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miércoles, 27 de diciembre de 2017

¿DONDE ESTÁN LAS BANDERAS?

Los trabajadores/as del aeropuerto de la Base Naval de Rota, hace tiempo que sufren el maltrato de la empresa estadounidense, Louis Berger Aircraft Services (LBAS). Han sido y son, acosados, presionados… trabajan bajo unas condiciones impropias de un país que pertenece al “primer mundo”, y presume de su “Estado de Derecho”.
                La empresa, ha ejecutado ya 23 despidos y son 12 trabajadores más los que en la actualidad han sido expedientados por diversos motivos, el juzgado ha sentenciado ya los despidos como improcedentes, pero la empresa norteamericana hace caso omiso a las leyes españolas.



                No sólo no cumple con la sentencia judicial, sino que, amenaza con ejecutar más despidos, boicoteando el derecho a huelga de los trabajadores, un derecho recogido en nuestra Constitución, y que la empresa incumple sistemáticamente.
                Este no es un conflicto laboral más, este conflicto pone en entredicho la soberanía nacional y va a determinar si España es un país soberano o una simple colonia estadounidense.
                Es el Gobierno Español, a través del Ministerio de Defensa, es el que debe dar un golpe en la mesa y decirle a LBAS, que esto no es Puerto Rico, ni Granada ni ninguna República Bananera a la que acostumbran a mangonear.
                Los trabajadores del aeropuerto de la Base Naval de Rota, son un ejemplo de dignidad, y merecen los respetos de toda la clase trabajadora, ya que si ellos pierden esta batalla la habremos perdido todos los trabajadores y trabajadoras de este país. Si un colectivo de trabajadores organizados, motivados, y con ganas de dar batalla a la multinacional cae, ¿qué será de otros colectivos menos organizados?
                Y ante toda esta situación, yo me pregunto ¿Dónde están las banderas? ¿Dónde están los del “a por ellos”? ¿Dónde están los que se les llena la boca con la palabra España? ¿Dónde están los que con una mano agitan la bandera para tapar sus vergüenzas y con la otra traicionan a sus propios paisanos?
                Mientras la empresa norteamericana, incumple las leyes españolas, el Gobierno de la nación mira para otro lado, mientras los trabajadores españoles de la base naval de Rota son pisoteados laboralmente, el gobierno del Partido Popular pide que no se politice el conflicto.
                Si esta situación se diera en otro país europeo, la empresa ya hubiera sido expulsada y reemplazada por otra que cumpliera las leyes. Pero, lamentablemente, tenemos un gobierno lacayo, demasiado acostumbrado a “chupar botas”, independientemente de que estas botas sean, alemanas, inglesas o yanquis. Un gobierno que mira más por sus intereses personales que por los intereses de los ciudadanos a los que representan. Un gobierno que “echa balones fuera” en vez de afrontar e intentar solucionar el conflicto poniéndose del lado de sus compatriotas, un gobierno para el que Rota y los roteños y roteñas están demasiado lejos de Madrid.
                Este es el primer conflicto laboral importante en bastante tiempo dentro de la Base Naval de Rota, pero no será el último.

Protesta de los trabajadores/as del aeropuerto de la base en las puertas del Control de acceso el día de Nochebuena. 

                Los trabajadores/as del aeropuerto llevan encerrados en el Castillo de Luna, Ayuntamiento de la ciudad, desde el pasado 22 de diciembre, el próximo 29 hay convocada una concentración en la puerta del Castillo a las 19:00h, que el grito de protesta se eleve desde Rota hasta Morristown, Nueva Jersey, donde la empresa tiene su sede en EEUU, que este grito le diga que los trabajadores del aeropuerto de la base, no se rinden y que tienen el respaldo del resto de sus vecinos. Rota no es ninguna colonia yanqui.
EL PUEBLO UNIDO JAMÁS SERÁ VENCIDO.

