Hace unos días he terminado de
leer “Los Trapos Sucios: la autobiografía de Mötley Crüe”, comencé a leer este
libro con gran entusiasmo ya que desde siempre este ha sido uno de mis grupos
favoritos, quizás mi grupo favorito.
Cuando era pequeño, todos mis compañeros
de colegio, querían ser como Butragueño o Michel, para mí, sin embargo, mi
ídolo era Nikki Sixx, un tipo enorme con el brazo completamente tatuado bajista
de dicho grupo.
Esta autobiografía, es al
contrario de la mayoría de las autobiografías, nada complaciente, sus
protagonistas hablan sin reparo, de todo tipo de excesos: drogas, sexo y rock
&roll, son ellos mismos como profundizan en la cara b de ser una estrella
del rock, cuentan sin escatimar detalles sus adicciones, cada uno de los componentes
del grupo la suya en particular, y como han conseguido superarlas.
Explican como un grupo de
chavales, con una infancia nada fácil, consiguen llegar a lo más alto de la
cima del Rock, y como los elevados egos, sus adicciones y excesos les hicieron
caer de vuelta al fango de donde habían salido para sobreponerse y volver a
recorrer el camino de vuelta al estrellato. Estos artistas nos muestran cuando
se tiene un sueño nada ni nadie puede apartarnos del camino de conseguirlo.
En este libro cuenta su versión
del cuento todos los implicados en la vida del grupo: desde sus representantes,
su relación con las discográficas, hasta la versión del desafortunado sustituto
de Vince Neill, John Corabi.
El libro te sumerge en 479
páginas de depravación continua, con un inusual final feliz.
Si estos chicos lograron
sobrevivir a todos estos excesos, como habrán sido las vidas de los que no lo
consiguieron, como Jim Morrison, Jimi Hendrix… Quizás los componentes de Mötley
Crüe sólo tuvieron más suerte.
Este libro es recomendable tanto
para los seguidores de la banda como para los que no han oído hablar nunca de
ella, es imposible que nadie quede indiferente después de leerlo.
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