sábado, 7 de noviembre de 2015

LA VIEJA IDEA DE IZQUIERDA UNIDA.




“Durante una parte de la jornada, el obrero únicamente produce el valor diario de su fuerza de trabajo, esto es, el valor de las subsistencias que necesita para su sostenimiento. Denominamos tiempo de trabajo necesario a la parte de la jornada en que se verifica la producción de aquel valor durante este tiempo, y trabajo necesario al trabajo que se gasta en este tiempo.
            La parte de jornada de trabajo que traspasa los límites del trabajo necesario no constituye valor alguno para el obrero y forma la plusvalía para el capitalista; es el “tiempo extra” y el trabajo gastado en ella el “sobretrabajo”” (pag. 158-159, Antología de El Capital de Karl Marx. Ed. Edicomunicación S.A. 1999)

Hace pocos días pudimos ver en varios diarios españoles una noticia con el siguiente titular “La nueva idea de IU, que ningún español gane más de 6500 € al mes”

 
 
El titular es altamente tendencioso, donde soterradamente, para algunos y descaradamente para otros, viene a decir que Izquierda Unida lo que pretende es empobrecer a la población, limitando sus posibilidades de alcanzar el éxito económico.

Nada más lejos de la realidad, como vemos en el texto extraído de la Antología de El Capital, esta no es una “nueva idea” sino que es una vieja idea de los partidos de izquierdas, la eliminación del enriquecimiento de la burguesía capitalista a través del robo de la plusvalía generada por la clase trabajadora.

Supongamos que una empresa como Coca-Cola no tuviera a los obreros que en sus fábricas embotellan el producto, el resultado sería que no habría Coca-Cola en los supermercados ni en los bares y por lo tanto esta empresa iría a la quiebra, y este ejemplo es trasladable a toda la cadena de empleados que trabajan en esta empresa, por lo tanto podríamos deducir que todas las piezas del engranaje son necesarias para que una empresa funcione, entonces ¿por qué debe de haber una diferencia tan grande entre lo que cobra el empleado de la fábrica de embotellado (por ejemplo) y un alto directivo de la empresa?. La respuesta ya está escrita:

“La fuerza de trabajo es comprada por el capitalista como una mercancía cualquiera. Es necesario que el propietario de esta fuerza de trabajo no tenga otra cosa que vender en el mercado más que su fuerza de trabajo; es necesario, por tanto, que esté libre del todo, completamente desprovisto de las cosas necesarias para la realización de la fuerza de trabajo.
De este modo, como cualquier otra mercancía, la fuerza del trabajo del hombre tiene un valor, determinada por el “tiempo de trabajo necesario para su producción”. Como resulta que el tiempo necesario de trabajo para la producción de mercancía, “fuerza de trabajo”, corresponde a los medios de subsistencia del trabajador (variables según la época, las costumbres, los países, etc., y que no puede reducirse al simple mínimo de las necesidades fisiológicas) y corresponde a los medios necesarios para la reproducción somera de los hijos de los trabajadores. Pues bien, a partir de un determinado nivel de la productividad del trabajo humano, la fuerza del trabajo comprada por el capitalista y utilizada por él, produce más valor que el que hace falta para cubrir los gastos de subsistencia y de reproducción del trabajador” (pag. 156-157, Antología de El Capital de Karl Marx. Ed. Edicomunicación S.A. 1999).

Lo que quiere decir que los altos directivos de las grandes empresas se adueñan del valor del “sobretrabajo” de sus empleados en los escalafones más bajos.

La propuesta de Izquierda Unida no viene más que a corregir esta desigualdad, que nadie pueda cobrar diez veces más de lo que cobra ningún empleado de su empresa, y ya que, la avaricia capitalista no tiene medida, para que la jerarquía empresarial siga cobrando sueldos descomunales deberán aumentar el sueldo de sus trabajadores en las escalas inferiores, esto generaría un incremento del patrimonio de las clases trabajadoras que son los verdaderos dinamizadores de la riqueza, aumentando el consumo en la pequeña y mediana empresa y aumentando la calidad de vida de los sectores que la crisis ha golpeado con más fuerza, produciéndose un reparto más equitativo de la plusvalía generada por los trabajadores.

Triste es que trabajadores que han leído las noticias anteriormente reseñadas hayan visto esta medida como un freno a su propio desarrollo económico cuando es el propio sistema capitalista el que lo coarta.

 
Típico de una sociedad alienada y de la influencia que en ella ejercen los medios de comunicación, como expongo en el post anterior:
http://mcarmonacurtido.blogspot.com.es/2015/11/mentira-de-democracia.html

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