Salud.

jueves, 21 de diciembre de 2017

HACE MUCHO TIEMPO, EN UNA GALAXIA MUY, MUY LEJANA…

Desde que conocí Star Wars, cuando era pequeño, soy un fanático de esta saga, he visto las películas infinidad de veces y conozco a todos sus personajes. Entiendo que haya quien no tenga la misma afición que yo por estas películas, así que, procuraré explicar el argumento de la saga, para que el que no esté familiarizado con ella entienda porque millones de personas somos seguidores de este fenómeno mundial.



La historia comienza en una República Galáctica, a la que un ejército de clones (los clones son unos seres que están “cortados por el mismo patrón” que no tienen la capacidad de pensar por sí mismos y sólo son capaces de recibir órdenes) al servicio del Emperador, da un Golpe de Estado con el objetivo de eliminar la democracia interestelar y someter a todos a las órdenes de éste, el Emperador es un hombre bajito con un acento cuasi cómico que bien podría ser del noroeste de la galaxia, y con muy “mala leche”, cuyo único deseo es dominar a todos los ciudadanos para que se haga su voluntad, eliminando cualquier atisbo de oposición con la mayor crueldad.



Pero el Golpe de Estado perpetrado por el Emperador no tiene un éxito rotundo y un pequeño número de Jedis (los Jedis son una especie de soldados intelectuales que buscan mantener el equilibrio en el universo y defensores de la democracia) se mantienen fieles a la república y plantan cara al Emperador y su ejército, dando origen a una guerra civil denominada “las guerras clon”. Pero como suele pasar las armas ganan a la razón, al menos en un primer momento, y el imperio se instaura de manera estable.
No todo está perdido, ya que un número de Jedis, consigue mantener la resistencia y poco a poco van aumentando el número de Rebeldes, y entrenando a nuevos Jedis.
Al final (tranquilos no voy a hacer spoiler de la última película) después de muchas batallas, muchos amigos caídos en el camino, la razón se impone a la fuerza bruta y la república vuelve a llevar la democracia a la galaxia. La historia repite la eterna lucha entre el bien y el mal.
En muchos casos, los fans prefieren a los personajes del “Lado oscuro”, tienen uniformes más chulos, poderes aparentemente más impresionantes, pero en el fondo saben que “La Fuerza” o lo que es lo mismo, la razón triunfará.



Está claro que resumir ocho películas, varias series y multitud de personajes en tan poco espacio es una osadía, pero podrán entender por qué soy fan de esta saga, incluso pasando por alto los efectos especiales.
Alguien habrá podido encontrar una metáfora en el texto, puede ser así, o no, eso lo dejo a la imaginación del lector/a. Lo que realmente me encanta de Star Wars es, que a pesar del sufrimiento, los reveses del destino, las traiciones, las situaciones desesperadas… aquí sí terminan ganando los buenos.
Así que sólo me queda despedirme deseándoles lo que cualquier fan de Star Wars les desearía:
Que la Fuerza les acompañe.
Salud.


miércoles, 13 de diciembre de 2017

EL CUARTO SECTOR



Nadie discute a estas alturas que el cuarto sector es uno de los pilares económicos de nuestro país. Entendemos por cuarto sector, el sector económico dirigido a cubrir las necesidades sociales, este sector se ha convertido en un nicho de empleo importante para la economía, con un número de profesionales muy variados, desde psicólogos, educadores, trabajadores sociales, terapeutas, enfermeras, limpiadoras, etc.
Este trabajo en sus inicios, era llevado a cabo por asociaciones, ong´s, fundaciones sociales, etc., impregnadas por unos valores, una ética y ganas de mejorar la sociedad que vivían, cubriendo las necesidades a las que no llegaba la administración pública.
El cuarto sector, es un sector económicamente deficitario, por una cuestión evidente, dan servicio a los sectores más desfavorecidos, por lo que los programas que llevan a cabo son propuestos por las administraciones públicas que al no tener ni personal ni infraestructura suficiente proponen los proyectos para que sean financiados a través de contrataciones o subvenciones.
Pero de un tiempo a esta parte, han aparecido un número importante de empresas que se dedican a dar este servicio, sustituyendo en las contrataciones a las tradicionales organizaciones que anteriormente las llevaban a cabo, lo que ha incidido en un empeoramiento de las condiciones laborales de los profesionales que trabajan en este sector.


