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jueves, 5 de noviembre de 2020

HERRAMIENTAS PARA ESTAR INFORMADO.

 Decía Mark Twain que si no se leen los periódicos no se está informado y que si se leen se está mal informado, con esta simple frase resumía el autor de Tom Sawyer la realidad del siglo XIX que ha llegado hasta nuestros días, hoy quizás sea una realidad más evidente que entonces.

Esto sucede, no solo porque la narración de hechos objetivos con los que sacar nuestras propias conclusiones no sea rentable económicamente o porque los mass media estén al servicio de intereses “superiores”, sino porque los ciudadanos hemos renunciado a nuestra capacidad de análisis de la realidad y solo nos parece cierto aquello que pensamos o con lo que nos identificamos previamente adaptando el análisis de la realidad a nuestras creencias preconcebidas.

Es común oír que hay quien lee los medios de comunicación de una u otra tendencia ideológica con el objetivo de estar informado, pero esta es una actividad vacía si no se tienen las herramientas para eliminar las opiniones que adornan a los hechos o para construir un relato completo con los hechos que se silencian en las noticias.

G. Orwell en su obra 1984 ya preconizaba la aparición del “Ministerio de la Verdad” donde se manipulaban noticias con el objetivo de convencer a la sociedad de un hecho u otro. Lamentablemente la lectura de este clásico se hace cada vez más imprescindible para conocer los hilos que manejan a la sociedad del siglo XXI.

Sirva como ejemplo las cadenas de televisión Antena 3 o La Sexta, ambas identificadas con dos corrientes ideológicas adversas y que son vistas por personas que se identifican con una u otra tendencia ideológica. Sin embargo ambas pertenecen al mismo grupo de accionistas que adornan sus noticias con uno u otro embalaje ideológico para que sea consumido por sus telespectadores, acaparando así todo el arco ideológico lanzando al mismo tiempo el mismo mensaje.

Para zafarnos de toda esta maquinaria es imprescindible armarnos de una estructura crítica que nos ayude, al menos, a ver los hilos que manejan la información y que crean tendencias en la población.

Al igual que para mantener el cuerpo en forma hacemos ejercicio físico, para poder tener una actitud crítica debemos entrenar al cerebro, para ello es fundamental formarnos intelectualmente leyendo a las personas que se están encargando de analizar la realidad a través de ensayos, publicaciones especializadas, etc., aunque, bien pensado, quizás sea esto más difícil que tener un vientre plano, por eso puede que los gimnasios estén llenos y las bibliotecas vacías.

“Informarse sin esfuerzo es una ilusión que tiene que ver con el mito publicitario más que con la movilización cívica. Informarse cansa y a este precio el ciudadano adquiere el derecho de participar inteligentemente en la vida democrática” Ignacio Ramonet.

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