Comienza el espectáculo del Mundial.
El próximo 20 de noviembre tendrá lugar la inauguración del Mundial de Fútbol 2022, que como todo el mundo sabe tendrá lugar en Qatar. Mucho se ha hablado de la idoneidad de celebrar un evento de tal magnitud en un país, donde el respeto de los Derechos Humanos, con toda la magnitud que puede contener el concepto que implica “Derechos Humanos”, brilla por su ausencia.
Es conocido que la homosexualidad está prohibida en Qatar, con unas de penas de 10 años de cárcel por ser homosexual. Más de 7.000 obreros han fallecido en la construcción de las infraestructuras necesarias para que se pudiera llevar a cabo la competición. Los derechos laborales de los trabajadores rozan el estado de semiesclavitud y la seguridad laboral brilla por su ausencia. El trato a la mujer, también es significativo, donde se le considera un ciudadano de segunda categoría, con sus derechos más que mermados y en un estado de subordinación al hombre. A través del Mundial se promocionará turísticamente un país con semejante currículum.
Los valores implícitos al deporte asociados con el respeto, la disciplina, la tolerancia, el trabajo en equipo y el espíritu de superación hace tiempo que fueron olvidados por el fútbol profesional y sustituidos por el “valor del dinero”, es fácil de comprobar con las cifras indecentes que se manejan en él y en la designación de Qatar, el valor del dinero ha tenido un peso superior a los valores deportivos. La designación de Qatar como sede para el mundial 2022 estuvo envuelta en la sombra de la sospecha de corrupción, donde los petrodólares qataríes supuestamente “compraron” las voluntades de las personas encargadas de designar la sede, a la hemeroteca me remito.
La designación de Qatar como sede ha supuesto significativos cambios en el torneo, conocidos por todos, no hay mejor ejemplo que su inauguración será a finales de noviembre, ya que en verano sería imposible jugar debido a las altísimas temperaturas que allí se dan, ¿hubiera estado la FIFA dispuesta a realizar cambios similares si no se hubieran puesto encima de la mesa cantidades astronómicas de dólares?
Ningún país ha renunciado a asistir
al mundial, el valor del dinero ha vuelto a tener más peso que el de la
dignidad. Dinamarca diseñó una equipación donde podía leerse “Derechos Humanos
para todos”, la FIFA ha prohibido a la selección danesa jugar con esa
equipación argumentando que no se pueden exhibir lemas políticos, ¡no se vayan
a molestar los anfitriones! ¿cómo si todo lo que envuelve a la celebración del
mundial no fuera un tema político?
Por otro lado, Dua Lipa y Rod Stewart,
entre otros, han renunciado a participar en la ceremonia inaugural del torneo,
rechazando millonarias cifras demostrando más dignidad de la que ha demostrado
la FIFA en todo el proceso.
Por mi parte, no pienso ver ni la
inauguración, ni ninguno de los partidos que se disputen como modo de protesta,
sé que no es mucho, pero es mi granito de arena como denuncia a este
despropósito. Con esto, no estoy pidiendo que se realice un boicot al campeonato,
allá cada cual con sus principios.
“Negar a las personas sus derechos
humanos es cuestionar su propia humanidad” Nelson Mandela
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