La principal diferencia que existe entre una asociación (fundación, ong, etc.) y una empresa es clara y legítima, la asociación no tiene ánimo de lucro y la empresa sí. Una empresa se considera viable siempre que obtenga un mínimo del 20% de beneficios.
Estos programas sociales al salir a concurso, son baremados en dos líneas: proyecto y coste económico, los proyectos pueden ser muy similares entre empresas y asociaciones, y es en el coste económico donde se dirime la disputa, las asociaciones y empresas que pretendan pagar un sueldo digno a sus trabajadores con casi total seguridad perderán el concurso, que será ganado por aquella empresa que licite un precio menor, como es evidente ninguna empresa se presentará a gestionar un proyecto que le sea deficitario, por lo tanto el 20% de beneficios saldrá de los sueldos de los trabajadores.
La ley de estabilidad presupuestaria aprobada por el gobierno del partido popular, impide que sean las administraciones públicas las que lleven a cabo estos programas ya que son deficitarios y alto endeudamiento de estas administraciones les impide ejecutarlas por ellas mismas.
Los resultados son unas necesidades cubiertas con trabajadores, desmotivados, mal pagados, y en muchos casos resignados a su situación, sin que haya una ley que obligue a estas empresas a pagar un sueldo digno o al menos que todas las que compiten por estos proyectos partan en unas condiciones de igualdad, donde las condiciones económicas sean similares y sea el proyecto el que dirima el “conflicto” donde todos los que se presenten se esfuercen en dar un servicio excepcional pagando unos sueldos justos, obteniendo los usuarios unos trabajadores motivados y bien pagados.


Evidentemente,  esta nefasta situación es posible gracias a esta crisis-estafa que estamos padeciendo donde existe un nivel de desempleo enorme, que hace que exista “recambios” para el que no esté dispuesto a soportar ciertos niveles de “semi-esclavitud”.
La precariedad laboral se ha institucionalizado en todos los sectores, al menos en los sectores a los que podemos acceder las clases populares, hay otros sectores que no conocen esa palabra, pero es triste que sea más evidente en el colectivo que se dedica a cubrir las necesidades que no cubren las administraciones.
Salud.

lunes, 11 de diciembre de 2017

DE LA DICTADURA A LA DEMOCRACIA.

Decía Michel Foucault que el poder reside en el discurso, esto quiere decir, que quien es capaz de crear un discurso hegemónico para la mayoría de la población tiene el poder de dirigir a un colectivo dentro de los parámetros en los que se enmarque este discurso.
En el libro de Ciencias Sociales de la Editorial Santillana para sexto de primaria, dice textualmente: “La transición fue el proceso que se inició cuando murió el general Francisco Franco y que significó el paso de una dictadura a una democracia de forma pacífica”.


Es cierto, que la transición fue un proceso llevado a cabo de una manera magistral por los actores del momento, Adolfo Suarez, Santiago Carrillo, Felipe González… entre otros, sobre todo teniendo en cuenta “los mimbres que había para hacer el cesto”. Hombres con la responsabilidad de Estado como aquellos, hace tiempo que no se ven en el panorama político español.
Llevar al país a una democracia de una manera progresiva, no debió de ser nada fácil, teniendo en cuenta la resistencia de parte del ejercito a abandonar un poder que había ocupado por las armas desde 1939.
A la transición española podemos ponerle muchos apelativos, pero a mi entender no podemos denominarla “pacífica”.
De 1976 a 1986, hubo en activo en España cuatro grupos terroristas de distinta índole: ETA, GRAPO, FRAP Y GAL. Además de numerosos grupos de extrema derecha que no dudaban en utilizar las armas para conseguir sus objetivos.


