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martes, 22 de octubre de 2019

LOS IDIOTAS DEL FUTBOL.


Que el fútbol levanta pasiones está fuera de toda duda. Estamos acostumbrados a ver a los aficionados de todos los equipos exaltarse, disfrutar, sufrir, animar durante los noventa minutos que dura el partido, en muchos casos esta pasión trasciende al tiempo de duración del partido y sirve de bromas, chanzas y pitorreo para el aficionado del equipo rival con el que se comparte lugar de trabajo, amigos, etc.

El fútbol, al igual que otra afición, sirve para desconectar y evadirnos de los problemas cotidianos que día a día rondan en nuestra cabeza.
Todos los participantes de este “deporte” son objetivos para la proyección del estado de exaltación que provoca: los jugadores, los aficionados rivales, y como no, los árbitros que dirigen las normas del juego.
Hasta aquí todo normal. Pero la práctica del fútbol no se ciñe al mundo de los adultos, son muchas las categorías de escalas inferiores que cada semana juega su partido y que son un reflejo de lo que podemos ver en el fútbol senior (profesional y amater), por lo que es fundamental analizar el comportamiento de los adultos y la imagen que estamos proyectando hacia los menores cuyo único fin debería centrarse en disfrutar de la práctica deportiva.
La semana pasada, durante un partido de la categoría de cadetes (14 y 15 años), al día siguiente del partido, un joven arbitro de 17 años sufrió amenazas e insultos por parte de la afición de uno de los equipos porque el resultado no fue de su agrado.

Este joven arbitro al que habría que valorar la valentía de exponerse a la crítica, de recibir los insultos que cualquier arbitro recibe durante el partido y no pretender ser uno de los protagonistas (nuestro sistema social ya nos ha mostrado que los protagonistas son los futbolistas), ha tenido que aguantar que a través de las redes sociales le hayan amenazado, insultado, vilipendiado…, por el simple hecho de tener la valentía de arbitrar un partido de fútbol.

Es de una ética cuestionable insultar a los adversarios y al trío arbitral durante un partido, aunque se justifique como medio para la liberación de nuestras pasiones, pero hacerlo en un partido de niños de 14 y 15 años debería de ser totalmente intolerable, pero el hecho de que al día siguiente, una vez los instintos primarios han vuelto a reposarse en nuestro ser y volvemos a la normalidad del día a día, utilizar los medios de comunicación actuales, como Instagram, Facebook o Twitter para amenazar o insultar debería de conllevar una pena ejemplarizante.
Qué triste ha de ser la vida de aquel o aquellos que ven en un partido de adolescentes un problema de tal magnitud que les lleva a transgredir la ley.
“El respeto que le das a los demás es un claro reflejo del respeto que te das a ti mismo” Buda.

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