viernes, 15 de julio de 2022

SE TENÍA QUE DECIR...

 

El siglo XXI se caracterizará en un futuro por ser una época donde conceptos, ideas y derechos que se creían superados vuelven a ponerse en tela de juicio, generando un debate en el que difícilmente se puede argumentar con quien no quiere oír argumentos y que basa su creencia en un vídeo de youtube o en cualquier noticia de las que se han demostrado falsas.

¿Qué se le puede contestar a una persona que te dice que la Tierra es plana evitando decirle que es un imbécil?


El verdadero problema no es que una persona esté convencida de que la Tierra es plana sino que son tantas las personas, que ya tienen denominación propia como colectivo, los terraplanistas, en fin…, imposible debatir con este tipo de gente que ha resucitado creencias de la edad media.

Otro grupo serían los “antivacunas”, personas que no solo niegan el beneficio que supone ampliar nuestro sistema inmunitario con algo que está sobradamente demostrado, sino que también se atreven a negar la existencia de una pandemia que ha matado a millones de personas en todo el mundo, donde uno de sus máximos exponentes es un cantante venido a menos, que con los ojos fuera de las órbitas tiene la poca vergüenza de decirnos que el Covid no existe. ¿Cómo podríamos denominar a este grupo si no es con el mismo calificativo que al anterior? Pues eso.


Podríamos añadir al grupo de los anteriores a los “negadores del cambio climático”, puedo entender que personas que tienen intereses económicos enfrentados con la contaminación quieran negar los efectos contaminantes que tantos beneficios les generan, pero que lo hagan las mismas personas que sufren los efectos del cambio climático, no tiene ningún sentido, cuando no solo ha sido demostrado hasta la saciedad por científicos sino que ya lo estamos sintiendo en nuestras propias carnes. Dentro de este grupo podríamos incluir a aquellos que dicen que hay una conspiración mundial para evitar que llueva a través de los “chemtrails” donde las estelas que dejan los aviones disipan las nubes para que no llueva, o con otros fines aún más oscuros.


Otros grupos que podríamos añadir son los creacionistas, que niegan la evolución.

En la actualidad, se tolera todo este tipo de pensamientos, porque está mal visto ridiculizar a persona que tienen ideas ridículas, el problemas es que cada vez hay más personas con ideas ridículas que se niegan a informarse y formarse, por lo que son presas fáciles de este tipo de “teorías”.

Soy consciente que este es un artículo es “políticamente incorrecto” y que muchos de los que lo lean se sentirán insultados, pero vivimos en una sociedad donde está peor visto llamar “imbécil” a un imbécil que ser un “imbécil”. No todas las opiniones son respetables.

“Un imbécil que no tiene más que una idea en la cabeza es más fuerte que un hombre de talento que tiene millares” Honoré de Balzac

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