Por ejemplo: En 1980 hubo 97 muertos a manos de ETA, en 1983 los GAL cometieron 23 asesinatos, los GRAPO cometieron 83 asesinatos.
También hubo muertes significativas, como el asesinato de los abogados laboralistas de Atocha por parte de un grupo fascista, donde el Partido Comunista demostró un compromiso férreo con la construcción de la democracia, donde una multitud siguió en silencio los féretros de los asesinados, sin una llamada a venganza. O el asesinato de Manuel José García Caparros, abatido de un disparo mientras pretendía colocar una bandera de Andalucía en un edifico del gobierno, el 4 de diciembre de 1977 en Málaga.
Otro hecho importante dentro de las acciones violentas que sucedieron durante la transición es el intento de Golpe de Estado perpetrado por el Teniente Coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero, que afortunadamente fracasó. Nunca sabremos quién era el misterioso “Elefante Blanco” a quien Tejero debía entregar el poder.


Lo que es indudable es que durante la transición, hubo un ambiente violento que envolvía todo el proceso, pero que pasados los años muchos pretenden olvidar, y hacer creer a las nuevas generaciones que el paso de la dictadura a la democracia fue un camino de rosas.
Cuarenta años después del comienzo de la transición, muchos pretenden reescribir la historia anulando a todas estas víctimas del relato oficial, víctimas que sembraron con su sangre el camino que nos ha traído hasta aquí. Lo que no se cuenta tiende al olvido y lo que se olvida es como si no hubiera existido.
Olvidar es traicionar a todos aquellos que cayeron luchando por un mundo mejor.

Salud.

miércoles, 29 de noviembre de 2017

UN 4 DE DICIEMBRE…



El 4 de diciembre de 1977, yo contaba con un año de edad, por lo que todos mis recuerdos de ese día vienen de reportajes de televisión, artículos periodísticos y relatos personales.
                Este año se cumplen cuarenta años de ese 4 de diciembre, fecha en la que el pueblo andaluz salió a la calle para reivindicar su identidad como pueblo.


               Las manifestaciones fueron masivas y como resultado de aquellas movilizaciones Andalucía consiguió la autonomía por el artículo 151 de la Constitución Española, al igual que las nacionalidades reconocidas como históricas, Galicia, Cataluña y País Vasco.
                El 4 de diciembre supuso la prueba de que cuando un pueblo se levanta no hay nada ni nadie que pueda pararlo.
                Pero ¿qué ha pasado cuarenta años después de aquel espíritu de protesta y reivindicación? Una batalla ganada por el pueblo, ante el discurso de “Andaluz ese no es tu referéndum” que esgrimía la derecha sociopolítica de entonces.
                Los motivos que hoy nos encontramos para salir a la calle son mucho más fuertes que los que entonces sacaron a millones de andaluces a la calle: la precariedad laboral, la bolsa de las pensiones, los recortes en sanidad, educación, la alta tasa de paro, el cambio de modelo productivo, la corrupción, la violencia machista, la pérdida de libertades, etc.
                Sin embargo, la desmovilización es generalizada, se ha instaurado la sensación de que salir a la calle a recuperar lo que nos pertenece por derecho, no sirve de nada, que nada va a cambiar, que hay mucho que perder y poco que ganar, que no merece la pena, etc., cualquier excusa es buena para eludir la responsabilidad histórica de impedir que nuestros hijos vivan peor que nosotros.
                La protesta, en el caso de haberla, es sectorial; cada gremio laboral intenta reivindicar sus derechos, independiente del resto, la respuesta de los compañeros de otros gremios son la crítica y el desánimo.
                En los últimos tiempos hemos vividos diferentes huelgas de distintos gremios con similares resultados, pongo dos como ejemplo:
                Las huelgas en educación tuvieron un seguimiento desigual, y fueron combatidas por el gobierno con una campaña de desprestigio de los profesionales de la educación que caló en una amplia parte de la sociedad.

