Terminaron las
elecciones generales, el pueblo salió a votar, y votó. Votó mayoritariamente,
siendo la participación la más alta desde 1996. Los ciudadanos votamos y de
estos votos se configura el arco parlamentario, que ahora, son los encargados
de elegir al Presidente quién, más tarde, será el encargado de formar gobierno.
Es en estos
momentos, donde actúan aquellos poderes que no se presentan a las elecciones,
intentan influir, dirigir e intervenir, en la formación del futuro gobierno.
Se trata de un
equilibrio de poderes, los ciudadanos elegimos en las urnas quienes ocuparán
los escaños en el Congreso y en el Senado, ahora son los poderes económicos los
que intentarán elegir las políticas que se hacen desde esos escaños.
Justo el día
después de las elecciones, las declaraciones de los poderes económicos han
recomendado a Sánchez un pacto con Ciudadanos, la Sra. Botín (presidenta del
Banco Santander), Antonio Garamendi (presidente de la CEOE), entre otros.
Sin embargo,
los intereses de los poderes económicos confrontan con los deseos de los
simpatizantes del PSOE, quienes ya la misma noche de las elecciones avisaban a
Sánchez con el grito unánime de “CON RIVERA NO” y “SÍ SE PUEDE”, haciendo clara
alusión de que la preferencia en el pacto se situaba con Unidas Podemos.
Por lo tanto
la contienda electoral aun no ha terminado, la primera parte se ha jugado con
una afluencia plena, pero la segunda parte, donde se terminará decidiendo el
partido, se jugará a puerta cerrada.
No debemos
dejar que los lobbys económicos decidan por la mayoría de la población, es
mucho lo que está en juego. Seguir avanzando en la recuperación de derechos
sigue estando en nuestras manos. La mayoría social debe seguir presionando para
que las élites no nos la vuelvan a jugar en los despachos. Es ahora, el momento
de seguir presionando desde las asambleas locales del Partido Socialista, la
militancia de base, los simpatizantes y los votantes que confiaron en Pedro
Sánchez, para que el PSOE no vuelva a mirar a la derecha como socio preferente,
sino que sus políticas giren a la izquierda definitivamente, enterrando al
felipismo que tanto daño ha hecho a la clase trabajadora de este país.
Pedro Sánchez
ha obtenido la simpatía de muchas personas por su posicionamiento en contra de
los barones de su partido, por haber combatido y ganado a la facción más
conservadora dentro del Partido Socialista, caer en los errores del pasado
sería un jarro de agua fría para todos aquellos que confiaron en él.
La contienda
sigue abierta, aunque el escenario en estos momentos es otro. Portugal es buen
ejemplo de lo que se espera del PSOE, donde con unas políticas en contra de la
austeridad se está saliendo de la crisis, con un gobierno progresista liderado
por el Partido Socialista Portugués, apoyado por el Partido Comunista y Los
Verdes.
Como
ciudadanos, no podemos permanecer impasibles mientras los poderes económicos
juegan sus cartas, ellos tienen el poder pero nosotros y nosotras somos más,
hagamos valer nuestro número para torcer el brazo de una vez por todas a los
que ven en los recortes y en la precariedad la salida de una crisis que crearon
ellos mismos.
“Un desarrollo económico que no tienen en
cuenta a los más débiles y desafortunados no es un verdadero desarrollo” Papa
Francisco.