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miércoles, 28 de mayo de 2025

UTOPÍA CAPITALISTA

 

No hace mucho un doctor en economía impartía una charla con alumnos de económicas en una universidad estadounidense, en un momento de la charla uno de los asistentes le preguntó: “¿Cómo de cerca estamos de conseguir la utopía capitalista?”, el doctor, algo extrañado preguntó al joven: “¿a qué te refieres con utopía capitalista?” a lo que el joven le respondió que a una sociedad donde las empresas no tuvieran que pagar impuestos y pudieran competir entre ellas en plano de igualdad.

El ponente le contestó taxativamente que esa utopía por la que el joven preguntaba no era posible debido a que el propio sistema capitalista lo impide. La explicación que le dio fue contundente. “Si una empresa compite con otra, una de las dos obtendrá más beneficios, lo que le permitirá mejorar su producto o su servicio, con lo que obtendrá aún más beneficios, hasta que llegado el momento la otra empresa, bien desaparezca o sea absorbida por la primera, generando una dinámica de concentración económica y monopolio del mercado, algo que está en contra de la propia idea del capitalismo”.

El joven lo miraba sorprendido, como si acabara de regresar del país de las maravillas para toparse con la cruda realidad. El doctor continuó: “para evitar esta concentración de capital (de poder) es necesario la intervención del Estado que equilibre la balanza y evite que todo el mercado quede en manos de una única empresa que, al no tener competidores, ejercerá un poder tiránico en la relación entre sus productos o servicios y sus potenciales clientes”.

Esta conversación fue real, y hay muchos más motivos que contradicen el neoliberalismo económico como un modelo teórico válido para la mayoría social, un modelo que no puede dirigirse a una utopía por su propia dinámica no es digno de ser llevado a cabo.

A día de hoy la Unión Europea y el Gobierno Español, debaten sobre la idoneidad de que el BBVA absorba, mediante una opa hostil, al Banco Sabadell, esta absorción generaría un banco más poderoso, eliminaría una opción más donde elegir a la ciudadanía y los servicios prestados serían mucho menos, solo hay que observar el cierre de sucursales que se generó tras la crisis del 2008 con la absorción de los bancos más pequeños por las grandes corporaciones bancarias, principalmente Banco Santander y BBVA, al mismo tiempo que eliminaron un significativo número de puestos de trabajo.

Para concluir podríamos decir que el sistema capitalista que se nutre de la teoría que la riqueza viene generada por la competición, tiende a que las empresas más grandes eliminen esa competencia de distintas formas, por lo que al no tener que competir dominan el mercado estableciendo los precios que más les beneficie y que solo el Estado puede generar un freno para evitar que ciertas empresas lleguen a tener tanto poder como para dirigir los destinos de toda la nación.

“Se puede dejar caer a veinte millones de personas en el paro, porque no son “el sistema”, pero no a un gran banco porque sí lo es. Cuando esto se produce, hay algo que no estamos haciendo bien” Nicolás Sartorius

miércoles, 21 de mayo de 2025

CUANDO ÉRAMOS DUEÑOS DE NUESTRA MÚSICA

 

La generalización de Internet ha cambiado, sin duda, la forma de interactuar en acciones que antes se hacía de manera automática. Uno de los ejemplos más claros es la forma en la que ahora, generalmente, escuchamos música.

Antes de la aparición de Internet, la forma habitual de escuchar música se llevaba a cabo de dos formas: o bien se escuchaba a través de la radio, en emisoras especializadas en música, que ponían de moda los temas a través de repetir machaconamente los hits del momento, o bien, comprando, en distintos soportes: discos de vinilo o cassettes y más tarde en CD, de tus grupos favoritos que se escuchaban varias veces en el mismo día que lo comprabas. Su precio era asequible sin llegar a ser barato, por lo que antes de comprarlo elegías muy bien el disco entre la variedad que se ofrecían en la tienda especializada. La grabación de cassettes generaba vínculos sociales entre personas que escuchaban los mismos estilos de música que intercambiaban discos entre ellos.