                Las huelgas en sanidad fueron igualmente importantes, las políticas de privatizaciones siguen su curso, y el gobierno utilizó la misma estrategia que con los profesionales de la educación.

                 El resultado de ambas movilizaciones fue la no consecución de los objetivos propuestos y la frustración y el desánimo ha calado en estos profesionales a la hora de volver a reivindicar sus derechos.
                La sanidad y la educación pública son sectores que nos afecta a todos por igual, ya que las clases más adineradas no la necesitan, tienen dinero suficiente para poder pagarlo en el sistema privado.
                Que distinto sería todo si nos uniéramos en busca de una mejoría en los servicios públicos, pero es más fácil criticar al que lucha y si consigue sus objetivos después poner la mano.
                Ese ente etéreo llamado “Sistema” responde a todas las movilizaciones con la máxima “Divide y vencerás” a lo que debemos responder con “El pueblo unido jamás será vencido”.
                Han pasado cuarenta años de aquel 4 de diciembre, sin embargo esa fecha estará para recordarnos que la fuerza del pueblo unido por un objetivo común genera un poder tan grande que no hay nada que pueda pararlo.
Salud.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

EN TIERRA DE NADIE

Los años cincuenta y sesenta fueron años de emigración donde muchos andaluces, extremeños, manchegos, en definitiva del sur de España, la zona más pobre y deprimida del Estado, hizo las maletas para instalarse en zonas donde obtener un trabajo bien remunerado en zonas como Cataluña, el País Vasco o al incipiente florecimiento del sector turístico en la Islas Canarias. Fuerza de trabajo que fue indispensable para el crecimiento económico de esas áreas.
Esos movimientos migratorios, como casi todos,  generaron el rechazo de la población allí asentada, que no veía con buenos ojos la llegada de inmigrantes a sus pueblos y ciudades, por el “peligro” que conllevaba de abaratamiento de la mano de obra, por otro lado argumento muy recurrente en todas las épocas.
De ahí que nacieran apelativos como “charnego”, “maqueto” o “godo”, todos ellos apelativos despectivos hacia personas que no eran nacidas en Cataluña, País Vasco o Islas Canarias, respectivamente.



Personas que únicamente buscaban mejorar su calidad de vida, aportando a esas nuevas sociedades, lo único que tenían, su fuerza de trabajo, y que además enriquecieron a las sociedades de acogida con su cultura y un modo diferente de ver el mundo. Personas que trasladaron a sus familias y dinamizaron a la economía local gastando e invirtiendo sus ganancias allí, y a pesar de todo poder enviar algo de dinero a su localidad natal para mejorar la vida de los que allí quedaron, esos apelativos dificultaban su integración, y fomentaban la segregación, haciéndolos estar en tierra de nadie, sin poder vincularse a la sociedad de acogida y lejos de su sociedad de origen.
Ni que decir tiene que esos apelativos, difundidos por las mismas personas, cuya única diferencia socioeconómica es haber nacido en otro lugar no sentaban bien en las comunidades de donde partían los emigrantes.
Con el tiempo la comunidad de acogida y la comunidad migrante, compartieron puestos de trabajo, espacios de ocio, etc., pero la enemistad generada entre comunidades permanece aún.
Definitivamente, ambos colectivos tenían algo en común más fuerte que su origen geográfico, y es que ambos pertenecían a las clases populares y tenían que trabajar para sacar a su familia adelante, por lo que no tenían más remedio que llegar a entenderse.
Ni que decir tiene, que oír términos como los nombrados anteriormente no son del agrado de andaluces, manchegos, extremeños… conscientes de su contribución a la riqueza de esas zonas, tan necesitadas de mano de obra.
Todos tenemos derecho a buscar un futuro mejor allá donde se encuentre. No olvidemos que desde que comenzó la crisis, más de seiscientos mil españoles han tenido que buscar trabajo más allá de las fronteras, diseminando la cultura española por todos los rincones de Europa, y nos gustaría que fueran tratados con el mismo respeto que son tratados los ciudadanos de los países que los han acogido.
Estoy seguro que todas las personas que hayan leído esto estarán de acuerdo conmigo, en que el respeto se gana siendo respetuoso, y por lo tanto evitando utilizar términos despectivos hacia un colectivo simplemente por haber nacido en otro lugar.
Recuérdenlo antes llamar a otra persona: negro, moro, sudaca, machupichu, etc. A fin de cuentas solo están recorriendo el mismo camino que recorrieron otros antes que ellos.



