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miércoles, 8 de julio de 2020

POR LOS QUE VENDRÁN.

Posiblemente no hayan oído hablar nunca de la localidad de Cherrapunji, se trata de una pequeña localidad de la India en el Estado de Megalaya. Allí pueden encontrarse unas de las construcciones más impresionantes del planeta realizadas por el ser humano. Se trata de una serie de puentes que se construyen entrelazando las raíces de los árboles hasta unir las raíces de los árboles de una orilla con los de la otra orilla, verdaderos puentes vivos que son construidos a lo largo de generaciones.

El puente crece a la medida que crecen los árboles y es un trabajo que pasa de padres a hijos hasta su finalización. Aquí podemos encontrar puentes  que llegan a medir 30 metros y algunos alcanzan la edad de 500 años, cada generación aporta su trabajo en la construcción del puente que puede llegar a soportar hasta 50 personas de peso.

Al tratarse de una construcción 100% natural, se encuentra totalmente integrada en el paisaje regalando una visión impresionante y la demostración de cómo la mano del ser humano puede transformar la naturaleza sin llegar a destruirla.

El inicio de la construcción de uno de estos puentes supone la certeza de que es un trabajo que no verás finalizado ya que su construcción implica a varias generaciones; que tienes la confianza de que tus hijos, nietos, etc., continuarán el trabajo que empezaste; que cuando finalmente esté terminado será utilizado por personas que difícilmente recordarán quién inició el proyecto.

Un trabajo así es impensable en nuestra sociedad, una sociedad donde prima la inmediatez, donde el consumo es rápido y el recuerdo efímero, una sociedad donde el “yo” está por encima del “nosotros”.

Ese ente etéreo que llamamos “Sistema” conoce y fomenta esta situación utilizándolo a su favor y en nuestra contra, para exponer esta afirmación me valdré de dos ejemplos:

En 1999 se inicia lo que se llamó “Plan Bolonia” que ha supuesto una modificación y encarecimiento de las enseñanzas universitarias en España, implantándose en 2007.

Cuando comenzaron las manifestaciones en contra de esta modificación muchos estudiantes dijeron “a mí no me afecta” “queda mucho para el 2007” etc., por lo que la resistencia fue mucho menor que si su implantación hubiera sido inmediata.

A principios de 2011, el gobierno español aprobaba el retraso en la edad de jubilación de los 65 a los 67 años, este proceso se implantaría progresivamente hasta el año 2027.

¿Qué logró el gobierno con esta progresividad?

Las personas que estaban próximas a jubilarse no se verían afectadas por lo que no se movilizaron en contra de esta medida, y las personas que rondaban los 50 años estaban en su plenitud laboral, pendientes de una crisis económica que les afectaba plenamente y que veían muy lejano la edad de jubilarse por lo que tampoco se movilizaron.

El Sistema implanta sus políticas con paciencia para evitar conflictos sociales.

Al igual que los puentes de la India se construyen con la certeza de que serán disfrutados por generaciones posteriores, las luchas  sociales se realizan sabiendo que si triunfan  serán las siguientes generaciones quienes disfruten los logros obtenidos, pero si fracasan, la represión la sufrirá quienes la han llevado a cabo.

Por lo tanto el único objetivo de luchar por una causa justa es que el resultado sea disfrutado por quienes vengan después, al igual que al plantar un árbol sabemos que serán otros los que disfruten de su sombra.

“El individualismo debe ser, mañana, la realización completa de las capacidades de todo un individuo en beneficio absoluto de una colectividad” Ernesto Che Guevara.

Manuel Carmona Curtido.

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