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domingo, 13 de noviembre de 2016

LOS UNIFORMES SON PARA EL EJÉRCITO.



Es cada vez más común ver ir camino del colegio a niños y niñas que visten los distintos uniformes de sus respectivos centros educativos, con el beneplácito cada vez más generalizado de la sociedad en general y de la comunidad educativa en particular.


Pero no únicamente vemos personas uniformadas en los centros educativos, sino que ya está totalmente generalizado, en distintos puestos de trabajo, desde Centros Sanitarios Públicos, hasta operarios municipales.
El tipo de uniforme y su objetivo es un tema que trataremos en otra ocasión, ya que su uso no es casual, sino que cumple una función principalmente jerárquica.
Me gustaría centrarme concretamente en el uso de uniformes por niños y niñas en distintos centros educativos tanto privados como cada vez más generalizado centros públicos.
El origen del uniforme se encuentra en el ejército, todos tenemos en mente a las legiones  romanas ya en la antigüedad, perfectamente uniformadas, con diferentes distintivos para los distintos mandos del ejército. Costumbre que se ha mantenido hasta la actualidad a lo largo y ancho del mundo. El uso del uniforme para el ejército tiene una función jerárquica, el objetivo es eliminar la individualidad de cada sujeto, y que se dedique a cumplir órdenes, de ahí que tenga unas normas estéticas tan estrictas, ropa, calzado y corte de pelo. Esto facilita la operatividad de cualquier unidad de cualquier ejército, que ejecuta las órdenes que vienen de un superior sin cuestionarlas, desde el último soldado hasta el primer general.


Esta característica tan útil para el ejército, se ha trasladado al mundo del trabajo, tanto público como privado, donde muchos trabajadores tienen la obligación de realizar sus trabajos uniformados, en muchos casos por visibilidad empresarial, imagen de marca, identificación de un sector laboral concreto, seguridad laboral, etc.
Pero es en los centros educativos donde es a mi entender más contraproducente para la consecución de los objetivos a alcanzar, los niños y niñas en edad escolar se encuentran formándose no sólo académicamente sino personalmente, es un periodo donde tienen que desarrollar su autonomía personal, su personalidad, su espacio en el mundo como seres únicos e irrepetibles, para ello su ropa, cumple una función muy importante, donde destacarán los colores que le gustan, camisas por dentro del pantalón, o por fuera, camisetas anchas o ajustadas, etc, dicen que nunca se puede dar una segunda primera impresión, y su imagen es su carta de presentación, si a esto le sumamos el dicho de “una imagen vale más que mil palabras”, tenemos una argumentación, si bien básica, sí muy contundente para estar en contra de los uniformes escolares.

 Argumentos utilizados a favor del uso del uniforme escolar son: elimina la diferencia de clase social que puede señalar una determinada marca de ropa, es muy cómodo para las familias no tener que pensar que ropa han de ponerse los escolares durante cinco días a la semana, por ejemplo.
La sociedad es desigual, existen diferentes clases sociales, y es bueno que los niños y niñas conozcan la realidad social de su entorno cuanto antes, a pesar de que los adultos nos empeñemos en mantenerlos en una jaula de oro. Por otro lado si alguien quiere ponerle a su hijo o hija la misma ropa durante los cinco días de la semana, es libre de hacerlo.
Los argumentos a favor del uniforme escolar, pueden ser mejores o peores pero no tienen nada que ver ni con argumentos pedagógicos ni con argumentos relacionados con los niveles de desarrollo de los niños y niñas en edad escolar.

En mi opinión el uso del uniforme puede ser un gran recurso para instituciones como el ejército donde un número nutrido de personas han de actuar como una sola, pero para niños y niñas en edad escolar es mucho más beneficioso tener la libertad de usar la ropa que elijan.