RESPETO

Salud.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

LA NUEVA EDUCACIÓN.

Una de mis grandes pasiones es el sistema educativo, en su más amplio significado, de ahí que tienda siempre a realizar un análisis del mismo.
La educación formal, la educación institucionalizada tal y como la conocemos, da como resultado una selección natural de individuos que están dirigidos a hacer de sus vidas laborales componentes de los engranajes de esta sociedad.
Quiero decir, el sistema educativo se divide en: Etapas, ciclos, etc. En cada una de estas etapas el alumno/a tiene que adquirir una serie de conocimientos para llegar a alcanzar una serie de objetivos, objetivos que en muchos casos distan mucho de las demandas de los alumnos, cercenando así cualidades como la imaginación y la iniciativa propia, innata en los niños y niñas de corta edad.



Políticamente, la educación, es uno de los caballos de batalla de todos los gobiernos una vez llegan al poder, es fácil comprobar cómo, cada vez que un nuevo partido llega al gobierno, una de sus primeras reformas que realiza es la ley de educación, modificándola mínima o sustancialmente o incluso totalmente, con el objetivo de obtener individuos afines con su ideario, siendo su último objetivo crear ciudadanos críticos e independientes.
Una y otra vez vemos como cada vez que se modifica la ley de educación se nombra a un número considerable de “reputados expertos” compuestos por: psicólogos, sociólogos, catedráticos,… pero si prestamos atención, nunca hay maestros y maestras en esas comisiones, lo que me lleva a la siguiente pregunta: ¿Qué porcentaje de población llega a la universidad? ¿Qué porcentaje de la población acude a la educación Primaria? Estas preguntas son de fácil respuesta, no solo es ignorada la experiencia de los maestros y maestras a la hora de redactar las leyes educativas sino que son sometidos a continuas campañas de desprestigio,  siendo los encargados de la formación del 100% de la población.
Durante los últimos cien años la imagen del maestro/a ha cambiado muy poco, impartiendo sus lecciones con una pizarra como única herramienta, ha variado muy poco, la falta de cooperación de muchos padres, demasiados, para con la educación de sus hijos es enorme, donde sólo ven en la escuela un lugar donde los niños están “recogidos” durante un número limitado de horas (el concepto de guardería está demasiado presente en una sociedad que cada vez se despreocupa más de sus menores, cargando toda la responsabilidad de la educación de estos menores exclusivamente en la escuela).
Afortunadamente, las nuevas tecnologías se van abriendo camino en las aulas y las pizarras digitales y la conexión a internet en el aula es cada vez más común, lo que acerca la realidad pedagógica a la realidad de la casa, donde los niños y niñas tienen todo tipo de estímulos.



Igualmente las nuevas teorías pedagógicas se van abriendo camino en los centros educativos, por ejemplo las Comunidades de Aprendizaje, están cada vez más extendidas por todo el país, es un concepto de educación que abre el centro a toda la comunidad educativa, y que permite a los padres, madres, abuelos, etc., participar en el proceso educativo de los niños y niñas, igualmente permite a los docentes conocer de primera mano y de una manera más profunda a los familiares de sus alumnos, así como el entorno de sus alumnos.



Ya Paulo Freire en su obra Pedagogía del Oprimido, decía: “Sería una actitud ingenua esperar que las clases dominantes desarrollasen una forma de educación que permitiese a las clases dominantes percibir las injusticias sociales de forma crítica”.



