El pasado 21
de octubre de 2017 tuvo lugar en Rota la III Marcha Contra el Cáncer de Mama,
organizada por la Asociación Rota Lucha Contra el Cáncer, ROLUCAN, en la que
participaron aproximadamente 3.000 personas. La recaudación obtenida por la
Asociación por las inscripciones se destinará a financiar la investigación
sobre el cáncer de mama.
Para mí, como
roteño, es un orgullo ver como mis vecinos y vecinas se solidarizaron con esta
causa, olvidando cualquier tipo de diferencia ideológica para contribuir a la
financiación de la investigación contra el cáncer. Fue emocionante ver como una
marea morada (color elegido para esta edición de la marcha) recorría las calles
de la localidad aportando su pequeño grano de arena en la lucha contra esta
temida enfermedad, en un gesto de solidaridad digno de alabar.
El origen de
esta actividad parte de combatir una necesidad, que es la negligencia del
gobierno para con los equipos de investigadores que luchan desde los
laboratorios para erradicar el cáncer. La financiación de la investigación
contra el cáncer y el resto de enfermedades, debería estar financiada por el
Estado. El cáncer, no entiende de clases sociales, color de piel, sexo, de
preferencias políticas, etc., todos estamos expuestos por igual. Por lo tanto
el Estado debería de ocuparse de la financiación de la investigación, para que
asociaciones como ROLUCAN, y otras tantas repartidas a lo largo y ancho de este
país, pudieran dedicarse a dar una atención no menos importante, que es la
atención cercana a sus vecinos y vecinas.
Pero en esta
crisis, que ha encontrado financiación para bancos, autopistas, empresas de
construcción, etc. Lo que ha hecho ha sido reducir la financiación en
investigación, en 2014 el Consejo Superior de Investigaciones Científicas
(CSIC) ya había perdido el 14,6% de investigadores con respecto a noviembre de
2011. La precarización de la financiación ha afectado directamente a los
investigadores que han tenido que emigrar a universidades extranjeras para
poder continuar con su labor debido a las exiguas becas que estaban recibiendo
en España, cuando recibían alguna.
Durante esta
crisis, que llevamos padeciendo desde 2008, se ha producido una
descapitalización de la investigación en España, a nivel general, pero que es
especialmente importante en lo que respecta a la investigación sobre enfermedades,
ya que es la salud de los ciudadanos y ciudadanas que componen este país lo que
está en juego.
Ya en 2013
eran públicas las quejas de profesionales y pacientes sobre las restricciones
en el uso de terapias innovadoras y programas de detección precoz (http://www.publico.es/actualidad/pacientes-cancer-mama-denuncian-recortes.html)
estas restricciones han sido paliadas por la empresa privada, dentro de la máxima
capitalista del “sálvese quien pueda”, que yo sustituiría por “sálvese quien
tenga”, o por el esfuerzo de personas organizadas en asociaciones como ROLUCAN,
que dedican su tiempo, su esfuerzo y su dinero para llegar donde el Estado no
llega.
Pero pensemos
que hubiera pasado si esas 3.000 personas, que marcharon “contra” el Cáncer de
Mama el sábado en Rota, se hubieran manifestado en todos los pueblos y ciudades
de España contra los recortes en investigación, en una misma proporción.
Hubiera generado la visibilización de un descontento, el Gobierno hubiera
entendido que no estamos dispuesto a tolerar que se jugara con nuestra salud,
que la inversión en i+d+i es irrenunciable, y que estamos dispuestos a
defenderla en la calle.
Pero los
recortes se llevaron a cabo obligando a que sean las Asociaciones las que
arrimen el hombro a un proyecto que debería ser 100% estatal.
Desde aquí, mi
felicitación, a Toñi, presidenta de ROLUCAN, y a todo su equipo, por el gran
trabajo que realizan, y todo mi apoyo a tantas y tantas personas que luchan
contra esta enfermedad a la que poco a poco vamos ganando la batalla, a pesar
de las piedras que se van encontrando en el camino, son ejemplo de esfuerzo y
superación, desde aquí, gracias por el ejemplo que nos dais.
Mientras tanto,
otros justifican los recortes en investigación colocando un lazo rosa en el
balcón de su sede. Pura imagen de la hipocresía.
Salud.