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martes, 30 de abril de 2019

EL PARTIDO AÚN NO HA TERMINADO.


Terminaron las elecciones generales, el pueblo salió a votar, y votó. Votó mayoritariamente, siendo la participación la más alta desde 1996. Los ciudadanos votamos y de estos votos se configura el arco parlamentario, que ahora, son los encargados de elegir al Presidente quién, más tarde, será el encargado de formar gobierno.

Es en estos momentos, donde actúan aquellos poderes que no se presentan a las elecciones, intentan influir, dirigir e intervenir, en la formación del futuro gobierno.
Se trata de un equilibrio de poderes, los ciudadanos elegimos en las urnas quienes ocuparán los escaños en el Congreso y en el Senado, ahora son los poderes económicos los que intentarán elegir las políticas que se hacen desde esos escaños.
Justo el día después de las elecciones, las declaraciones de los poderes económicos han recomendado a Sánchez un pacto con Ciudadanos, la Sra. Botín (presidenta del Banco Santander), Antonio Garamendi (presidente de la CEOE), entre otros.

Sin embargo, los intereses de los poderes económicos confrontan con los deseos de los simpatizantes del PSOE, quienes ya la misma noche de las elecciones avisaban a Sánchez con el grito unánime de “CON RIVERA NO” y “SÍ SE PUEDE”, haciendo clara alusión de que la preferencia en el pacto se situaba con Unidas Podemos.
Por lo tanto la contienda electoral aun no ha terminado, la primera parte se ha jugado con una afluencia plena, pero la segunda parte, donde se terminará decidiendo el partido, se jugará a puerta cerrada.

No debemos dejar que los lobbys económicos decidan por la mayoría de la población, es mucho lo que está en juego. Seguir avanzando en la recuperación de derechos sigue estando en nuestras manos. La mayoría social debe seguir presionando para que las élites no nos la vuelvan a jugar en los despachos. Es ahora, el momento de seguir presionando desde las asambleas locales del Partido Socialista, la militancia de base, los simpatizantes y los votantes que confiaron en Pedro Sánchez, para que el PSOE no vuelva a mirar a la derecha como socio preferente, sino que sus políticas giren a la izquierda definitivamente, enterrando al felipismo que tanto daño ha hecho a la clase trabajadora de este país.
Pedro Sánchez ha obtenido la simpatía de muchas personas por su posicionamiento en contra de los barones de su partido, por haber combatido y ganado a la facción más conservadora dentro del Partido Socialista, caer en los errores del pasado sería un jarro de agua fría para todos aquellos que confiaron en él.

La contienda sigue abierta, aunque el escenario en estos momentos es otro. Portugal es buen ejemplo de lo que se espera del PSOE, donde con unas políticas en contra de la austeridad se está saliendo de la crisis, con un gobierno progresista liderado por el Partido Socialista Portugués, apoyado por el Partido Comunista y Los Verdes.
Como ciudadanos, no podemos permanecer impasibles mientras los poderes económicos juegan sus cartas, ellos tienen el poder pero nosotros y nosotras somos más, hagamos valer nuestro número para torcer el brazo de una vez por todas a los que ven en los recortes y en la precariedad la salida de una crisis que crearon ellos mismos.
“Un desarrollo económico que no tienen en cuenta a los más débiles y desafortunados no es un verdadero desarrollo” Papa Francisco.

miércoles, 24 de abril de 2019

LA OLA


En estos tiempos que corren, me viene a la cabeza una película que tiene ya unos años pero que no por eso ha perdido calidad, estoy hablando de La Ola, si no la han visto les recomiendo que lo hagan, merece la pena.

La película trata sobre un profesor de instituto que debe enseñar a sus alumnos/as que es el fascismo. Comienza hablando del periodo de entre guerras en Alemania, su alumnado no comprende como los alemanes de los años treinta dieron su confianza a un sociópata como Adolf Hitler, criticando a los ciudadanos alemanes de aquella época y viendo imposible de que esa situación pueda volver a repetirse.
Ante la insistencia del profesor sobre la importancia de los sucesos acaecidos que posibilitaron el ascenso del nazismo, los alumnos/as restan importancia a la coyuntura que lo posibilitó culpando a las personas que vivían en los años treinta de ceder el poder al partido nazi.
Viendo la imposibilidad de que su alumnado entienda la importancia de cómo se puede llegar a manipular a una sociedad para que termine convirtiéndose en una sociedad de extrema derecha, el profesor cambia de estrategia y comienza una dinámica que hará que paso a paso y sin que los alumnos/as lo perciban, termine convirtiendo a toda la clase en una pequeña micro sociedad nazi.

Decir, que esta película está basada en un hecho real. En 1967, en el Instituto de Educación Secundaria, “Cubberley High School”, en Palo Alto, California, el profesor Ron Jones, en el marco de estudio sobre la Alemania Nazi, consiguió convertir a su clase en un pequeño reducto nazi, al que se fue uniendo todo el instituto, basado en cuatro paradigmas: fuerza mediante la disciplina, fuerza mediante la comunidad, fuerza a través de la acción y fuerza a través del orgullo.