Es importante que a pesar de las leyes educativas de los gobiernos de turno, la sociedad vaya entrando en los centros educativos, y participen de la formación de las nuevas generaciones, e igualmente los centros vayan actuando en el entorno donde viven sus alumnos. No olvidemos que nuestro futuro está en las manos de esos niños y niñas, lo que sembremos hoy, será lo que recojamos mañana.
Salud.



miércoles, 8 de noviembre de 2017

LA IMPORTANCIA DE LOS SÍMBOLOS.

El símbolo es un concepto que se utiliza para representar una idea que se percibe a través de los sentidos cuyo significado es aceptado socialmente.
El uso de los símbolos ha sido utilizado por la humanidad a lo largo de la historia, y es un recurso muy útil para transmitir una idea o concepto. En la actualidad las “marcas” comerciales hacen uso de sus propios símbolos como estrategia identificativa.
Otro ejemplo que podemos utilizar es el de las señales de tráfico, a través de su simbología nos muestran cómo debemos actuar en cada momento: señal de stop, ceda el paso, etc. Todos ellos son símbolos aceptados socialmente y conocidos por todos y todas.
La iconografía simbólica impregna un amplio espectro cultural, si hablamos de la “justicia” a todos nos vendrá a la cabeza la imagen de una mujer con los ojos vendados sosteniendo en su mano izquierda una balanza y en su mano derecha una espada.



El uso de los símbolos cambia a lo largo de los periodos históricos, si a día de hoy podemos relacionar la figura del tridente con el arma que porta Lucifer, debido a nuestra cultura judeocristiana, en la antigüedad grecolatina estaba relacionado con el Dios Neptuno o Poseidón. Los símbolos cambian y se adaptan a los tiempos y a las personas que los usan.
En muchos casos se pretende convertir en un símbolo a personas que poco tienen que ver en la realidad con lo que pretenden representar.
Cuando en el año 2008, Barack Obama fue elegido presidente de los Estados Unidos, quiso transmitirse su elección como una victoria del pueblo afroamericano, pero ¿en realidad es así?, ¿representa Obama a los afroamericanos?
Barack Obama, pertenece a una familia acomodada, que poco tiene que ver con las necesidades que pasan el amplio colectivo que supone la población afroamericana en Estados Unidos, ni sufrió las trabas sociales y económicas que sufren millones de personas en aquel país.
Otro ejemplo es el de Hillary Clinton, su campaña estuvo fundamentada en su condición de mujer, ¿realmente Hillary Clinton representaba a las mujeres estadounidenses?, ni su condición socioeconómica ni sus objetivos políticos, podían representar a tal colectivo.
En ambos casos los especialistas en marketing de sus respectivos equipos tomaron una de sus condiciones y las generalizaron. Convirtiéndolos en símbolos, en realidad no importa si cumplen las expectativas generadas sino si los colectivos a los que pretendían representar se sentían representados por ellos. Esa es la función del “Símbolo”.



Lo importante de los símbolos es que hagan su función y esa función es que haya consenso a la hora de sentirse identificado con él. Si no es así el símbolo no es correcto y tiende a su desaparición o sustitución por otro que cumpla ese objetivo.
En España existen dos símbolos que han suscitado enfrentamiento históricamente son: la bandera y la monarquía.
España tiene tres banderas con han mantenido enfrentados a buena parte de la población: la tricolor republicana, la roja y gualda con el águila de San Juan, utilizada durante la dictadura franquista y la roja y gualda con el escudo monárquico.


No pretendo analizar este asunto desde un punto de vista pasional, todo lo contrario, intentaré hacerlo desde un punto de vista objetivo (con todas las dificultades que ello conlleva).
Estos tres símbolos cumplen su función únicamente en una parte de la población, mientras unos se sienten representadas por una, no lo hacen por las otras dos. Por lo tanto ninguna de las tres cumple con la función simbólica de representar a la totalidad de la población española, (motivos y causas son merecedores de un análisis propio).
La situación de la monarquía es similar. Una monarquía impuesta y heredera del régimen dictatorial anterior, nunca ha sido sometida a referéndum (el propio A. Suarez reconocía que la habían colado por la puerta de atrás) y una parte de la población no se siente representada por la monarquía, por lo tanto si la función del rey es el de simbolizar la unidad de España, este objetivo no es conseguido ya que una parte importante no se siente representada por éste. Por lo tanto para validarlo como símbolo, debe ser llevado a las urnas, y su resultado aceptado por la totalidad de la población.
Para que un símbolo funcione necesita consenso y validación, mientras esto no suceda provocará la reacción contraria, rechazo y enfrentamiento.

