Como cambió el mapa político tras la segunda Guerra Mundial y sus consecuencias.
La segunda Guerra Mundial supuso un
cambio en el mapa político de todo el mundo, cuando la ONU en 1960 aprobó la
Declaración sobre la Concesión de la Independencia a los Países y Pueblos coloniales, los
imperios coloniales comenzaron a desintegrarse y muchas de los territorios que
estaban bajo el gobierno de sus respectivas metrópolis comenzaron a
constituirse como países independientes.Mapa del mundo en 1914
La realidad es que el sistema
colonial había dejado de ser funcional para las metrópolis, la disposición de
un gobierno indirecto con relaciones económicas directas basadas en el “libre
mercado” era mucho más ágil y productivo que mantener infraestructura colonial
en distintos puntos del globo terráqueo.Mapa del mundo en 1970
Cada imperio colonial llevó a cabo su
proceso de descolonización de manera distinta. El imperio británico, se deshizo
de sus colonias pero continuaba manteniendo el control económico de las mismas
mediante la Commonwealth, los franceses no descolonizaron del todo, dieron
estatuto de territorio francés, sobre todo a pequeñas “posesiones” en el
pacífico que siguen bajo jurisdicción francesa, también le costó una guerra con
Argelia, de la que tuvieron que salir poniendo pies en polvorosa concediendo la
independencia a este país del norte de África. Bélgica concedió la
independencia al Congo en 1960, que se tradujo en una serie de conflictos
armados en el país africano fruto de una nefasta política colonial del país
europeo.
El contexto geopolítico español era
complicado para llevar a cabo la descolonización de las dos colonias que le
quedaban, el que fuera el mayor imperio de la historia se había esfumado
gracias a la mala gestión de los gobernantes españoles y a los intereses
geoestratégicos de otras potencias, principalmente Inglaterra y Estados Unidos.
Tras la segunda Guerra Mundial, a
España sólo le quedaban dos colonias, Guinea Ecuatorial y el Sáhara Occidental.
Guinea Ecuatorial obtuvo su independencia
tras el referéndum del 12 de octubre de 1968, es curioso que los
guineanos tuvieran la oportunidad de votar antes que los españoles que
estábamos sumidos en la dictadura franquista, sólo quedaba llevar a cabo la
descolonización del Sáhara Occidental por el mismo procedimiento que se había
llevado en Guinea Ecuatorial, la diferencia es que en 1945 se habían
descubierto las minas de fosfatos en aquellos territorios y el régimen
franquista no quería deshacerse de la explotación de aquellos recursos que
comenzaban a ser valiosos, así que en 1958 el gobierno franquista le otorgó a
ese territorio la categoría de provincia número 53 de España, con el objetivo
de saltarse el mandato de la ONU, declaración que no aprobó la ONU y que
insistía a España en llevar el proceso de descolonización.
España que hacía oídos sordos a los
requerimientos internacionales hasta que en 1975, con un dictador moribundo, un
sucesor más preocupado de que no se le cayera la corona que de los asuntos de
Estado, España abandona sus posiciones en el Sáhara Occidental sin dar ninguna
explicación, sin llevar a cabo el referéndum pretendido por la ONU y
comprometido por España, dando paso a la invasión del territorio por el norte
por Marruecos y por el sur por Mauritania, con la intención de dividirse lo que
hacía escasos minutos era la provincia número 53 de España, dando comienzo una
guerra que no tendría el primer alto el fuego hasta 1991, donde España se
comprometía llevar a cabo el dichoso referéndum.DNI español de la antigua colonia del Sáhara Occidental
La situación ha cambiado poco desde
entonces, 300.000 personas en campos de refugiados en Argelia, el conflicto
armado se reanudó en 2021 tras la ruptura del alto el fuego por parte de
Marruecos, y España, que sigue siendo potencia administradora del Sáhara
Occidental no solo continua sin llevar a cabo el referéndum, sino que ahora
apoya las tesis marroquíes para adueñarse de un territorio que nunca les
perteneció.Panorámica de campamento de refugiados en Tinduf
El 24 de junio de 2015, el gobierno
español aprobó dar la nacionalidad española a los judíos sefardíes, esparcidos
por el mundo, debido a los vínculos históricos que les une a España. El pasado
10 de febrero fue aprobado la concesión de la nacionalidad española a 222
presos políticos nicaragüenses, por haber sido convertidos en apátridas por el
gobierno de aquel país, y no es que me parezca mal, pero mientras tanto,
aquellos que ostentaron DNI español y sus descendientes viven en el desierto
convertidos en apátridas mientras, el gobierno español toma el té con el invasor
de lo que fuera territorio nacional. Tarde o temprano las continuas traiciones
de los distintos gobiernos españoles pasarán a formar parte de la historia
negra de nuestro país.
“La Tierra tiene lo suficiente para satisfacer las necesidades de todos,
pero no las ambiciones de unos cuantos” M. Gandhi.
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