Que al
gobierno conformado por PSOE y Unidas Podemos le iban a llover las críticas de
manera inmediata, era algo de lo que nadie tenía la mínima duda, ni la
tradicional tregua de los primeros cien días, así como medidas que benefician
ampliamente a la mayoría social del país, como la subida del Salario Mínimo
Interprofesional, le han librado de las primeras críticas que han caído en el
mismo día de la apertura del curso nuevo político.
La crítica,
lejos de lo que muchos podían pensar, no ha venido de la derecha ideológica,
sino de los sectores de la izquierda, esa izquierda “pura” y
extraparlamentaria, que en los días que corren tienen su foco de actuación en
las Redes Sociales. La descarnada crítica dirigida a los Diputados de Unidas
Podemos, principalmente contra Iglesias y Garzón, por saludar y aplaudir al Rey, en la
apertura de las Cortes.
Los han
tachado de “vendidos al sistema”, “asimilados por el régimen”, “traidores”…
En mi opinión,
los palos que más duelen son los que te dan los que, se supone, comparten
“trincheras ideológicas”, los que tienen entre sus principios la mejora de la
calidad de vida de la clase trabajadora, los que luchan por un reparto
equitativo de la riqueza…y algunos podían hacer algo más que poner post en las
Redes Sociales, los cambios se provocan en la calle, no en Facebook.
Es cierto que
la monarquía es una institución medieval, impuesta por el Dictador para que le
sucediera tras su muerte, manchado de casos de corrupción, pero no es menos
cierto que la única manera de terminar con ella es a través de la presión
popular, ningún cambio estructural vendrá determinado por un gobierno, sea del
color que sea.
Si para subir
el salario mínimo es necesario saludar al rey, me parece más que lícito
saludarlo, si para limitar la influencia en la juventud de las casas de
apuestas hay que saludar al rey, pues se le saluda.
Como dice un
buen amigo mío, la oposición se hace en verso, pero el gobierno se hace en
prosa y es que gobernar es cabalgar contradicciones, priorizar objetivos sin
perder el norte de donde se quiere llegar.
Parafraseando
a Engels, es que en época de paz social la única opción que tiene la clase
trabajadora es obtener algunos diputados en el Congreso para poder luchar y
reivindicar mejoras para su clase social.
La República
llegará, tarde o temprano, simplemente porque la monarquía no se sustenta en
una sociedad moderna, porque las pocas supervivencias que quedan de épocas
anteriores se irán diluyendo como azucarillos en agua y llegará el momento que
los únicos reyes que queden sean los de la baraja.
“La expresión “el poder del pueblo” se ha
devaluado por su excesivo uso, pero no carece de significado” Matthew d´Ancona.
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