Por otro lado, los grupos y solistas tenían que crear un mínimo de 10 canciones para poder grabar un LP, de ese modo, únicamente se grababan los mejores 10 temas que el grupo había compuesto para la capacidad que tenía el soporte, con la aparición del CD esta capacidad se amplió y las composiciones se ampliaron entre 15 y 20 temas por disco. Por el contrario teníamos la dificultad de conseguir algunos discos de algunas bandas debido a que no eran de consumo general y las tiendas de discos no las tenían en su stock.

Sin embargo, desde la aparición de plataformas musicales la forma de consumir música ha cambiado, hoy tenemos acceso a todo el espectro musical guardado en nuestro bolsillo, solo tenemos que buscar el grupo que queremos escuchar y nos presentará una colección de sus mejores temas de inmediato. La vinculación con los grupos que escuchamos hoy también ha cambiado. Hoy escuchamos la música que, en muchos casos, nos presenta el algoritmo que recoge nuestras preferencias, escuchando un tema para inmediatamente escuchar otro hit de otro grupo. Se ha perdido el ritual de tomar el soporte donde estaba grabado el álbum, leer carátulas, recrearse en portadas, etc., el consumo es más rápido y por lo tanto más superficial.

Al contrario que épocas pasadas, los grupos no tienen que componer un mínimo de 10 temas de calidad suficiente, sino que un solo hit puede ser suficiente para alcanzar el éxito y las giras de conciertos se han sustituido por videos de youtube y reproducciones en spotify.

Con todos sus beneficios y perjuicios que tiene esta nueva forma de consumir música, existe un factor en el que pocos prestan atención: todo se encuentra en formato virtual y permanecerá a nuestro alcance mientras la plataforma en la que está alojado siga funcionando, además de ser el algoritmo quien decide (en muchos casos) que música es la que escuchamos, limitando (o manipulando) nuestra capacidad de elección.

“La población general no sabe lo que está ocurriendo, y ni siquiera sabe que no lo sabe” Noam Chomsky

 

 

miércoles, 14 de mayo de 2025

MURIÓ PEPE MÚJICA

 

El pasado 13 de mayo moría el expresidente uruguayo Pepe Mújica. Un hombre sencillo que se convirtió en ejemplo de lo que debe ser un político, alabado por la izquierda y (lo más sorprendente) por la derecha política internacional.

El expresidente uruguayo vivía según sus principios, se denominaba una persona sobria que dedicaba tiempo a aquello que le gustaba, no necesitaba de grandes riquezas para vivir. Lo que poca gente sabe es el pasado de Mújica.

El que con el tiempo llegara a la presidencia de Uruguay había sido muchos años antes un guerrillero, fundador del Frente de Liberación Nacional Tupamarus, que tuvo su tiempo de actividad entre 1960 y 1970. Los “Tupamarus” (como se les conocía) era una guerrilla urbana formada por militantes de izquierdas que, tomando como ejemplo el triunfo de la revolución cubana, habían descartado la vía pacífica para llegar al poder. De tendencia marxista-leninista fue uno de tantos grupos guerrilleros que habitaron América Latina en la década de los sesenta. La guerrilla fue la respuesta que el pueblo dio a las distintas dictaduras latinoamericanas, así como a la represión que estas dictaduras ejercieron sobre las clases más desfavorecidas.

Las fuentes no se ponen de acuerdo de cuánto tiempo estuvo preso Mújica por su actividad guerrillera, lo que es seguro es que estuvo entre 12 y 14 años preso en distintas cárceles uruguayas, donde fue torturado física y psicológicamente, pocas personas podrían salir indemnes de un trance como éste, sin embargo Mújica salió más lúcido aun si cabe.

