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martes, 2 de abril de 2019

SISTEMAS EFICIENTES.


El filósofo italiano Vilfredo Pareto estableció el “Principio de Eficiencia” en el que consideraba que un sistema era eficiente siempre y cuando fuera capaz de mejorar un aspecto del sistema sin perjudicar otro aspecto de ese mismo sistema.
No creo que sea necesario llevar a cabo un estudio en profundidad sobre el reparto de recursos del planeta para llegar a la conclusión que existe un reparto desigual entre los distintos países del planeta, por lo tanto, si damos por cierto el principio expuesto anteriormente podemos decir que el sistema económico imperante no es eficiente.

Hemos creado un sistema económico que basa su riqueza en la extracción, por lo que para que unos países puedan tener un alto nivel de vida otros deben vivir por debajo de los índices mínimos básicos de subsistencia.
Los últimos datos emitidos por Word Wildlife Fund (WWF), la mayor fundación conservacionista independiente del planeta, expone que para poder igualar a nivel mundial el modo de vida de EEUU, serían necesario nueve planetas como la Tierra que dotara de los recursos necesarios a toda la población. Es evidente que es imposible igualar el modo de vida por arriba y no creo que nadie estuviera dispuesto a empeorar su nivel de vida, no nos queda otra que modificar el sistema que propicie una mejora sustancial en el nivel de vida de los de abajo.
Existen muchas teorías alternativas que podrían sustituir el modelo capitalista como Sistema hegemónico mundial: el sistema socialista, de decrecimiento…

Es imposible cambiar el modo de vida de miles de millones de personas de la noche a la mañana, pero es importante la toma de conciencia sobre la explotación de recursos que estamos llevando a cabo en el Planeta, a día de hoy el único planeta que tenemos, y que la distribución de esos recursos no se lleva a cabo de manera equitativa, por lo que no es de extrañar que este reparto desigual de la riqueza genere actividades no deseadas como: guerras, movimientos migratorios, hambrunas…
Otro principio elaborado por Pareto, fue la regla 80-20, que expone que el 20% de la población posee el 80% de las propiedades mientras que el 80% de la población se reparte el 20% restante. Si trasladamos estos datos de manera global, vemos como Pareto vuelve a acertar.

Una pequeña parte de la población mundial disfruta (disfrutamos) de la mayor parte de los recursos que nos ofrece el planeta, mientras que la gran mayoría de la población mundial carece, en algunas ocasiones, hasta de los recursos más básicos.

Cuanto más tardemos en darnos cuenta que esta situación no es sostenible más nos costará reconducirla, a fin de cuentas solo tenemos un planeta donde debemos vivir toda la especie humana.
“Si la competencia es la ley de la jungla, la cooperación es la ley de la humanidad” Piotr Kropotkin.

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