lunes, 23 de octubre de 2017

SOLIDARIDAD FRENTE A LOS RECORTES.

El pasado 21 de octubre de 2017 tuvo lugar en Rota la III Marcha Contra el Cáncer de Mama, organizada por la Asociación Rota Lucha Contra el Cáncer, ROLUCAN, en la que participaron aproximadamente 3.000 personas. La recaudación obtenida por la Asociación por las inscripciones se destinará a financiar la investigación sobre el cáncer de mama.



Para mí, como roteño, es un orgullo ver como mis vecinos y vecinas se solidarizaron con esta causa, olvidando cualquier tipo de diferencia ideológica para contribuir a la financiación de la investigación contra el cáncer. Fue emocionante ver como una marea morada (color elegido para esta edición de la marcha) recorría las calles de la localidad aportando su pequeño grano de arena en la lucha contra esta temida enfermedad, en un gesto de solidaridad digno de alabar.
El origen de esta actividad parte de combatir una necesidad, que es la negligencia del gobierno para con los equipos de investigadores que luchan desde los laboratorios para erradicar el cáncer. La financiación de la investigación contra el cáncer y el resto de enfermedades, debería estar financiada por el Estado. El cáncer, no entiende de clases sociales, color de piel, sexo, de preferencias políticas, etc., todos estamos expuestos por igual. Por lo tanto el Estado debería de ocuparse de la financiación de la investigación, para que asociaciones como ROLUCAN, y otras tantas repartidas a lo largo y ancho de este país, pudieran dedicarse a dar una atención no menos importante, que es la atención cercana a sus vecinos y vecinas.



Pero en esta crisis, que ha encontrado financiación para bancos, autopistas, empresas de construcción, etc. Lo que ha hecho ha sido reducir la financiación en investigación, en 2014 el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ya había perdido el 14,6% de investigadores con respecto a noviembre de 2011. La precarización de la financiación ha afectado directamente a los investigadores que han tenido que emigrar a universidades extranjeras para poder continuar con su labor debido a las exiguas becas que estaban recibiendo en España, cuando recibían alguna.
Durante esta crisis, que llevamos padeciendo desde 2008, se ha producido una descapitalización de la investigación en España, a nivel general, pero que es especialmente importante en lo que respecta a la investigación sobre enfermedades, ya que es la salud de los ciudadanos y ciudadanas que componen este país lo que está en juego.
Ya en 2013 eran públicas las quejas de profesionales y pacientes sobre las restricciones en el uso de terapias innovadoras y programas de detección precoz (http://www.publico.es/actualidad/pacientes-cancer-mama-denuncian-recortes.html) estas restricciones han sido paliadas por la empresa privada, dentro de la máxima capitalista del “sálvese quien pueda”, que yo sustituiría por “sálvese quien tenga”, o por el esfuerzo de personas organizadas en asociaciones como ROLUCAN, que dedican su tiempo, su esfuerzo y su dinero para llegar donde el Estado no llega.
Pero pensemos que hubiera pasado si esas 3.000 personas, que marcharon “contra” el Cáncer de Mama el sábado en Rota, se hubieran manifestado en todos los pueblos y ciudades de España contra los recortes en investigación, en una misma proporción. Hubiera generado la visibilización de un descontento, el Gobierno hubiera entendido que no estamos dispuesto a tolerar que se jugara con nuestra salud, que la inversión en i+d+i es irrenunciable, y que estamos dispuestos a defenderla en la calle.



Pero los recortes se llevaron a cabo obligando a que sean las Asociaciones las que arrimen el hombro a un proyecto que debería ser 100% estatal.
Desde aquí, mi felicitación, a Toñi, presidenta de ROLUCAN, y a todo su equipo, por el gran trabajo que realizan, y todo mi apoyo a tantas y tantas personas que luchan contra esta enfermedad a la que poco a poco vamos ganando la batalla, a pesar de las piedras que se van encontrando en el camino, son ejemplo de esfuerzo y superación, desde aquí, gracias por el ejemplo que nos dais.
Mientras tanto, otros justifican los recortes en investigación colocando un lazo rosa en el balcón de su sede. Pura imagen de la hipocresía.



Salud.


