jueves, 20 de febrero de 2020

RIÁNSE UN POCO, POR FAVOR.


El uso del humor es uno de los mecanismos de defensa que el ser humano puede utilizar para protegerse en momentos de tensión, miedo, tristeza… puede llamar la atención pero no es extraño que en situaciones de dolor se utilice el humor para aliviar tensiones no deseadas, de ahí que sea en los velatorios donde pueda oírse chistes de los más diversos, o que se recuerden las anécdotas más graciosas del finado.
Una de modalidades más escabrosas es el conocido como “humor negro”. El “humor negro” no es otra cosa que buscar la risa a través de situaciones tristes, escabrosas o grotescas. Suele ser considerado ofensivo y de mal gusto, pero quien más o quien menos ha contado algún chiste que puede encuadrarse dentro de esta tipología.
Uno de los casos más llamativos fue la reacción por toda España ante las amenazas sufridas por el Daesh en boca de un yihadista de origen Cordobés, lejos de provocar miedo o terror en la población, objetivo del grupo terrorista, las redes sociales se llenaron de memes ridiculizando al mensajero del Estado Islámico, convirtiéndolo en el hazmerreír de todo el país.

Otra de las amenazas que tiene en jaque a todo el sistema sanitario mundial, es la crisis del conocido como Coronavirus, originario de China y que se está expandiendo como la pólvora por todo el globo.
Sin banalizar el tema y la tragedia que realmente produce, usar el humor para minimizar el impacto que puede generar verse convertido en objetivo del grupo terrorista más peligroso del planeta o caer infectado por un virus que se ha cobrado ya más de 2000 muertes, con 74.000 personas infectadas en todo el mundo, es un antídoto eficaz para poder afrontar dichas amenazas con entereza.

Vivimos en una época donde darse por aludido y ofenderse está tan extendido que ha surgido el término “ofendidito” para calificar a este tipo de personas que se siente atacado por todo.

Como seres racionales tenemos la capacidad de analizar y tomar una posición subjetiva ante cualquier situación, esto es, somos capaces de decidir qué posición tomar ante una situación: enfadarnos, reírnos, permanecer indiferentes, sorprendernos, etc.
El sociólogo francés Pierre Bordieu afirmaba que no podía haber humor en la tragedia, pero es evidente que a la hora de llevar a cabo sus estudios para poder alcanzar esa conclusión no se fijó en la sociedad española, si lo hubiera hecho, posiblemente jamás hubiera dicho esto.
“El humor es la gran coraza con la que uno se defiende en este valle de lágrimas” Camilo José Cela.

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