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miércoles, 27 de noviembre de 2019

HABLEMOS DE RACISMO.



El racismo, tal y como se concibe en la actualidad, viene determinado por el darwinismo social.
El darwinismo social fue una teoría pseudocientífica que aplica los estudios que Darwin hizo sobre la evolución de las especies y la adapta a la especie humana, dividiendo a los seres humanos en distintas razas, en función de unas características arbitrarias, dotando a cada una de ellas de unas características en función de su evolución, tomando como punto superior las características sociales europeas.
Esta teoría tuvo su punto álgido en la Alemania Nazi que basó su política de exterminio en estos principios, tomando como raza superior la raza aria, estando todas las demás subordinadas a esta.  

Tras la segunda guerra mundial esta teoría cayó en declive tras conocer las aberraciones que los nazis habían cometido.
Hoy, estudios antropológicos y genéticos, afirman la no existencia de razas así como la mentira del mito de la pureza racial.
Teniendo estos datos en cuenta, ninguna teoría racista se sostiene en la actualidad. Entonces cabría preguntarse ¿Cómo pueden seguir existiendo racistas en la actualidad?
En mi opinión hoy no existen racistas, aunque siempre queda algún descerebrado, ya que realmente los mensajes de odio no se dirigen a personas por sus características físicas, aunque se tomen como referencia, los insultos vienen determinados por su capacidad económica. No se insulta al extranjero (africano, asiático, sudamericano…) o a quien profesa una religión distinta (principalmente musulmanes) sino a los pobres.

Lo que me lleva a hacer otra pregunta, alguno de estos “racistas” se negarían estrechar la mano a Nasser Al-Khelaïfi, presidente del Paris Saint Germain por “moro”, a Samuel Etoo por “negro” o Messi por “sudaca”, seguro que no, porque ellos han limpiado su estigma racial siendo millonarios.
Cuando oímos o leemos las barbaridades racistas que algunos proclaman con sobrado orgullo y escaso cerebro no lo hacen por el color de piel, religión o procedencia, utilizan estas excusas para atacar al eslabón más débil de la sociedad, que son las personas que han abandonado sus raíces para buscar una oportunidad de mejorar su vida y que son pobres.
No es racismo es aporofobia, miedo al pobre, y establecen diferencias entre unos pobres y otros para que peleemos entre nosotros mientras ellos siguen atiborrándose del pastel que es de todos.
Pero cuando los oigas hablar no te fijes en el color de la piel de las personas de las que habla, fíjate en su clase social y te darás cuenta que no habla en contra de personas de otros países, habla en contra tuya.
“Sólo hay una raza, la raza humana y todos somos miembros de ella” Margaret Atwood

miércoles, 20 de noviembre de 2019

PRESIONAR DESDE ABAJO.


Los años treinta del siglo pasado fue una década tremendamente dura a nivel global, azotada por una durísima crisis económica provocada por el crack del 29. En ese contexto, Franklin D. Roosvelt alcanzó la presidencia de Estados Unidos en las elecciones de 1932.
Roosvelt, se presentó a la presidencia sin un programa económico definido siendo consciente de la grave situación económica que pasaba el país y del sufrimiento de las clases más desfavorecidas de la población estadounidense.

Los años 30, también conocido como periodo de entre guerras, estaba viviendo el auge del nazismo y el fascismo en Europa. El descontento también había llegado a Estados Unidos, con el auge de movimientos profascistas y antifascistas, por lo que Roosvelt era consciente de que de no alcanzar la paz social a través de un reparto más justo de la riqueza el rumbo que tomaría Estados Unidos era impredecible. Las huelgas continuas pedían más trabajo y el índice de desempleo se había colocado en porcentajes desconocidos por entonces en Estados Unidos.

En este contexto y habiendo ganado las elecciones, las primeras acciones que llevó a cabo como presidente fue reunirse con los agentes sociales para conocer sus necesidades y demandas.
En dicha reunión, los agentes sociales le plantearon la necesidad de llevar a cabo una reforma agraria que revitalizara la producción agrícola, así como la nacionalización de sectores industriales estratégicos así como la creación de un plan para luchar contra el desempleo y la activación de una serie de políticas sociales que a la vez que paliaba las necesidades básicas de la población tuviera como objetivo la búsqueda de empleo para la población desempleada, la intervención estatal en la banca así como en la bolsa.
Tras esta reunión, la respuesta de Roosvelt fue contundente: “tienen ustedes toda la razón, ahora salgan a la calle y oblíguenme a hacerlo”. Consciente de que los poderes económicos actuarían de freno a las reformas que necesitaba el país y que solo una fuerte presión social podía desequilibrar la balanza en el sentido de la mayoría social. Dando como resultado la política de New Deal (Nuevo trato) que llevó a Estados Unidos a la hegemonía mundial.

Tras el pacto firmado entre PSOE y Unidas Podemos tras las últimas elecciones generales se ha generado un clima de ilusión que espera que se lleven políticas que favorezcan a la mayoría social, pero hay que ser consciente que no será fácil llevar a cabo políticas que confronten con los intereses de los poderes económicos, por lo que habrá que presionar desde abajo para desequilibrar la balanza hacia la mayoría social.