Salud.

miércoles, 1 de noviembre de 2017

PROLETARIOS DE TODOS LOS PAÍSES, UNÍOS.

“Proletarios de todos los países, uníos”. Con esta sentencia culmina K. Marx el Manifiesto Comunista, publicado en Febrero de 1848. En él, Marx sienta las bases de lo que sería el axioma de la izquierda, y más concretamente del comunismo.



Con esta frase Marx pone de manifiesto lo que ha sido y es, el motor de la historia, la lucha de clases, que está polarizada en dos frentes: burguesía Vs proletariado, o lo que es lo mismo; los propietarios de los medios de producción frente a los que tienen que vender su fuerza de trabajo a cambio de un salario.
En todo este argumentario se excluyen: fronteras, banderas nacionales, etc., ya que es un problema de clase (social) no de naciones. Los problemas de un albañil de Cádiz son los mismos que un albañil de Burdeos pasando por Barcelona.
La izquierda pone la clase social por encima de cualquier otra característica identitaria. Incluido el nacionalismo, cualquier nacionalismo.
El nacionalismo surge en el s. XIX como consecuencia  de los últimos estertores de los grandes imperios que terminarían por desmoronarse tras la I Guerra Mundial, que dará lugar a una división mundial similar a la actual.
El “nacionalismo” es un movimiento creado y gestionado por la burguesía en su afán por escalar a la posición social que, en aquel entonces, ocupaba exclusivamente la nobleza y el alto clero (estado previo a la lucha de clases descrita por Marx).
Una vez analizado, muy someramente, “nacionalismo” y “lucha de clases” podemos llegar a afirmar que la izquierda es siempre “internacionalista”.
Por eso la situación en Cataluña sólo la podemos enmarcar dentro del espectro de la derecha política. A pesar de que dentro de los partidos que han provocado el problema secesionista se encuentren partidos que se definen a sí mismos como “partidos de izquierdas”. Valga como ejemplo la CUP.



Dentro de su programa de secesión de España y la proclamación de una “República Catalana” han primado la imposición de unas fronteras a la superación del sistema capitalista y las mejoras de las condiciones de vida de la clase trabajadora. Han sido subyugados por el modelo de Estado de la burguesía catalana, representada en este caso por el PdeCat (antigua CiU). Me atrevería a hacer la siguiente pregunta a los dirigentes y militantes de la CUP: ¿en que cambian los procesos de producción en la nueva “República Catalana”? ¿la imposición de una nueva frontera en Europa mejora las condiciones de vida de los catalanes y catalanas? ¿cómo mejora la calidad del servicio público en Cataluña? A Cataluña no le roba España, a los españoles, a todos los que vivimos dentro de las fronteras de lo que hoy se llama España, nos roban los Rato, Bárcenas, Correas, Pujol, etc. y sus banderas no son la estelada o la rojigualda, son las banderas de los casos, Gürtel, 3%, ITV, ERE´s, etc. con sede nacional en un banco suizo o andorrano.
Podemos concluir que la izquierda no puede avalar un proceso secesionista que pretende imponer nuevas fronteras, implantar un sistema económico continuista del que pretende segregarse, justificando u ocultando todos los casos de corrupción en que se encuentra envuelto el socio de gobierno que representa a la derecha (3%, ITV…).
Por todos estos motivos, estoy en contra de la proliferación de las fronteras, terminando este artículo tal y como lo empecé:
“Proletarios de todo los países, uníos”.

Salud.

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