miércoles, 29 de junio de 2022

EL SALTO DE LA REJA

 

Cuando las situaciones excepcionales suceden a menudo, se normalizan y la excepcionalidad que las caracterizan se tornan en normalidad. Lo que en un momento de la historia puede llegar a sobrecogernos, en otro momento puede pasar desapercibido o al menos no generar en nosotros ninguna emoción.


Lo sucedido en la valla de Melilla el pasado viernes, es una de esas situaciones excepcionales que se han vuelto “normales” para los ojos de la mayoría de la población. Que 37 personas hayan muerto y otras muchas hayan sido maltratadas, tratando huir de la guerra, el hambre y la miseria, en las mismas puertas de España, y por extensión de la Unión Europea, no haya levantado una ola de indignación generalizada es un síntoma de la normalidad con la que gran parte de la población ha asumido esa situación.


Una vez le preguntaron a la antropóloga Margaret Mead cual era el primer signo de civilización en la humanidad a lo que respondió que fue la primera vez que alguien se hirió o enfermó y fue cuidado por otra persona, mientras que en el mundo animal si estás herido o enfermo terminas muriendo, los seres humanos son capaz de cuidar a otros que no pueden valerse por sí mismos.


Cada vez que permanecemos impasibles ante situaciones donde deberíamos prestar ayuda y sin embargo se maltrata, o incluso se mata a personas inocentes, perdemos parte de los rasgos que dan significado al concepto “civilización”.

Bien es cierto, que ha sido la gendarmería marroquí quien ha provocado esta situación, las imágenes difundidas por ONG´s y Asociaciones, los testimonios de aquellos que han logrado llegar a España son demoledores y sin embargo no parece conmover a nadie.


La pregunta que debemos hacernos es ¿Por qué situaciones así no nos indignan? ¿por qué son africanos? ¿Por qué son pobres? ¿Por qué tenemos miedo a lo desconocido? En definitiva la pregunta clave es ¿por qué?

Cuando en 1989 cayó el muro de Berlín había en el mundo 6 muros, hoy existen 63 muros que separan a los países ricos de los pobres. Mientras en occidente se encarecen los productos básicos (alimentos, electricidad, gasolina…) en los países del tercer mundo esos productos han desaparecido completamente. Lo sucedido en la valla de Melilla, lamentablemente, se volverá a repetir, porque no hay valla ni muro lo suficientemente alto cuando no tienes nada que perder.

“No creo que seamos parientes muy cercanos, pero si usted es capaz de temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en mundo, somos compañeros que es más importante” Ernesto “Che” Guevara.

lunes, 20 de junio de 2022

CARTA ABIERTA DE UN MILITANTE DE IU

 


Pues ya se acabaron las elecciones andaluzas, y los resultados son el reflejo de lo que los andaluces y andaluzas hemos decidido democráticamente. Es momento de hacer balance y buscar las fallas en la estrategia y comunicación que los partidos de izquierda han llevado a cabo en esta campaña. Los resultados son inapelables y lejos de buscar culpables es necesario ponerse a trabajar en favor de las clases populares.

Milito en Izquierda Unida desde el 2011, un momento histórico de tremenda ebullición, una movilización social constante y el surgimiento del movimiento 15M, o como se conoció en el resto del mundo “Spanish Revolution”.

Desde entonces he sido apoderado o interventor en todas y cada una de las elecciones que se han celebrado en nuestro país, siempre como militante de IU. Casualmente y sin cambiar mis principios, he portado el identificador de Izquierda Unida, Unidad Popular, Adelante Andalucía, Unidos Podemos, Unidas Podemos y Por Andalucía, y según parece, para las próximas generales el identificador volverá a cambiar según evolucione el proyecto político encabezado por Yolanda Díaz.

En un momento como en el que vivimos la identificación con la marca es un principio básico para cualquier empresa. Los jóvenes pagan cantidades significativas de dinero para lucir el logo de su marca en su vestimenta. La vinculación entre marca y consumidor es un trabajo prioritario para cualquier gran marca y cuesta una gran cantidad de tiempo y dinero forjar esa vinculación.

Uno de los principales problemas que he encontrado como representante en las distintas mesas electorales es que los votantes, incluso queriendo votar la marca con la que se presentaba mi partido, desconocían el logo o el nombre por el que se presentaba en esas elecciones.

Elección tras elección las distintas coaliciones en las que se ha integrado Izquierda Unida se han formado en escasos meses antes de las elecciones, no sin pasar diversas dificultades para conformar las alianzas, encontrar un nombre, establecer las listas electorales, etc., todas estas circunstancias generan dudas en los votantes, incluso desconocimiento por cual es la papeleta de que deben coger y por extensión desmovilizan a los votantes que terminan eligiendo otra opción o quedándose en casa.

Es hora de mirar a largo plazo, dejarse del cortoplacismo que generan los procesos electorales, establecer redes duraderas, un proyecto de futuro, un futuro que abarque más que los cuatro años de una legislatura.

Es hora de restablecer prioridades, estrategias, modernizar conceptos con los que la clase trabajadora vuelva a identificarse, construir símbolos con los que identificarse con la mirada en el horizonte, no en la próxima fecha electoral.

Es un camino largo y lleno de dificultades que merece y debe andarse.

Esta es una reflexión de un simple militante de base que espera sea compartida por el resto de compañeros y compañeras. Porque como dice mi amigo y compañero Antonio Franco citando a José Saramago “La derrota tiene algo positivo: nunca es definitiva. En cambio la victoria tiene algo negativo: jamás es definitiva”. Así que seguiremos luchando por un mundo mejor derrota tras derrota hasta la victoria final.

