completamente dividida, donde las políticas de centro se han demostrado incapaces de afrontar las necesidades de los franceses, por lo que ahora aspiran a legislar, la extrema derecha de Marine Le Pen con el Frente Popular encabezado por Jean-Luc Melenchon (no los llamo de extrema izquierda porque en sus listas van políticos como el expresidente francés, el socialista François Hollande, entre otros).
Mucho se habla
de la importancia del “centro político” pero les dejo esta pregunta ¿Dónde se
encuentra el “centro” cuando se presenta un partido abiertamente racista y uno
abiertamente antirracista?
“Los hombres se inclinan a un partido u
otro, en cada caso particular, siguiendo la dirección general de sus
sentimientos” Stuart Mill