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miércoles, 6 de mayo de 2020

EL FIN DE LA “REVOLUCIÓN CONSERVADORA”.

Los años ochenta supusieron el inicio de lo que se denominó “La Revolución Conservadora” cuyos principales artífices fueron Ronald Reagan (Estados Unidos) y Margaret Thatcher (Gran Bretaña). Esta época supuso el inicio del desmantelamiento del Estado del Bienestar que había surgido tras la segunda guerra mundial, como contrapeso al empuje del comunismo encarnado por la URSS.
Comenzaba así el desmantelamiento de los servicios públicos, una relajación (cuando no una suspensión) en el pago de impuestos por las mayores fortunas. El mundo giraba hacia la derecha económica donde los que más tenían se enriquecían aún más a costa de los que menos poseían. Todo ello sustentado en una base ideológica que potenciaba el individualismo por encima de lo colectivo, donde cada persona era única responsable de su éxito o fracaso.
En una entrevista para la revista Women´s Own el 31 de octubre de 1987, Margaret Thatcher dijo “la sociedad no existe, solo existen hombres y mujeres individuales” con esta frase la Dama de Hierro clavaba un clavo más en el ataúd donde estaban enterrando al ser humano como Ser Social. Ni Marx podía haber previsto una situación tan alienante, donde el ser humano, quedaba alienado, no sólo de la mercancía que producía, sino de otros seres humanos.
La “Revolución Conservadora” que debería haberse llamado la “Reacción Conservadora”, ha permanecido hasta nuestros días, que sumado a la caída del Bloque Soviético como contrapeso a las políticas capitalistas, ha hecho girar el espectro político 180º.
La pandemia que estamos sufriendo ha puesto de manifiesto que la sociedad SÍ existe y que es gracias al empuje de todos y todas por lo que podremos salir adelante de esta situación.
Ha sido la responsabilidad de todos y todas lo que nos ha hecho quedarnos en casa para disminuir el número de contagiados, las políticas económicas puestas en marcha por el gobierno están encaminadas a que nadie tenga la necesidad de salir de su confinamiento para trabajar, excepto las actividades esenciales.
Esta crisis ha puesto en evidencia que los sectores que han sido más vapuleados por las políticas conservadoras son los imprescindibles para toda la sociedad como son: La agricultura, tenemos que recordar que un mes antes de la crisis sanitaria se manifestaban para conseguir un precio justo por sus productos así como ahora son tan necesarias las manos jornaleras para que no se pierdan las cosechas; la sanidad, sector que ha soportado años y años de recortes económicos y privatizaciones; los dependientes de las tiendas de primera necesidad que se han expuesto para que no falten alimentos en ninguna casa, entre otros. En definitiva, ha sido la clase trabajadora quien ha sacado esta crisis adelante, la que se ha expuesto y la que ha dado la cara ante el peligro de verse contagiado, y mientras tanto, ¿Dónde estaban las grandes fortunas? ¿Dónde está la gran banca? ¿Dónde los especuladores?
“Solo el pueblo salva al pueblo”

martes, 28 de abril de 2020

VENTANAS AL MUNDO.


En el tiempo que llevamos de cuarentena, las redes sociales se han convertido en nuestra ventana al mundo exterior, presumiblemente disponemos de más tiempo y la mayoría de las personas lo invierten en revisar sus redes sociales con más asiduidad, así que ante la imposibilidad de explorar el mundo real observamos el mundo virtual, el mundo de los “otros”, las imágenes publicadas por nuestros “seguidores”, “followers” o “amigos”. Como hemos dicho las Redes Sociales se han convertido en nuestra ventana al mundo o ¿no lo era ya?
Desde la aparición de este fenómeno, nos hemos convertido vouayers de la vida de otros. Pero, ¿son realmente las imágenes publicadas reflejo de la vida de las personas que las publican?
La búsqueda de la pose perfecta que nos produzca la falsa sensación de bienestar originada por un like, en la mayoría de las veces, no son reflejo de la realidad. Son imágenes “prefabricadas” para despertar algún tipo de emoción en aquellas personas que la ven. Si revisamos algunos perfiles al azar de Instagram veremos fotografías donde se repiten los fondos, las poses, los gestos… y donde únicamente cambia la ropa. Imágenes bucólicas de las últimas vacaciones, pretenden decir “mira donde estoy y tú no”. Expresiones de alegría que pretenden captar un momento que no siempre ha existido de manera natural.
Siempre se ha dicho que los “amigos pueden contarse con los dedos de una mano” sin embargo “presumimos” de tener x “amigos” en Facebook, a los que muchos de ellos no conocemos en absoluto. Esta situación nos facilita la falsa felicidad de no estar solos ante la pantalla del ordenador o el móvil.
Aunque bien pueda parecer que nos asomamos al mundo a través de la pantalla la realidad es que son las grandes corporaciones las que se asoman a nuestra vida a través de ellas, ¿no os ha pasado nunca recibir anuncios de algún artículo que habéis buscado previamente a través de otra plataforma? Compartimos millones de datos personales cada vez que damos un click. Podríamos decir que las grandes corporaciones nos conocen mejor que nosotros mismos.  Se ha hecho realidad la ficción orwelliana descrita en 1984, aunque la imagen del “Gran Hermano” no os evoca terror, gracias al reality del mismo nombre con el que ha crecido ya la última generación.
A través de las Redes Sociales nos llegan miles de mensajes que nos condicionan, nos manipulan y nos posicionan ideológica, social y económicamente. La velocidad a la que se generan contenidos en las redes impiden la reflexión sobre esos contenidos, haciéndonos aún más vulnerables ante estas Redes.
La preocupación de todos los gobiernos a lo largo de la historia ha sido poder controlar a la población, para ello se han utilizado miles de recursos: económicos, el miedo, el ejército, etc., para finalmente vender nuestra libertad por un poco de entretenimiento.
“Twitter te hace creer que eres sabio, Instagram que eres fotógrafo y Facebook que tienes amigos. El despertar va a ser muy duro” J.F. Leroy