Platón en su obra “El Banquete” ya escribió que el Amor “no padece violencia, pues la violencia no toca al Amor”. Por lo tanto ya en la Grecia Clásica se tenía la concepción de que el Amor es incompatible con el uso de la violencia, ejercer la violencia contra la persona “amada” es evidencia de que no existe el “Amor” hacia esa persona.
Los celos son
otro síntoma de violencia, ya que está más relacionado con el concepto de “Posesión”
que con el del “Amor”, se tiene celos de que la persona “amada” pueda no
corresponder con el mismo Amor y dirija sus sentimientos hacia otra persona,
los celos son síntomas de inseguridad propia, no de “Amor” hacia otra persona.
Es
significativo que en la actualidad, haya un porcentaje alto de jóvenes que cree
que es normal ejercer algún tipo de control sobre la pareja, y que ese control
sea asumido por la persona controlada como un síntoma de “Amor”.
Hemos llegado
a normalizar la aparición de noticias sobre mujeres asesinadas por sus parejas
o la violación de chicas por parte de hombres o grupos de hombres que utilizan
la intimidación o el uso de drogas para someter a sus víctimas.
Actualmente el
concepto de “Posesión” ha superado al concepto de “Amor”, se ha cosificado al resto de personas, se les ha
deshumanizado y al igual que puedo romper cualquiera de los objetos que son de
mi propiedad, sin que por ello pueda ser reprendido o castigado, pretenden hacer
lo mismo con las personas. Pero existe una importante diferencia las personas
no son cosas ni pertenecen a nadie.
Es nuestro
sistema social el que potencia nuestro individualismo, que lo construye en
contra de la individualidad de los demás.
Vivimos en una
sociedad, donde se han construido unos roles de género donde uno prevalece
sobre otro, donde un género está al servicio del otro, donde un género está
sometido al otro, donde un género ha poseído históricamente al otro, por lo
tanto ha prevalecido el concepto de “Posesión”.
Aún hay
personas en nuestra sociedad, con cierta posición social y capacidad para difundir
sus ideas, que entienden estos comportamientos como normales, que pretenden
exponerlos, no como un problema social sino como un problema privado, un
problema de “violencia intrafamiliar” en vez de un problema de “violencia de
género”, cuando esta situación se da mayoritariamente de un género contra otro
y por lo tanto es un problema social y no privado.
El “Amor” debe
darse en parámetros de respeto e igualdad, y por lo tanto la violencia no puede
ser ejercida sobre él.
Queda la
esperanza de una parte de la sociedad que despierta y se enfrenta a estos
posicionamientos donde se pretende cosificar al 50% de la población.
“El feminismo es la idea radical que sostiene que las mujeres somos
personas”
Ángela Davis.