El experimento, que mas tarde fue llevado al cine, pone de manifiesto la debilidad de las sociedades democráticas que no se protegen ante la amenaza de la extrema derecha. Lo más significativo de este caso es que ninguno de los alumnos/as protagonistas del experimento (ni los de la película, ni los que lo vivieron en realidad) se identificaban con el nacionalsocialismo, ni el fascismo, ni con la extrema derecha en ninguna de sus formas y aun así terminaron sucumbiendo a su influjo.
En los tiempos que corren, donde existe una profunda crisis política, económica y ética, es fácil caer en los encantos del totalitarismo disfrazado de una opción democrática más.
“El fascismo es el capitalismo en descomposición” Vladimir Illich Lenin.

Si quieres ver la película completa la tienes en el siguiente enlace: LA OLA: PELÍCULA COMPLETA

Si quieres ver el documental La Tercera Ola, aquí lo tienes: 


lunes, 15 de abril de 2019

LOS ABSTENCIONISTAS.


En estos días he tenido la suerte de hablar con un joven de 32 años, es curioso como el concepto de juventud se va ampliando en edad, que me decía que nunca había votado y que no pensaba hacerlo, ya que no le gustaban las políticas que se estaban llevando a cabo, a esta argumentación le respondí que el no votar validaba o al menos no impedía que esas políticas se siguieran llevando a cabo.
El joven continuó exponiendo que la abstención era una opción más e igualmente válida de participar y que cada vez eran más los que optaban por esa opción.
Que era injusto que con una abstención del 35%, el alcalde de su pueblo alardeara de tener una mayoría absoluta del 76% de los votantes cuando en realidad no llegaba ni al 20% de los electores, y que la mayoría de la gente no había votado porque estaba en contra de este sistema.
Visto esta situación, le contraargumenté, que siendo cierto los porcentajes que me trasladaba, era tan ilegitimo apropiarse de un porcentaje por la totalidad de los electores, como apropiarse de los motivos por los que la población decide abstenerse, ya que son muchos y variados.
Llegado a este punto, el joven empezó a ponerse nervioso y a pedir que le respetara su opción, a lo que le contesté que la respetaba, como no podía ser de otra manera, ya que el voto no es obligatorio en España, pero que no estaba de acuerdo con sus argumentos.
Me dijo que además, ninguno de los principales partidos que se presentaban a las elecciones le representaban, a lo que le contesté que a las elecciones se presentan muchos más partidos por lo que sería fácil encontrar alguno que en el que pudiera sentirse representado. Me dijo que su opción era la abstención, ya que si en unas elecciones se llega al 40% de abstención las elecciones deberían repetirse.
Y llegado a este punto es donde me gustaría profundizar, ya que parte de un error, en España no existe un mínimo de participantes que valide unas elecciones, por lo tanto mi interlocutor partía de una equivocación de bulto y es el desconocimiento de la Ley Electoral, cuando no se conocen las reglas del juego es fácil ser engañados.
La abstención nunca ha influido en la representatividad resultante de unas elecciones ya que el reparto de escaños, se lleva a cabo con el total de votos emitidos, no con el total de personas llamadas a las urnas.
Como decía Foucault, en el discurso en donde reside el poder, porque el discurso es lo que determina que es verdad y que no y son los poderosos los encargados de elaborar el discurso.
Pongo como ejemplo, las elecciones generales de 2008 en comparación con el 2011:
En el año 2008 hubo un 26,15% de abstención (9.172.740 personas) , siendo el partido más votado (entre los que fueron a votar el PSOE)[1] con 11.289.335 votos obteniendo 169 diputados, el PP el que quedó en segundo lugar con 10.278.010 votos con 154 diputados, sin embargo el año 2011[2], con una abstención de 31,06% (11.113.050 personas) el PP fue el partido más votado con 10.866.566 votos obteniendo 186 diputados, el PSOE dio una bajada importante obteniendo 7.003.511 votos con 110 diputados, con estos datos podemos ver como con muchos menos votos que el partido ganador en las elecciones anteriores el PP obtuvo mucha más representación gracias al aumento de la abstención.
Por no extenderme no voy a entrar a analizar la participación en las elecciones europeas, la de mayor abstención de todas las citas electorales.
Podemos concluir que la abstención, lejos de debilitar al sistema lo hace más fuerte, ya que da más poder a aquellas personas que deciden ejercer su voto. La gran trampa del sistema electoral consiste en que los electores no conozcan las “reglas del juego” siendo así mucho más fácil manipularlos.
Elijan un partido que represente sus intereses, vótenlo y después exíjanle que cumpla lo pactado.
“La democracia consiste en poner bajo control al poder político"  Karl Popper.

miércoles, 10 de abril de 2019

COMIENZA EL CIRCO.


Comienza la campaña electoral y voy a aprovechar estas líneas para a llevar a cabo una crítica, espero que constructiva, sobre cómo se está llevando a cabo la transmisión de los mensajes por parte de todos los partidos a nivel nacional. Aquí no voy a dejarme llevar por los “colores” ni doctrinas de partido, hablaré desde el punto de vista de “consumidor electoral” que en estas fechas es bombardeado por consignas y mensajes, la mayor parte de las veces vacíos de contenido.