Conocemos las políticas que son necesarias para mejorar la calidad de vida de la mayoría, ahora toca salir a la calle y obligarlos a hacerlo.
“La historia no se repite, pero a veces rima” Mark Twain.

miércoles, 13 de noviembre de 2019

POSTUREO POLÍTICO


El pasado día 7 de noviembre del presente año, la Asamblea de Madrid aprobó con los votos de Vox, PP y C´s una proposición no de ley instando al gobierno de España a la “ilegalización inmediata de los partidos separatistas que atenten contra la unidad de la nación”. Esta propuesta que por su contenido y en la fecha en que fue presentada no dejaba de ser un mero acto de postureo político, tiene una gran carga ideológica que deberíamos analizar.
En primer lugar es puro postureo ya que en el momento en que se aprueba la moción existe un gobierno en interinidad que no puede tramitar leyes nuevas, encontrándonos a tres días de las elecciones generales, con los resultados conocidos por todos a estas alturas.
En segundo lugar habría que afear a estos partidos por utilizar las instituciones públicas para hacer campaña electoral.
En tercer lugar, es una moción que atenta contra todas las leyes fundamentales y acuerdos internacionales por los que nos regimos, atenta contra: la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, la Constitución Española y la Declaración de los Derechos Humanos, igualmente atenta contra los principios propios de un sistema democrático.
En el caso de llevarse a cabo una ley con el contenido que propone la Derecha española, abriría la puerta para la ilegalización de todos los partidos que no estuvieran de acuerdo con su estructura social, económica o estatal.
Sabemos que la asunción de los preceptos democráticos no son el punto fuerte de los partidos de extrema derecha, durante la propia campaña Ortega Smith, secretario general de VOX, amenazó con la ilegalización del PNV, habiendo sido el PNV uno de los partidos nacionalistas que han dotado de estabilidad tanto a gobiernos del PSOE como del PP cuando ha sido necesario quizás, que el PNV sea un partido de derechas que no ha estado implicado en casos de corrupción desorienta a la derecha centralista para asimilar que comparten principios ideológicos.
Otra de las propuestas que la derecha representada por Ciudadanos y Vox han expuesto durante la campaña es la eliminación del Estado Autonómico y la recuperación de las competencias por el gobierno central. Acabar con las autonomías además de volver a atentar contra la Constitución Española, aumentaría la desigualdad entre el Norte y Sur peninsular, ya que el reparto presupuestario volvería a quedar concentrado en Madrid y las zonas industrializadas, paralizando la ya maltrecha recuperación del Sur español. Puede que las autonomías deban ser revisadas en cuanto la gestión de los recursos, pero su supresión sería condenar a las comunidades más pobres al ostracismo y el atraso económico (aún más). Todos y todas los que vivimos al Sur de la Comunidad de Madrid sabemos que es cierto.
Con su visión anacrónica, fundamentalista y antidemocrática del Estado Español, estos tres partidos son un verdadero peligro para la democracia cerrando los ojos a una realidad mucho más heterogénea y diversa provocada por los movimientos socioeconómicos puestos en marcha por la globalización.
Existen dos visiones de España y la derecha propone una visión en blanco y negro.
“Lo que destruye a un país no es la transferencia de competencias administrativas sino el que el 1% de la población tenga el 50% de la riqueza” José A. Zorrilla.

martes, 5 de noviembre de 2019

POR QUÉ VOTAR EL 10N


Llevamos cuatro elecciones en cuatro años, y eso, pese a quien pese, provoca un desgaste y hastío en el votante. Este cansancio se incrementa cuando a través de los medios de comunicación, redes sociales y campañas opacas interesadas, se incita a los electores a no acudir a votar.

Mensajes como el coste de la jornada electoral, incidir en la incapacidad de nuestros políticos en llegar a acuerdos o los mensajes interesados sobre temas que no afectan a la mejora de la calidad de vida de la población tienen como único fin evitar que la población ejerza su derecho al voto.
Estos mensajes tienen una intención clara, es que a menor porcentaje de votación los partidos mayoritarios verán como su porcentaje de electores sube, incluso disminuyendo el número de votantes, lo que les facilitará ejercer una mayor autoridad a la hora de pactar con fuerzas minoritarias.
Esta estrategia está fundamentada en el profundo desconocimiento que tiene el pueblo español sobre la ley electoral que lo hace profundamente manipulable a través de mensajes simples cuyo único fin es desmovilizarlo.

Esta desmovilización es más acusada en los votantes de izquierdas porque históricamente han resultado más críticos con sus representantes y por lo tanto su voto es más difícil de conseguir, si a esto le sumamos una campaña mediática enfocada a la desmovilización de la clase trabajadora, el sistema económico representado por las tres derechas más el PSOE, obtendrán una mayoría más que suficiente para no cuestionar un sistema que precariza a esta clase cada vez más.

Las clases acomodadas (la burguesía de toda la vida) van a votar para defender sus intereses, algo normal y lícito. El día de las elecciones es el único día donde tu voto vale lo mismo que el voto de un alto ejecutivo de una multinacional. Lo que nos lleva a hacernos las siguientes preguntas:
-          ¿Tú tienes los mismos intereses que un alto ejecutivo de una multinacional?
-          ¿Sería lógico votar lo mismo que este ejecutivo?
Ir a votar va a suponer invertir cinco minutos del domingo para aportar tu grano de arena en las decisiones que se tomarán durante los siguientes cuatro años, de ti depende que esas decisiones te beneficien o perjudiquen. No te dejes manipular, el 10N vota.
Lo único que conseguirás no acudiendo a votar es que otros decidan por ti.
 “La multitud no reacciona sino a estímulos muy intensos. Para influir sobre ella es inútil argumentar lógicamente” Sigmund Freud.