En pocos meses llegará de nuevo el verano, volveremos a llenar playas y piscinas para refrescarnos del sofocante calor propio de la época. Serán muchos niños y niñas los que aprendan a nadar este año, la sensación de miedo que supone perder el control del propio cuerpo cuando perdemos la estabilidad al no alcanzar el suelo, los aleteos descontrolados por mantenerse a flote, se verá resuelto con el ánimo de aprender a mantenerse a flote, la seguridad que transmite la persona que les esté enseñando a nadar y a flotar, poco a poco hará que empiece a disfrutar de la sensación de libertad que aporta tener todo el cuerpo cubierto de agua, la sensación de falta de gravedad que proporciona bucear, hasta que poco a poco se va tomando el control de la situación y así poder disfrutar de la experiencia de nadar y flotar con una total ausencia de miedo.
Esta situación es similar a cuando
salimos de nuestra zona de confort, ya sea en el ámbito personal o laboral.
Afrontar nuevas situaciones nos genera la misma sensación a lo que sentimos
cuando aprendimos a nadar, el miedo, la falta de control total sobre lo que
hacemos, etc., se compensa con las ganas de superación, y dejarse guiar por las
personas que nos ayudan en dicho proceso.
El mayor enemigo a batir en este tipo de situaciones siempre será el miedo, que si bien es una sensación necesaria; nos hace mantenernos alerta y tomar en consideración las distintas posibilidades, evaluar las probabilidades de que ocurra cada una ellas, etc., para que podamos actuar satisfactoriamente.
Cualquier cambio provoca una
sensación de inseguridad que nos hace sentir miedo hacia lo que desconocemos, y
aunque podamos prever las consecuencias de lo que está por venir, siempre
existe la duda sobre si los resultados serán los que esperamos, esa
incertidumbre es otra de las causas del miedo.
El miedo también puede llegar a paralizarnos, haciendo imposible que consigamos cumplir con los retos que tenemos delante, ya sea aprender a nadar o cualquier otro.
Superar nuestros miedos amplia
nuestras capacidades y nos hace más válidos para afrontar nuevos retos. No hay
nada más aburrido que permanecer siempre dentro de nuestra zona de confort, a
veces hay que salir de ahí para descubrir que somos capaces de hacer.
“Cuanto más tiempo pases de tu zona
de confort, más se ampliará esta zona” Robin Sharma.
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