Últimamente se viene escuchando en medios de comunicación, tertulias y demás foros la siguiente pregunta: ¿es España racista? La pregunta puede resultar algo inexacta, pues habría que delimitar el concepto “España”, podríamos definirla de varías formas: ¿Son los españoles racistas?, ¿es el gobierno español racista? o ¿es la legislación española racista?
Llevo
trabajando con colectivos migrantes muchos años y he tenido la suerte de
conocer infinidad de historias. Expondré sólo un par de ejemplos, sin entrar en
tecnicismos ni matices, para que la persona que está invirtiendo su tiempo en
leer estas líneas pueda sacar sus propias conclusiones.
En el año 2022, recién comenzada la guerra de Ucrania se inició una crisis migratoria de importante calado; miles de personas huían de la guerra y del avance del ejército ruso. La frontera ucraniana con Polonia estaba colapsada y cientos de personas, desde todos los confines de Europa, acudían con autobuses, furgonetas y coches, para trasladar a estas personas a lugares seguros, lejos de bombas y disparos. La respuesta ciudadana no tuvo precedentes, familias ponían sus casas a disposición de estas personas, que en muchos casos lo habían perdido todo, España acogió a unas trescientas mil personas que provenían de Ucrania.
Tuve la suerte
de trabajar en un dispositivo de emergencia que se formó para dar cobertura a
aquella situación, como los dispositivos donde se iban a alojar no estaban
preparados debido a la inminencia de su llegada, estas personas fueron alojadas
en un hotel, donde estuvimos un mes. La respuesta de los vecinos fue
espectacular, en pocas horas, nos habían surtido de ropa, comida, juguetes,
para los pequeños… En los días posteriores, tuvimos voluntarios que vinieron a
darles clases de español, un mago vino a hacer una función para ellos, un
recital de piano, incluso un equipo de futbol organizó un partido para que los
niños pudieran ir a jugar e incorporarse a los entrenamientos aquellos que
quisieran. Estas personas fueron a regularizar su situación a los pocos días y
en pocas horas salieron de su cita documentados y con permiso de trabajo por si
la situación se alargaba.
Lamentablemente
la guerra de Ucrania no es el único conflicto que existe y son otros los
lugares de donde otras personas salen huyendo en busca de un lugar seguro,
lejos de bombas y disparos, igual que las personas que huyeron de Ucrania. Pero
a estas personas no va nadie a buscarlas para llevarlas a sitio seguro, tienen
que huir por una ruta peligrosa donde la línea que separa la vida de la muerte
es extremadamente fina.
Muchas de estas personas están llegando a las Islas Canarias, que se encuentra, en estos momentos completamente colapsada y ha solicitado la solidaridad del resto de comunidades autónomas para trasladar a los más de seis mil niños y niñas que se encuentran allí acogidos, encontrándose la negativa de las comunidades autónomas gobernadas por la coalición PP-Vox, así como el posicionamiento en contra de Junts Per Catalunya.
A estos niños
no irán a darles un recital de piano, ni un espectáculo de magia, ningún equipo
les organizará un partido de futbol para que se olviden del horror que han
pasado, los procesos de regularización serán mucho más largos, complicados y
tediosos, siendo mucho más complicados para los adultos, y seguirá pasando
porque huir de una muerte segura a una muerte probable no disuade a nadie. Lo
sé porque lo vivo a diario.
El primer caso
demuestra que es posible, el segundo demuestra que no se quiere.
Y ahora intenten responder a la
pregunta ¿es España racista?
“Según Homero, no se podía negar asilo a los
hombres que lo solicitaban, pues éstos tenían a los dioses de su parte” Irene
Ortiz Gala
No hay comentarios:
Publicar un comentario