Lo primero que debemos hacer para
entender las razones que expone Herskovits para rechazar la Declaración de
Derechos Humanos en 1948, es contextualizar la situación histórica en que dicha
declaración se produce.
La Declaración de los Derechos
Humanos se firma el 10 de diciembre de 1948, como respuesta a la ominosa
situación que se habían encontrado los países aliados en los campos de
exterminio nazis durante la segunda guerra mundial. Dicha Declaración trata de
cuantificar los valores esenciales que debe de disfrutar cualquier ser humano,
y es un desarrollo de la Declaración de
los Derechos del Hombre y del Ciudadano escritos en 1789 durante la Revolución
Francesa, que a su vez fue inspirada en la Declaración de Independencia de
Estados Unidos, que reflejaba la tendencia filosófica del s. XVIII, época que
dio paso a la Edad Contemporánea.
La Declaración de los Derechos
Humanos fue aprobada por los miembros que componían la ONU, en 1948, teniendo
como resultado 48 votos a favor, 8 abstenciones, y 2 ausencias.
De todas formas a pesar de la
importancia del documento no es obligatorio o vinculante, aunque hay
constituciones nacionales que lo incluyen en su articulado como la Constitución
Española de 1978 en su artículo 10.2[1]
Su autor es Melville J. Herskovits[2], presidente de la American
Antropological Association en 1947 que es cuando se firma su declaración,
aproximadamente un año antes de la Declaración de los Derechos Humanos, es
discípulo de F. Boas y unos de los creadores del relativismo cultural, de ahí
su postura referente a la Declaración de los Derechos Humanos.
Para Herskovits la Declaración de los
Derechos Humanos es parcial ya que toma como referencia al ser humano a nivel
individual, de ahí el carácter liberal de la Declaración, obviando al ser
humano como ser social.
Para que existiera una verdadera
Declaración de los Derechos Humanos, estos deben incluir a TODOS los humanos y
no solamente a los pertenecientes a un círculo cultural para evitar el
etnocentrismo dominante teniendo como referente cultural Norteamérica y Europa.
Herskovits señala que existen
distintos tipos de sociedades y todas
igualmente válidas ya que no hay forma de cuantificar la valía de una cultura,
en este argumento pone de manifiesto su defensa del relativismo cultural y es
exactamente lo que demanda de la Declaración de la ONU, que haga referencia a
la valía del ser humano como ser social.
También hace referencia al papel del
colonialismo y como este ha servido para que los países colonizadores hayan
explotado a lo largo de los siglos a los países colonizados, menospreciando su
forma de vida, sus creencias, e imponiendo una forma de vivir y unas creencias
que nada tenían que ver con las originales.
Herskovits hace referencia a como los
países occidentales han utilizado un falso paternalismo para con los países
colonizados, siendo estos explotados económicamente y anulada su autonomía
política para poder disponer de sus asuntos como ellos mejor crean. No es menos
cierto que cada uno de los seres humanos piensa que la forma de vida más
adecuada es la que cada uno lleva, por lo tanto debe ser respetadas todas y
cada una de ellas.
Llegado a este punto Herskovits
plantea una tres puntos que deben ser tenidos en cuenta en la Declaración de
los Derechos Humanos y sobrepasan el nivel individual del sujeto,
complementándolo como ser social[3]:
- El individuo desarrolla su personalidad a través de su
cultura, por tanto, el respeto hacia las diferencias individuales conlleva
un respeto hacia las diferencias culturales.
Como podemos leer en este punto el
autor no entiende al ser humano sino como ser social, donde se forma
íntegramente dentro del grupo, por lo tanto para poder respetar sus derechos en
plenitud, debemos de partir en respetar los derechos del grupo cultural al que
pertenece, este punto puede crear controversia ya que todos y cada uno de
nosotros considera su modo de vida como el más apropiado, y mientras unos
grupos tienen unas costumbres otros grupos tienen justo la contraria y ambas
pueden estar justificadas atendiendo al trasfondo cultural al que pertenece.