 “Es preciso soñar, pero con la condición de creer en nuestros sueños” Lenin.

martes, 14 de junio de 2022

NO ENTIENDO DE POLÍTICA.

 “Yo es que de política no entiendo”, es común oír esta frase por parte de amigos y conocidos cuando se plantea algún tema relacionado con la política o con partidos políticos (que no tiene por qué ser lo mismo necesariamente).  


Es posible que alguien sienta que no “entiende” de “política” pero de lo que seguro que sí entiende es de las cosas que quiere, le beneficia o considera justo. Estoy seguro que la mayoría de las personas que están leyendo esto sabrán si es beneficioso, para él/ella o para la gente que quiere, si tener un educación pública de calidad, ser atendido por su médico de familia en un tiempo prudencial, si prefiere tener un salario acorde con su trabajo o si le gustaría que le despidieran estando de baja por enfermedad, seguro que tiene una opinión formada sobre disfrutar de vacaciones, etc., todas estas cuestiones están dirigidas por decisiones políticas y dependiendo de la tendencia política del partido que tome las decisiones estarán orientadas en un sentido u otro.

El posicionamiento de un partido u otro está directamente relacionado con su orientación ideológica (todas legítimas), y durante los cuatro años que preceden a las elecciones de turno, cada partido nos muestra sus prioridades según la orientación del voto en las distintas propuestas que se plantean durante esa legislatura.


Los medios de comunicación están más centrados en transmitir la “bronca” entre los partidos que en profundizar en lo verdaderamente importante, como son los acuerdos y desacuerdos fundamentados en una argumentación acorde a su línea ideológica.

Parece que el mundo del espectáculo se ha instalado en el análisis político y solo hay que ver los debates en programas “especializados” o los análisis que se hicieron en los programas que se transmitieron tras los debates para las elecciones a la Junta de Andalucía del 19 de junio. Los medios están más preocupados por generar opinión que por informar. Las redes sociales, gracias a sus algoritmos, solo comparten publicaciones afines a los gustos del usuario, por lo que se anula la capacidad crítica necesaria a la hora de comparar argumentos, y reforzando las ideas preconcebidas de quien navega en las distintas redes sociales existentes.

La democracia se fundamenta en la capacidad reflexiva del votante, y en la responsabilidad a la hora de emitir el voto, así que si nos paramos a pensar en qué tipo de sociedad queremos vivir,  que servicios públicos son necesarios, o que condiciones laborales deberías tener, puedes decir que “sí sabes de política”, ahora solo tienes que encontrar un partido que defienda los mismos intereses que tú.

“El cambio social tiene su origen en acciones individuales” Robert Chambers

miércoles, 8 de junio de 2022

LOBOS CON PIEL DE CORDERO

 Elecciones, Foucault y relatos.

Según Michel Foucault, el poder reside en el discurso, ya que es el discurso lo que determina lo que es o no verdad, esto quiere decir que el relato de la historia es más importante que los hechos objetivos que sucedieron, pues pasado el tiempo necesario, esto será lo que se recuerde y se tome como cierto.


No siempre es necesario esperar que pase el tiempo para establecer un relato como “verdad”, basta con elaborar un discurso y repetirlo hasta la saciedad para que la mayoría de la gente lo tome como cierto, aunque este discurso confronte directamente con la realidad que se vive, para eso es muy útil un buen uso de la “propaganda”, que como diría Noam Chomsky “la propaganda es a la democracia lo que la cachiporra al Estado totalitario”, es capaz de moldear el pensamiento de la sociedad sin usar la fuerza.


En estos días que están próximos las elecciones autonómicas en Andalucía, es llamativo, el relato que se ha construido en torno al Presidente de la Junta de Andalucía, y candidato a la reelección, el representante del Partido Popular, Juanma Moreno.

Se presenta como una persona “moderada” (sea lo que sea lo que signifique eso), capaz de transmitir tranquilidad, habiendo defendido la gestión de lo público en la legislatura que está a punto de acabar. Sin embargo, los datos nos dicen todo lo contrario.


La Junta de Andalucía ha despedido en esta legislatura a ocho mil sanitarios, a más de tres mil docentes, ha cerrado líneas de la escuela pública y fortalecido los convenios con los centros privados, del mismo modo ha desviado millones de euros que iban destinados a la sanidad pública para la sanidad privada, ha aprobado un decreto que favorece los pozos ilegales en Doñana en contra de los cultivos legales, ha bajado los impuestos a los ricos, disminuyendo la recaudación de la administración autonómica, pedir cita con el médico de familia se alarga a un tiempo indecente, etc. Se podría decir que su gestión económica ha sido de tinte liberal, lejos del relato que se pretende establecer y que en muchos casos ya se ha implantado.

Con un estilo diametralmente opuesto a su homóloga madrileña, lejos del histrionismo al que nos tiene acostumbrado Isabel Díaz Ayuso, Juanma se presenta con una sonrisa y elude la polémica, su trato afable esconde la realidad del sistema capitalista, allá donde haya negocio, las élites, intentarán sacar beneficio, para ello es necesario el debilitamiento del sistema público, con el objetivo de que las empresas privadas que se dedican al mismo sector sean atractivas para aquellos que puedan pagarlas.

Es por ello que el relato se convierte en esencial, ya que si el pueblo fuera consciente de estas políticas se generaría un malestar capaz de acabar con la paz social imperante.

Atreviéndome a contradecir a Foucault, la “verdad” no reside en el discurso, sino en los hechos, y estos no dependen de la perspectiva, sino que son ciertos per se.

En democracia, las políticas son avaladas por los votos, que cada cual asuma su responsabilidad.

“En la actualidad, gracias a los progresos de la retórica, basta saber hablar bien para llegar a ser jefe del pueblo” Aristóteles.