martes, 17 de octubre de 2017

EL BUEN ESPAÑOL



Uno de los temas que, filosóficamente, me apasionan es la creación de identidades, ya que todos tenemos múltiples identidades con las que nos identificamos, nuestro equipo de fútbol, madridista, culé, cadista, bético…, nuestras ideas políticas, comunistas, liberales, conservadores…, nuestra profesión, carpintero, albañil, médico…, nuestra música favorita, hevies, rockers, reggetoneros…, pero si hay una identidad que a día de hoy se posiciona por encima de todas las demás es la identidad nacional.
Es evidente que en la actualidad, la identidad nacional puede ser un foco de conflicto, ya que cada uno identifica su sentimiento nacional con su propia personalidad.
Por eso llevo varios días haciéndome la siguiente pregunta ¿Cómo se podría definir a un buen español? Como no he sido capaz de contestarme de manera certera a esta pregunta he preguntado a muchos de mis amigos y allegados sobre qué es ser español. Qué características tiene que tener un buen español. Inicialmente las respuestas que obtuve me generaron aún más duda, ya que unos respondían, que un buen español, debe tener la nacionalidad española, estar orgulloso de nuestra historia y defender nuestras tradiciones. Esto me generó las siguientes dudas:
Una persona de Argelia que tiene la nacionalidad española, ¿es vista como un español más por el resto de nuestra sociedad? A todas luces no.
Nuestra historia es la que es, pero por supuesto hay muchos pasajes de los que no sentirse orgullosos, ¿esto hace menos español? A mi entender no.
La  defensa de nuestras tradiciones no tiene porqué ser unánime, ¿o son menos españoles los antitaurinos? ¿o las personas que no les gustan las procesiones?
Otra duda que me surgió a raíz de estas nuevas preguntas, el hijo de unos emigrantes españoles que ha nacido en el extranjero ¿es español? A priori sí, ya que hereda la nacionalidad de sus padres, pero ¿y si no pisa en su vida España? ¿seguiría siendo español a pesar de tener la nacionalidad?
Y los hijos de inmigrantes nacidos en España ¿son españoles? ¿aunque vivan toda su vida en España?
La derecha política de España se ha adueñado de la idea nacional, un “buen español” debe ser fiel seguidor de las tradiciones, por supuesto se debe identificar con la religión mayoritaria, aunque no la practique, sentirse orgulloso de la historia (aunque en ocasiones sea una contradicción) o al menos de la historia oficial.
Pero dentro de la historia de España se excluye los ocho siglos de Al-andalus, la multitud de regiones celtíberas previas, etc. Solo cuenta como historia la mal llamada reconquista, cuando es imposible entender la actualidad sin el pasado musulmán, visigodo, romano, íbero… hoy somos una suma de todas esas personas.
Al final he llegado a la conclusión de que existen 47 millones de formas de ser un buen español, una por cada persona que vivimos entre las fronteras de lo que hoy se llama España. Nos regimos por unas leyes que hay que cumplir, intentar no hacer daño a los demás y vivir en paz, no hay más, cada uno sentimos nuestra identidad de una forma distinta.



Ser español, al fin y al cabo, es una identidad administrativa, provocada por una serie de casualidades que ha hecho que estemos registrados como tales. Unos lo llevan con orgullo, otros con pesar, para unos es importante y a otros les da igual.
Lo fundamental, a mi entender, es no imponer nuestra forma de ver nuestra identidad a los demás, imponerla es la base del “nacionalismo”.
El pasado día 8 de octubre, Vargas Llosa, en la manifestación convocada por la “Sociedad Civil Catalana” dijo la siguiente frase: “el nacionalismo ha llenado la historia de Europa, del mundo y de España de guerras, sangre y cadáveres”. Es una afirmación  con la que estoy completamente de acuerdo, lo que me llamó la atención que eso se dijo a miles de nacionalistas que lo aplaudieron  a rabiar, nacionalistas españoles, pero nacionalistas al fin y al cabo.
Me gustaría terminar con una frase del Subcomandante Marcos: 



“Yo soy como soy y tú eres como eres, construyamos un mundo donde yo pueda ser sin dejar de ser yo, donde tú puedas ser sin dejar de ser tú, y donde ni yo ni tú obliguemos al otro a ser como yo o como tú”.
Salud.

martes, 10 de octubre de 2017

LOS PARTIDOS “CONSTITUCIONALISTAS”.

A raíz de lo sucedido en Cataluña, no me extenderé en eso, ya se ha escrito y se va a escribir bastante, se ha conformado un grupo autodefinido como “los partidos constitucionalistas”, que ha saber engloban al Partido Popular, Ciudadanos y el Partido Socialista Obrero Español, este último es el PSOE, no vaya a ser que lo de “socialista” y “obrero” les confunda.



La base por la cual estos tres partidos se definen a sí mismos como constitucionalistas es porque defienden la Constitución Española, como si el resto de partidos no la defendieran. Ellos basan su defensa de la Constitución en la defensa de la “unidad de España”, reflejada en el Artículo 2, que cita textualmente: “La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos  los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran en solidaridad entre todas ellas”.
Pero según parece no les ha interesado en seguir leyéndola, ya que no solamente no la cumplen en muchos de sus artículos sino que incluso han llegado a legislar en contra de ésta.



