Las políticas migratorias llevadas a cabo por Italia comienzan a ser tomadas como ejemplo por la Unión Europea. Esta semana la presidenta del Parlamento Europeo, Ursula Von der Leyen tomaba como ejemplo las políticas de externalización de gestión de la inmigración, de Giorgia Meloni para implantarla en el resto de Europa.
Estas políticas consisten en crear “campos de internamiento” en países ajenos a la Unión Europea donde llevar a las personas migrantes que entren en sus fronteras de manera irregular. En el caso italiano consiste en crear “campos de internamiento” en Albania donde concentrar a todas las personas migrantes y solicitantes de asilo fuera de las fronteras italianas.
Me resulta curioso la terminología
utilizada “campos de internamiento” cuando lo que se pretende es “concentrar”
en ellos a todas estas personas, resultaría más exacto llamarlos “campos de
concentración” pero el uso de eufemismo utilizado parece políticamente correcto
para alejar la imagen de los campos de concentración que se utilizaron en el
siglo pasado.
La prensa tiene por costumbre plantearnos las cuestiones con dos posiciones sobre las que decantarse: a favor o en contra. Pero no entra en plantear los motivos o las causas por las que se planten dichas cuestiones, aleja el pensamiento crítico de la ciudadanía para que no se cuestione el modelo socioeconómico desde el que se plantea dicha cuestión, en este caso, la gestión de la población que llega a nuestras fronteras de manera irregular.
¿Existen otras vías para gestionar esta
situación? ¿Podríamos cuestionar la eliminación del expolio de recursos
minerales en África para parar los flujos migratorios? ¿se puede facilitar las
vías legales para migrar? ¿se puede dejar de intervenir en los gobiernos
africanos desde Europa y EEUU? estas preguntas van a la raíz del problema, pero
son preguntas que no verás en otros medios de comunicación ni serán preguntadas
a los políticos por periodistas de ámbito nacional o internacional, y si las
estás leyendo aquí es porque, el que las hace, no es nadie relevante (en este
caso yo) y el medio en el que lo estás leyendo un medio marginal (entiéndase
como marginal que no es un medio de masas).
El flujo migratorio que estamos viviendo
es fruto de las políticas imperialistas occidentales, y del saqueo que producen
las empresas occidentales de los recursos minerales de los países africanos,
potenciados por gobiernos corruptos más preocupados por enriquecerse que por
hacer políticas que beneficien a sus ciudadanos.
“Quienes
escogen el mal menor olvidan con gran rapidez que están escogiendo el mal”
Hannah Arendt
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