Una vez que sale de la cárcel, junto a otros compañeros represaliados miembros del mismo grupo guerrillero conforman el partido político Movimiento de Participación Popular con el objetivo de seguir luchando por sus objetivos, pero abandonando la lucha armada. Una vez terminada la dictadura y tras un crecimiento en las distintas citas electorales, consiguen alcanzar la presidencia de Uruguay en 2010, formando parte de la coalición de partidos de izquierdas denominado Frente Amplio, Pepe Mújica alcanza la presidencia de Uruguay.

Mújica fue consciente del tiempo que le tocó vivir, formó parte de la guerrilla, en un tiempo donde las dictaduras reaccionarias latinoamericanas, financiadas y controladas por Estados Unidos, negaban cualquier tipo de lucha democrática y una vez que los tiempos permitieron que la lucha se centrara en la dialéctica, siguió luchando a través de la palabra. Todo nuestro pasado conforma nuestro presente, el Mújica que hoy es alabado no hubiera existido si no lo hubiera hecho el guerrillero de los años sesenta.

Quizás no consiguiera cambiar el mundo, pero sí dio ejemplo a quien algún día consiga cambiarlo.

“Pertenezco a una generación que quiso cambiar el mundo, fui aplastado, derrotado, pulverizado, pero sigo soñando que vale la pena luchar para que la gente pueda vivir un poco mejor y con mayor sentido de igualdad” Pepe Mújica

 

 

miércoles, 7 de mayo de 2025

POLÍTICOS CRIADOS EN GRANJAS

 

Uno de los grandes avances del ser humano ha sido la producción intensiva, tenemos como ejemplos las granjas y las fábricas.

Las granjas aparecen con la sedentarización del ser humano, la domesticación de animales consiguió la facilidad de obtener el consumo diario que derivó en la producción intensiva de productos de origen animal: leche, huevos, carne… estos productos facilitaban la alimentación de una mayor población.

Del mismo modo, tras la revolución industrial, la producción intensiva de productos consiguió que un gran número de personan tuvieran acceso a distintos tipos de productos fabricados en serie, que cumplían diferentes funciones.

En la actualidad un nuevo sujeto es producido en cadena y de forma intensiva “el político”.

Podemos comprobar, desde el más humilde ámbito local hasta las altas esferas nacionales e internacionales, como los políticos se “crían” en las “juventudes” de los partidos políticos desde temprana edad, allí se les moldea y se les vincula ideológica y emocionalmente con el partido político en cuestión. Cuando estos jóvenes tienen la “calidad” exigida por los cánones planteados por sus dirigentes, empiezan a trabajar para las siglas políticas en cuestión, este trabajo comienza en una empresa vinculada al partido o como consejero o “cargo de libre disposición” en alguna administración, para llegado el momento, y habiendo demostrado la fidelidad debida, ser incluido en una lista electoral para trabajar como cargo electo del partido.

Son muchos los ejemplos que tenemos de políticos que han militado y trabajado, exclusivamente para su partido, por lo tanto, es al partido al que deben lealtad, no a un ideal o al pueblo que representa, sino al partido.

Políticos criados como en las granjas para llenar los espacios de poder que se van generando, para ello deben mostrar fidelidad, lealtad a sus dirigentes, ser acríticos con las decisiones del partido y sobre todo mostrar su absoluta entrega en las tareas encomendadas, de no ser así no pasaran de afiliados de base que para lo único a lo que se les llamará será para pegar carteles en las distintas campañas electorales.

Decía José Bono (exministro y antiguo presidente de Castilla la Mancha) que para ser diputado lo que hay que hacer es conocer a la persona que hace las listas y podemos comprobar que ese es el principal valor que demuestran muchos de los candidatos a las distintas citas electorales.

A pesar de todo, somos la ciudadanía que los vota los que legitimamos esta situación, por lo que somos en parte responsables de la perpetuación de esta dinámica. La democracia requiere una responsabilidad, no solo a los que nos gobiernan, sino también al pueblo que los elige.

“El mundo no recompensa la honestidad y la independencia, recompensa la obediencia y el servicio” Noam Chomsky