He de reconocer que no me está gustando nada las distintas estrategias electorales, considero un error basar la campaña en “lo malos” que son los adversarios en vez de hacerlo en el propio programa, y como se piensa mejorar el modo de vida de los ciudadanos en caso de alcanzar el gobierno.
Lo primero que aprendí en mi época de comercial fue que: cuando un producto es malo, la única manera de que te lo compren es menospreciando el producto de la competencia, sin embargo cuando tu producto es el mejor del mercado sólo hay que explicarlo para que los clientes opten por él en vez del de la competencia, lo segundo que aprendí es que aquellos que no crean que su producto es el mejor, deberían dedicarse a otra cosa.
Siguiendo esta máxima, parece que no hay ningún “producto” bueno en campaña, todos se están dedicando a menospreciar e insultar al contrincante, hablando más de los defectos de los contrarios que de las virtudes propias.

En mis cuarenta y dos años no recuerdo una campaña electoral tan crispada como esta. ¿Dónde están las medidas en educación? ¿alguien piensa dar solución al problema de los pensionistas? ¿Cuáles son las propuestas para acabar con la precariedad laboral? Existen miles de preguntas que deberían ser resueltas durante la campaña para que los votantes puedan elegir en conciencia de lo que consideren mejor para ellos y para el resto de la sociedad.

Sin embargo, con una complicidad pasmosa por parte de los medios de comunicación, los discursos están basados en mensajes vacíos, donde se alude a las emociones de los votantes, planteando imágenes apocalípticas si gana el contrario, presentándose como el único líder mesiánico capaz de salvar a un pueblo que caería en las garras del caos si no son ellos los encargados de dirigir el país durante los próximos cuatro años.
La política ha dejado la razón a un lado para alzar las emociones, llegar al poder a través del miedo al contrario, aglutinar el voto en contra de, en vez de a favor de.
El miedo es una de las emociones más peligrosas de las que podemos generar las personas ya que es la antesala del odio.
Como votantes debemos exigir información sobre los temas que nos interesen, que nos afecten y no dejarnos manipular por aquellos que quieren el poder por el poder.
“El valor instrumental de la democracia está condicionado al compromiso del electorado con la búsqueda de la verdad” George Soros.

martes, 2 de abril de 2019

SISTEMAS EFICIENTES.


El filósofo italiano Vilfredo Pareto estableció el “Principio de Eficiencia” en el que consideraba que un sistema era eficiente siempre y cuando fuera capaz de mejorar un aspecto del sistema sin perjudicar otro aspecto de ese mismo sistema.
No creo que sea necesario llevar a cabo un estudio en profundidad sobre el reparto de recursos del planeta para llegar a la conclusión que existe un reparto desigual entre los distintos países del planeta, por lo tanto, si damos por cierto el principio expuesto anteriormente podemos decir que el sistema económico imperante no es eficiente.

Hemos creado un sistema económico que basa su riqueza en la extracción, por lo que para que unos países puedan tener un alto nivel de vida otros deben vivir por debajo de los índices mínimos básicos de subsistencia.
Los últimos datos emitidos por Word Wildlife Fund (WWF), la mayor fundación conservacionista independiente del planeta, expone que para poder igualar a nivel mundial el modo de vida de EEUU, serían necesario nueve planetas como la Tierra que dotara de los recursos necesarios a toda la población. Es evidente que es imposible igualar el modo de vida por arriba y no creo que nadie estuviera dispuesto a empeorar su nivel de vida, no nos queda otra que modificar el sistema que propicie una mejora sustancial en el nivel de vida de los de abajo.
Existen muchas teorías alternativas que podrían sustituir el modelo capitalista como Sistema hegemónico mundial: el sistema socialista, de decrecimiento…

Es imposible cambiar el modo de vida de miles de millones de personas de la noche a la mañana, pero es importante la toma de conciencia sobre la explotación de recursos que estamos llevando a cabo en el Planeta, a día de hoy el único planeta que tenemos, y que la distribución de esos recursos no se lleva a cabo de manera equitativa, por lo que no es de extrañar que este reparto desigual de la riqueza genere actividades no deseadas como: guerras, movimientos migratorios, hambrunas…
Otro principio elaborado por Pareto, fue la regla 80-20, que expone que el 20% de la población posee el 80% de las propiedades mientras que el 80% de la población se reparte el 20% restante. Si trasladamos estos datos de manera global, vemos como Pareto vuelve a acertar.

Una pequeña parte de la población mundial disfruta (disfrutamos) de la mayor parte de los recursos que nos ofrece el planeta, mientras que la gran mayoría de la población mundial carece, en algunas ocasiones, hasta de los recursos más básicos.

Cuanto más tardemos en darnos cuenta que esta situación no es sostenible más nos costará reconducirla, a fin de cuentas solo tenemos un planeta donde debemos vivir toda la especie humana.
“Si la competencia es la ley de la jungla, la cooperación es la ley de la humanidad” Piotr Kropotkin.