domingo, 25 de marzo de 2018

ESTRATEGIAS DE LOS GRUPOS DE PRESIÓN


Uno de los temas sobre los que he escrito en varias ocasiones ha sido la importancia de llevar a cabo una profundización en la transformación de la democracia representativa hacia la democracia directa. Uno de los argumentos que he utilizado habitualmente es la frecuencia del voto, considerando la periodicidad de este inadecuada, votar a un partido u otro cada cuatro años es un ejercicio democrático excesivamente dilatado en el tiempo.
Este argumento comienza a perder peso desde que trabajo en la administración pública y ostento cargo de dirección política.
Aunque bien es cierto que sigo pensando que hay que profundizar hacia un modelo de democracia directa, he llegado a la conclusión de que si bien el derecho a voto es cada cuatro años, no es así el uso que se hace de la figura del voto, o más bien, del uso que se hará de él en un futuro.
Generalmente, representantes de grupos de presión, aunque algún ciudadano particular también lo hace, utiliza la orientación del futuro voto como chantaje a la hora de presionar a los gobiernos locales de turno, con el objetivo de conseguir uno u otro fin que les favorezca a ellos personalmente o al colectivo que representan. Otro tema es la legitimidad que tienen estos representantes de estos grupos de presión.

Que el voto sea secreto hace que pueda usarse como herramienta para presionar a los partidos políticos, ya que se desconoce cuál será la papeleta que depositarán los ciudadanos finalmente.
Existen grupos de presión que continuamente pretenden influenciar las decisiones políticas con llevar a cabo acciones que desvíen el futuro voto si sus demandas no son satisfechas.
A mayor ámbito de influencia tengan estos grupos de presión, más posibilidades tendrán de que su estrategia tenga éxito.
Las estrategias que siguen estos grupos, si sus demandas no son satisfechas, son habitualmente las siguientes: enviar una nota de prensa a los medios mostrando su descontento por que no se ha llevado a cabo la solicitud planteada, en esta nota de prensa se obvian los motivos de por qué no se ha llevado a cabo, esta noticia es difundida por los miembros de este grupo de presión a través de las Redes Sociales. Otra acción es “mostrar músculo” llevando a cabo reuniones donde se convoca al mayor número posible donde se informa a medias, o directamente se miente con el objetivo de generar descontento, de estas reuniones sale una red de “correveidiles” que difunden bulos o informaciones con verdades a medias. El último recurso, aunque no siempre van en este orden, es una reunión con la oposición política, que recoge la queja como agua de mayo, y la difunde a través de sus medios.
En muchos casos se ocultan las verdaderas intenciones, escondidas detrás de una propuesta que aparentemente está enfocada detrás de un bien común.
Debido a todo esto, he llegado a la conclusión que la expectativa de voto es utilizada como herramienta para la consecución de ciertos fines, y puede ser una estrategia que puede dar resultado si se utiliza contra partidos políticos que pretenden perpetuarse en el poder a toda costa.
Un partido político íntegro y que actúe en conciencia, no puede dejarse influenciar por las amenazas de ciertas personas, que en muchos casos no representan ni  a la cuarta parte de los que dicen representar.
Salud.

No hay comentarios:

Publicar un comentario