Según el Observatorio del Suicidio en España, se producen en nuestro país más de cuatro mil suicidios al año, esto supone una media de once personas al día se suicidan en nuestro país, una cifra preocupante, convirtiéndose en la principal causa de fallecimientos por causa no naturales, por encima de accidentes de tráfico, asesinatos, etc.
Por otro lado, según el Ministerio de Trabajo más de ochocientas personas pierden la vida en accidentes laborales, lo que supone que más de dos personas diariamente pierden la vida desarrollando su trabajo.
Estos números son, a todas luces, preocupantes, sin
embargo no son temas que sean tratados por los medios de comunicación con
asiduidad, salvo muy contadas ocasiones se hace referencia a ellos. No existe una alarma social respecto a
estos temas, no hay la más mínima preocupación por analizar públicamente los
motivos de tan elevados números, que además conllevan terribles consecuencias.
Sin embargo un tema que sale recurrentemente en los
noticiarios, programas de debate y tertulias varias, es el de la ocupación de
vivienda, sin embargo los datos nos muestran que el porcentaje de viviendas
ocupadas en España es de 0,06%, siendo la mayoría de estas viviendas
desocupadas propiedad de la banca.
Los medios de comunicación han difundido la
situación de la ocupación de viviendas como un problema generalizado provocando
una alarma social para una situación que es excepcional y para nada
generalizada.
Al amparo de esta alarma social, las aseguradoras han multiplicado la venta de seguros “antiocupas”, y empresas encargadas de desocupar viviendas con dudosos métodos han tomado relevancia. Algunos partidos políticos han avivado el fuego difundiendo bulos sobre la gravedad de esta situación con el objetivo de obtener rédito electoral.
Mientras se pone el foco en lo anecdótico los
verdaderos problemas siguen sin tratarse, once personas diarias encuentran
motivos suficientes para quitarse la vida y dos personas diarias mueren en
accidentes de trabajo, sin que esto suponga suficiente motivo para que sea
noticia.
La única conclusión a la que llego es que potenciar
y exagerar las noticias sobre viviendas ocupadas está generando suculentos
beneficios económicos a ciertos sectores que se encuentran en altas esferas de
poder. Pero solo hay que centrarse en los datos para entender que la realidad
es otra que la que nos quieren “vender”.
“Como, en
general, la población no tiene acceso a toda la información, y mucho menos
tiene la posibilidad de analizarla en detalle, construye su opinión a partir de
las interpretaciones de terceros” Pedro Baños
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