“Nuestros valientes legionarios y regulares han demostrado a los rojos cobardes lo que significa ser hombres de verdad. Y de paso también a sus mujeres. Esto está totalmente justificado porque estas comunistas y anarquistas practican el amor libre. Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres y no milicianos maricones. No se van a librar, por mucho que berreen y pataleen”.
Este es un extracto de una alocución en radio Sevilla del General golpista Gonzalo Queipo de Llano, donde sembraba el terror en la población civil del bando republicano especialmente en las mujeres, justificando la violación como arma de guerra, durante la Guerra Civil española.
Según estudios
como el de José María García Márquez “Las víctimas de la represión militar en
la provincia de Sevilla (1936-1963), Queipo de Llano es responsable de, aproximadamente,
14.000 muertes, de las que 12.854 están sobradamente justificadas, además de sumar
268 ejecutados en otras provincias andaluzas y 862 muertos en prisión, con
estos números el General franquista se ganó a pulso el apodo “El Carnicero de
Sevilla”.
Si un crimen de guerra es una violación de las protecciones establecidas por las leyes y costumbres de la guerra, integradas por las infracciones graves del Derecho Internacional Humanitario cometidas en conflicto armado y por las violaciones del Derecho Internacional, podemos decir sin miedo a equivocarnos que Queipo de Llano era un Criminal de Guerra.
Tras su
muerte fue enterrado en un lugar de honor en la capilla de la Virgen de la
Macarena en Sevilla.
Como ciudadano de este país, me resulta indignante que un criminal como éste esté enterrado en un sitio de honor de un lugar de culto. Es hora que, como ya se hiciera con el Dictador, sus restos sean exhumados y puestos en manos de su familia para que hagan con ellos lo que consideren oportuno. Eso es más humanitario que lo que el bando franquista hizo con sus víctimas que 80 años después siguen diseminados en fosas comunes sin identificar a lo largo y ancho de España.
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los honores con los que se cubrieron los golpistas es una obligación
democrática.
“Llora la Macarena, o no lo ves, dicen que tiene a
un asesino enterrao bajo sus pies” Tasho X
La Iglesia Católica al Golpe de Estado lo llamó Cruzada Nacional, sin remordimiento alguno sus seguidores y colaboradores decidieron lo de su enterramiento en la Macarena, esta Hermandad nunca ha reconocido su responsabilidad en enxaltar a un Criminal de Guerra.
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