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miércoles, 31 de agosto de 2016

SOLIDARIDAD Vs CARIDAD.



Existe una confusión en el uso de las palabras “solidaridad” y “caridad” que son usadas arbitrariamente sin distinción como si fuesen sinónimas y aunque tienen un uso similar hay diferencias que nos conviene tener presentes a la hora de utilizarlas y sobre todo a la hora de actuar, dependiendo de cuál sea el fin que pretendemos con nuestra acción.

 

Comencemos con su origen etimológico, que nos dará idea de cuál es su uso concreto:
-          Solidaridad: Proviene del término del latín soliditas que hace referencia a una realidad homogénea, entera y unida donde los elementos que conformaban ese todo eran igual a la naturaleza.
-          Caridad: Proviene del latín caritas que significa amor, en su acepción en español “la virtud de amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo” por lo que tiene su origen en la utilización cristiana de la palabra.
Como se puede observar en las dos acepciones, la primera hace referencia a la igualdad de hechos y la segunda hace referencia al amor, por lo tanto a la relación que se tienen con los demás.
Pero adentrémonos algo más en las definiciones de estas palabras para más adelante poder ver como deberíamos definir nuestros comportamientos con los demás. Como actos de caridad o como actos de solidaridad.
La Real Academia de la Lengua Española define de la siguiente manera:
-          Solidaridad: Adhesión circunstancial a la causa o a la empresa de otros.
-          Caridad: 1. Actitud solidaria con el sufrimiento ajeno. 2. Limosna que se da o auxilio que se presta a los necesitados.
Actualmente podemos ver como se utilizan ambas palabras indistintamente pero debemos saber cuándo actuamos con caridad y cuando con solidaridad para conocer cuáles son los efectos de nuestros actos con respecto a las causas o personas sobre los que actuamos.
Si caridad se ejerce por “amor” al prójimo, esto no implica una adhesión sobre la causa que ha llevado a la persona a la situación que nos ha llevado a ser caritativa con él o ella, valga para explicar esta situación el siguiente ejemplo: si una persona está pidiendo limosna y le damos unas monedas, esta acción no podría denominarse como “solidaria”, sino como “caritativa”, ya que no estamos actuando sobre la causa que ha llevado a esa persona a la situación de tener que pedir limosna. Somos nosotros exclusivamente los que decidimos actuar para acceder a la petición de esa persona sin entrar en más detalles de la situación.
Si por el contrario, continuando con el mismo ejemplo, en vez de darle unas monedas nos ponemos a pedir limosna con él o ella, para ayudarle a conseguir más dinero, nos estaríamos adhiriendo a su causa actuando de la misma forma que ha decidido actuar la persona que está pidiendo para solucionar su situación, estaríamos actuando de forma solidaria.
Por explicarlo de otra manera, si actuamos uniéndonos a una causa, con el fin de solucionar una situación, participando de las acciones programadas para encontrar dicha solución, sería actuar de forma solidaria, pero si de forma unilateral decidimos actuar de manera puntual en una situación estaríamos haciendo uso de la caridad.
Para resumir podríamos decir que para ser solidario habría que tener una implicación personal con la situación a la que hay que encontrar solución, y para hacer uso de la caridad únicamente hay que hacer una acción puntual sin que se tenga una implicación personal.
Esto nos lleva a la siguiente pregunta, ¿qué acción es más importante a la hora de solucionar un problema?
Después de la explicación anterior, podríamos llegar a la conclusión, que son las acciones solidarias las que pueden provocar un cambio en la realidad que se pretende actuar, mientras que la caridad únicamente da una solución parcial o momentánea a dicho problema.

“La verdadera seguridad se haya más bien en la
solidaridad que en el esfuerzo individual aislado” Fiodor Dostoyevski
“Es justicia y no caridad lo que
necesita el mundo” Mary Wollstonecraft