Soy una
persona que procura aprovechar su tiempo al máximo, por eso siempre estoy
embarcado en muchos proyectos tanto personales como laborales, escribir
semanalmente en los periódicos locales, mantener actualizado mi blog personal,
mi pasión por la lectura me hace tener siempre un libro que leer, mi militancia
política, el grado en antropología social y cultural que me he empeñado en
sacarme, la próxima publicación de mi primer libro, del que tendréis noticias
en poco tiempo, o eso espero, además de mis obligaciones laborales, atender a
mi familia, obligaciones como padre, de tres hijos maravillosos, las tareas
domésticas, etc. Todas estas actividades conforman mi actividad diaria, y no es
fácil poder llevarlo todo adelante.
Pero todo lo
que somos, todo lo que hacemos no lo hacemos únicamente nosotros, todo es parte
de una construcción colectiva donde las personas que tenemos a nuestro lado
forman una parte fundamental para que podamos desarrollarlas, y yo no podría
hacer todo lo que hago si no tuviera a mi lado uno de los pilares que me
sustentan a mí y a mi forma de ser.
En la semana
en la que celebramos el Día de la Mujer Trabajadora, quiero dedicar estas
líneas a la persona sin la que sin su apoyo y complicidad me sería imposible
realizar todas las actividades que he nombrado anteriormente, como ya habrán
imaginado hablo de mi pareja, esposa, compañera y mejor amiga.
Al igual que a
mí me sostiene un pilar, yo procuro ser el pilar que sustenta los intereses,
actividades, obligaciones de mi compañera, ya que de no ser así sería una
situación completamente injusta que haría que todo lo que yo consiguiera no
tuviera valor, ya que una pareja es cosa de dos, y la idea de que somos medias
naranjas en busca de la otra mitad es completamente falsa. Somos personas
completas desde que nacemos con nuestras virtudes y nuestros defectos y nuestra
pareja debe conocerlos y comprenderlos y ponernos las pilas cuando es necesario
y viceversa, si no es así, en mi opinión, la pareja es incompleta, serían dos
personas donde una está subordinada a la otra, algo impropio de los tiempos que
corren.
Es habitual,
en torno al 8 de marzo, escribir y ensalzar a mujeres que a lo largo de la
historia han contribuido con su trabajo, esfuerzo y ejemplo a mejorar la
sociedad en la que vivimos. Por eso estoy seguro que hoy he elegido a la
persona apropiada para destacar en este 8 de marzo, porque ha contribuido con su trabajo, esfuerzo y ejemplo a mejorar
mi vida y la de los que están a su alrededor, por formar parte de mi historia y
porque sin ella, yo no sería yo.
Porque nada
podemos hacer individualmente, porque todo forma parte de una construcción
colectiva.
Salud
Manuel te deseo lo mejor en esta nueva etapa, por supuesto que las personas que rodean a cada uno forma parte de nuestro patrimonio, y tu perteneces al mio, un abrazo y mucha suerte. Tu amigo Daniel Prados
ResponderEliminar