Pongo como ejemplo en el siglo XVI,
durante la conquista de América, los españoles ponen de manifiesto el horror
que supone los sacrificios humanos que llevan a cabo el pueblo azteca, sin
embargo se veía con total normalidad que la Inquisición torturara y matara en
nombre de Dios, y a ambas posturas nos posicionamos en contra en la actualidad.
Contextualizando cada acción, tanto los aztecas como los inquisidores
consideraban que hacían un buen acto, pero hay que tomar las referencias de la
época para poder comprenderlo.
- El Respeto a las diferencias entre culturas está
validado por el hecho científico de que no se ha descubierto ninguna técnica
de evaluación cualitativa de culturas.
La Antropología[4] según la RAE (Real
Academia Española) es: 1. Estudio de la realidad humana. 2. Ciencia que trata
de los aspectos biológicos y sociales del hombre.
Como ciencia debe basarse en hechos
contrastados, no en conjeturas ni suposiciones, por lo que al no haber ningún
método científico que pueda evaluar cualitativamente cada cultura, no se puede
basar en ningún criterio para decir si tal o cual cultura es mejor o peor. Por
lo que la Declaración de los Derechos Humanos no puede basar su contenido en el
eje filosófico de la Europa del s. XVIII ya que así sólo abarca una parte de la
población y es la que se siente identificada con dicha corriente filosófica. En
la actualidad es posible conocer los ejes maestros que rigen la forma de vida
desde Asia a América, pasando por África u Oceanía, continentes que han sido
expoliados por las potencias europeas desde su descubrimiento, imponiendo su
forma de vida y su moral menospreciando la cultura indígena siendo tratada de
“inferior” sin motivo.
- Las normas y los valores son relativos a la cultura de la que se derivan, de
manera que cualquier intento de formular postulados que surjan de las
creencias o los códigos morales de una cultura debe por esto mismo restar
valor a la aplicabilidad de
cualquier Declaración de los Derechos Humanos a la humanidad en su
conjunto.
Los
conceptos de bien o mal se desarrollan dentro del marco cultural de
referencia, no teniendo porque coincidir con otro marco de referencia, y no por
esto ha de cuestionarse la idoneidad de dichos conceptos.
Siendo esto cierto, encuadrado dentro
del relativismo cultural que promueve Herskovits, no podemos dejar de caer en
la tentación de cuestionar la idoneidad de unas u otras costumbres, pondré como
ejemplo una noticia que ha sido muy difundida por los medios últimamente, la
prohibición de conducir de las mujeres de Arabia Saudí[5]. A raíz de esta noticia me
hago las siguientes preguntas: ¿Somos los occidentales las personas apropiadas
para cuestionar esta ley? ¿El desafío de las mujeres sauditas está condicionado
por el marco de referencia cultural occidental? ¿Es esto una muestra de
colaboración cultural para un avance cultural?
Llegado a
este punto podríamos sacar varias conclusiones:
La Declaración de los Derechos
Humanos está basada en un contexto histórico y filosófico concreto, que da
respuesta a la situación geopolítica resultante de la II Guerra Mundial.
Al tomar como referencia la
Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 promulgada durante
la Revolución Francesa tomando como eje filosófico la Ilustración, primando el
individualismo frente al ser humano como ser social, por lo que la concepción
que promulga del ser humano es incompleta, este punto es al que hace referencia
Herskovits.
Habría que tener en cuenta el
significado de Humano para cada
cultura, ya que para la Alemania nazi, los humanos eran los pertenecientes a la
raza aria, todos los demás eran subgéneros de ese grupo o subhumanos. Para los
antiguos esclavistas los africanos carecían de alma por lo tanto no podían
considerarse humanos. Teniendo en cuenta ambos conceptos tanto los nazis como
los esclavistas podrían haber cumplido la Declaración de los Derechos Humanos
de 1948.
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