El pasado día 13 de junio, tras la manifestación convocada en la madrileña Plaza de Colón en contra de los indultos que, presumiblemente, el Gobierno otorgará a los políticos presos catalanes, la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (IDA, ¡que buen acrónimo!) se vino arriba y se metió en un enredo de difícil solución, sus declaraciones, donde responsabilizaba al Rey de la concesión de los indultos, fue del todo inesperado por todas las personas que allí se encontraban, solo hay que fijarse en la cara de Pablo Casado cuando oyó esa parte del discurso:
“Queremos reivindicar la unidad de España, la soberanía del pueblo, la
Constitución, y también el papel del Rey, ¿qué va hacer el Rey de España a
partir de ahora? ¿va a firmar los indultos? ¿le van a hacer cómplice de esto?”
No deja de llamar la atención, como un partido que se dice “Constitucionalista”, reivindique en un mismo párrafo el papel de la Constitución y, a la vez, proponga que el Jefe del Estado se la salte, y todo esto sin ruborizarse, ni nada.
Es el artículo 62 de la, manoseada,
Constitución Española de 1978, el que dice que “Corresponde al rey: f) Expedir
los decretos acordados en el Consejo de Ministros.” Por lo tanto es la Sra.
Presidenta de la Comunidad de Madrid la que pone en un brete a la Casa Real por
los siguientes motivos:
1. Desde ese momento un gran número de
personas, hasta este momento monárquicas, exigen al rey que se salte la
constitución, (algo que estoy seguro que no hará) por lo que estas personas
podrían recriminarle a Felipe VI su complicidad con los independentistas
catalanes. (Ya sé que esto es propio de una película de Berlanga, pero visto
como está el panorama pocas cosas quedan que me puedan sorprender).
2. Si el rey firma los indultos, muchos de los hasta ahora monárquicos, empezarán a preguntarse para qué sirve un rey que se ve obligado a firmar lo que le pone por delante sin tener la oportunidad de negarse, por lo que empezaría a sobrevolar la idea de una República Española.
Si a esto le sumamos, las nuevas cuentas encontradas al Emérito en Andorra, y que son fruto de una investigación del gobierno suizo, vemos como la Corona empezaría a perder apoyos de los que hasta ahora se denominaban monárquicos.
Esto debe hacer pensar a todos
aquellos republicanos que llevan peleando, con mayor o menor éxito, por el
advenimiento de la Tercera República, todos los años de lucha ideológica han
sido sobrepasados por IDA en una sola intervención, poniendo sobre el tapete
político las incongruencias del papel del Rey en relación a los indultos.
Por supuesto al día siguiente, la
Casa del Rey, sacó un comunicado recordando que “El Rey está al margen de la lucha política”, pero creo que Ayuso
lo ha metido de lleno en una disputa donde difícilmente saldrá indemne.
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