Sócrates fue
un filósofo griego del siglo V a. C. uno de los más prominentes representantes
de la escuela sofista, que toma como método de enseñanza la elaboración de
preguntas para que el oyente llegue por sí mismo a las respuestas, conocido como
“método socrático”, es considerado como padre de la Filosofía Política y de la
Ética, aunque no dejó ninguna obra escrita.
Tuvo como
alumnos más destacados a Platón o Jenofonte, por los que conocemos las
enseñanzas socráticas.
Sócrates tenía
como máxima la creación de ciudadanos críticos,
que pudieran llegar a sus propias conclusiones y que cuestionaran la
realidad hasta llegar a una respuesta satisfactoria. Sin duda algo que ya
molestaba a los poderes de aquel entonces.
Debido a sus
enseñanzas, Sócrates fue acusado de corromper a la juventud y condenado a
muerte por ingesta de cicuta.
En una de las obras
de Platón, titulada “Critón”, narra el encuentro entre Critón y Sócrates en
prisión, donde éste pone a disposición del reo su fortuna para que huya, oferta
rechazada por Sócrates que acepta su condena argumentando que lo importante es
vivir de forma justa, y que si ha sido condenado a muerte, huir de dicha pena
sería una injusticia ya que quebrantaría las leyes, y no se debe pagar una
injusticia con otra injusticia.
De la condena
de Sócrates podemos sacar las siguientes conclusiones:
-
Lo más peligroso para las élites gobernantes es
tener enfrente a ciudadanos con capacidad de crítica y que pueden sacar sus
propias conclusiones.
-
Cuestionar al poder ha sido siempre peligroso.
Igualmente,
podemos hacernos las siguientes preguntas:
-
Si Sócrates fue condenado injustamente ¿sería
lícito quebrantar la pena?
-
¿Actuaríamos igual que Sócrates en la misma
situación?
-
¿Está el instinto de supervivencia por encima de
los ideales?
Como he dicho
anteriormente, Sócrates no dejó ninguna obra escrita, pero sus enseñanzas
fueron recogidas por Platón en varios volúmenes, siendo Sócrates el
protagonista de la mayoría de sus diálogos.
Sería fácil
terminar este escrito con la cita socrática por antonomasia “sólo sé que no se
nada” sin embargo creo que es más acertada esta otra:
“No puedo enseñar a nadie, sólo puedo
hacerlos pensar” Atribuido a Sócrates.
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