Por ejemplo: Artículo 31.1. “Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio.” Lo que en resumen quiere decir que el que más tenga que pague más. Si esto es así, ¿qué sentido tienen las sociedades patrimoniales, o la amnistía fiscal? La respuesta es que los que más pagamos somos los trabajadores y trabajadoras de España.
Artículo 35.1. “Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo”, me pueden decir, ¿cómo puede una familia “satisfacer sus necesidades” cobrando 707,60 € (salario mínimo interprofesional)? ¿O cómo le explican a los cuatro millones de desempleados que hay en España lo del “derecho al trabajo”?
Artículo 47 “Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho…” Este artículo le vendría muy bien a las miles de personas que en todo el país están a la espera de una vivienda social.
Artículo 50. “Los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente  actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad. Asimismo, y con independencia de las obligaciones familiares, promoverán su bienestar mediante un sistema de servicios sociales que atenderán sus problemas específicos de salud, vivienda, cultura y ocio” Que se lo digan a los miles de pensionistas que han visto como su capacidad económica ha ido menguando desde el comienzo de la crisis allá por el 2008.
Artículo 128. “Toda riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad están subordinada al interés general” Por eso el rescate bancario lo ha pagado las grandes fortunas del país. A los únicos que le aplican este artículo es a los pequeños propietarios de fincas que tienen la mala suerte de encontrarse con que por ella pasa una carretera, entonces su finca queda expropiada “por el interés general”.
Y ustedes dirán ¿y que dice el Tribunal Constitucional” de todo esto? Pues el Tribunal Constitucional se forma de la siguiente manera: 12 miembros nombrados por el Rey; de ellos, cuatro a propuesta del Congreso por mayoría de tres quintos de sus miembros; cuatro a propuesta del Senado, con idéntica mayoría; dos a propuesta del Gobierno, y dos a propuesta del Consejo General del Poder Judicial. Así que díganme ustedes que va a decir, dirá lo que le ordenen que digan.


Para los “partidos constitucionalistas” estos artículos parecen que no existen, y se los saltan hasta llegar al Artículo 155, que no voy a citar porque a estas alturas todos se han leído que dice el dichoso artículo.
Si quieren defender la unidad de España, hagan cumplir los artículos referidos anteriormente, los ciudadanos al fin y al cabo lo único que queremos es vivir en paz teniendo nuestras necesidades cubiertas.

Salud.

martes, 3 de octubre de 2017

POLÍTICAMENTE INCORRECTO

El término “censura” está definido en el diccionario de la Real Academia de la Lengua como “1. Dictamen y juicio que se hace o da acerca de una obra o escrito. 2. Nota, corrección o reprobación de algo”, la intervención de un tercero o terceros en una acción con intención de suprimirla o corregirla.
                La “censura” es una actuación típica de regímenes totalitarios, durante los cuarenta años que duró el franquismo, diversas leyes y decretos limitaban la libertad de expresión con el objetivo de que ideas contrarias al régimen, y de los pilares que lo sustentaban no vieran la luz y no pudieran ser difundidas.



                Igualmente, es impropia de regímenes democráticos, ya que la democracia es símbolo de pluralidad, y no puede haber pluralidad sin libertad de expresión. La libertad de expresión debe ir acompañada de un espíritu crítico derivado del análisis de la realidad. La libertad de expresión no la otorga ninguna ley sino que debe ser fruto de la formación personal. Como decía José Luis Sampedro “para mí la clave de la libertad, es la libertad de pensamiento, se habla mucho de la libertad de expresión. Hay que reivindicar la libertad de expresión, por ejemplo, en la prensa, pero si lo que usted expresa en la prensa es un pensamiento que no es propio, que ha adquirido sin convicción y sin pensarlo, entonces no es usted libre por mucho que lo dejen expresarse”.
                Es típico en la sociedad actual oír la expresión “políticamente correcto”, que viene a significar, el acto de ejercer un freno a lo que queremos decir realmente con el objetivo de no dañar a la persona aludida o dulcificar una expresión con el objetivo de no parecer brusco, se trata de un tipo de autocensura que nos imponemos, lo que resumido vendría a ser esta explicación que he leído en alguna red social: “vivimos en una sociedad donde está peor visto decirle a un hijo de puta, que es un hijo de puta, que ser un hijo de puta”. Una sociedad donde se culpabiliza al denunciante y se victimiza al delincuente, y todo por no ser “políticamente correcto”.




                Aldous Huxley, autor de Un mundo feliz, libro que recomiendo, decía: “La dictadura perfecta tendría la apariencia de una democracia, pero sería básicamente una prisión sin muros en la que los presos ni siquiera soñarían con escapar. Sería esencialmente un sistema de esclavitud, en el que gracias al consumo y el entretenimiento los esclavos amarían la servidumbre”. Las personas que viven en esta “dictadura perfecta” no cuestionan el sistema, no tienen la necesidad de analizar la realidad, ni de cuestionar la sociedad donde viven, no es necesario censurarlos ya que difunden lo que el sistema les dice que tienen que pensar y decir. No podemos llamar democracia a un sistema que utiliza todos los medios que dispone para condicionar el pensamiento de la población o simplemente para evitar que piensen.
                El papel de los medios de comunicación para construir esta “prisión sin muros” es fundamental, ya que a través de la difusión de las ideas hegemónicas, se interiorizan ideas por parte de la población que no son capaces de cuestionar y que repiten sin ni siquiera haber analizado personalmente, donde se presenta la realidad en clave de buenos y malos.
                Nos encontramos, como diría Ortega y Gasset, ante el triunfo de la vulgaridad, los referentes de éxito que tiene la población, programas de máxima audiencia que realmente son un insulto a la inteligencia pero que son un reflejo de la sociedad que vivimos.



                En definitiva, les propongo que sean analíticos, críticos, digan lo que piensan y sobre todo piensen, previamente, lo que digan, a riesgo de ser políticamente inconrrectos.

Salud.