Aunque actualmente el ensayo no sea el género
literario preferido por la mayoría de los lectores, y aún menos el ensayo
filosófico, hay que reconocer la importancia de este género respecto a la
conformación ideológica, a fin de cuentas son las fuentes de las que bebemos,
aun sin saberlo, para estructurar nuestra sociedad.
Uno de los muchos filósofos más influyentes y
reconocidos en los últimos dos siglos es Friedrich Nietzsche.
Nietzsche en su obra El Ocaso de los Ídolos, describe su base filosófica y se posiciona
en contra de la moral, él mismo se define como “antimoralista”, en contra de la
educación pública para la clase trabajadora, entiende el matrimonio como un
sistema donde la mujer y los hijos son propiedad del hombre, a favor de la
eugenesia (aplicación de las leyes biológicas de la herencia al
perfeccionamiento de la especie humana), en definitiva en contra de todos los
valores que han construido la sociedad actual.
Pero a pesar de todo, no existe ningún libro del
que no se pueda extraer una enseñanza, un aprendizaje o algún valor que incluir
en nuestros principios.
En este libro al que nos hemos referidos
anteriormente podemos extraer esta cita:
“¿Qué
estás buscando? ¿Te gustaría multiplicarte por diez, por cien? ¿estás buscando
adeptos? ¡Busca ceros entonces!”
Esta cita es una clara alusión que para
multiplicar el número de seguidores, adeptos, partidarios o correligionarios y
que estos sean muy numerosos, debes buscar personas sin capacidad crítica
ninguna, que te crean a “pies juntillas”, que no cuestionen y sobre todo que no
sean críticos, que tengan un valor de cero.
Nietzsche, entiende al hombre como ser liberado de
toda fe, un ser real, con sus defectos y virtudes, capaz de asumir sus aciertos
y sus errores y sobre todo un ser con conciencia crítica.
Una persona con capacidad crítica, no será un
adepto, no se incluirá en la masa, y no seguirá a nadie ni a nada de manera
irracional, sino de forma crítica y consciente, es la base del
librepensamiento, libre de dogma.
A pesar de que la obra de este autor sea
controvertida, densa, complicada, exponga tesis impopulares, sea prepotente,
machista, antimoralista, etc., una obra con la que se puede estar de acuerdo o
no, nos enseña que no existe un libro tan malo que no consiga enseñarnos algo.
Una vez, un amigo me dijo, que no era malo leer
ningún libro, que lo malo era leer sólo un libro, porque lo que ese libro te
enseñe se convierte en dogma.
“Fórmula
de mi felicidad: un sí, un no, una línea recta, una meta…” F. Nietzsche.
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