La crisis
provocada por la situación del Aquarius, barco de rescate en el mediterráneo
fletado por las ONGs “SOS Mediterranee” y “Médicos Sin Fronteras”, que lleva a
bordo 629 personas, rescatadas de una muerte segura en las aguas del mar
mediterraneo, ha sacado los más bajos instintos de una parte importante de la
población española una vez se ha sabido que el Gobierno ha ofrecido nuestro
país como puerto seguro para el atraque de dicho barco.
No voy a
reproducir los argumentos que buena parte de nuestros compatriotas han
utilizado para posicionarse en contra de esta actuación, simplemente por la
falta de verdad y de humanidad que demuestran.
La palabra
humanidad en su segunda acepción por la Real Academia de la Lengua significa “sensibilidad, compasión, bondad hacia los
semejantes”, algo de lo que adolecen todas estas personas que han rechazado
que España sea un puerto seguro, que prefieren que estas personas mueran en el
mar a que puedan seguir viviendo.
A pesar de lo
que muchos puedan pensar, no se trata de un problema de racismo, a estas
personas se les rechaza, simplemente porque son pobres, porque no tienen nada.
Occidente ha
convertido África en un polvorín en llamas, y ahora nos negamos a dar asilo a
aquellas personas que quieren salvar sus vidas de una muerte segura. De
aquellos polvos estos lodos.
Estas personas
son rechazadas porque son percibidas como un peligro para la estabilidad en la
sociedad de acogida, los bulos montados para argumentar el rechazo son
desmontados continuamente y aun así se siguen repitiendo una y otra vez. Se ha
perdido la empatía, el ponerse en lugar del otro, como nos sentiríamos si
fuésemos nosotros…
Europa debe
actuar de manera conjunta para dar una solución a la crisis humanitaria que
vive su frontera sur, un plan de acción seguro, abrir vías de salida seguras de
las zonas de conflicto, y poner a su diplomacia a trabajar para eliminar los
focos de violencia e injusticia que provocan el éxodo masivo de personas de sus
países de origen. Sólo hay que profundizar un poco en cada conflicto abierto y
ver quién se beneficia de esta situación, en su mayoría empresas
multinacionales occidentales.
Terence Turner
dijo “En términos de mercado todas las
entidades de cualquier ámbito son sólo consumidores o productores potenciales”.
Si estas personas no son percibidas ni como productores ni como consumidores,
sólo pueden ser percibidos como parásitos, lo que los deshumaniza y justifica
su muerte.
El ser humano
es más que un productor o un consumidor, los movimientos migratorios han sido
constantes a lo largo de la historia y la humanidad se ha enriquecido de él.
Salud.
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