La situación de los refugiados
sirios en la frontera con Hungría, es cada vez más preocupante. Después de un
largo y peligroso viaje, dejando atrás sus hogares, parte de sus familias, y
toda una vida, han topado de bruces con
una alambrada que les impide el paso hacia la soñada Europa, teniendo como
destino en la mayor parte de los casos Alemania, por ser la locomotora de
Europa.
La actitud del gobierno Húngaro
es del todo deleznable, tratando a los refugiados como animales, custodiando una
frontera con mano de hierro, habiendo puesto para tal función tanto a la
policía como al ejército. Las imágenes que nos llegan a través de la televisión
avergonzarían a cualquiera, la imagen de una periodista zancadilleando a un
padre con su hijo en brazos que huye de la agresión policial,
o ver como el ejército
húngaro intenta disolver la aglomeración de personas al otro lado de su
territorio con gases lacrimógenos, son dos de los ejemplos que han hecho que la
ciudadanía europea en general y la española en particular se movilice a favor
de los refugiados.
La actitud del gobierno húngaro
ha provocado la queja formal de muchos países por la forma de tratar esta situación,
entre ellos Serbia que ha denunciado la utilización de la fuerza por parte del ejército
húngaro en su territorio.
¿Pero acaso ya nadie recuerda la
actitud que ha tenido y tiene el gobierno español para con las personas que
intentan llegar a Europa por nuestra frontera?¿No existe una valla aún mayor en
las fronteras entre España y Marruecos? El gobierno español encierra en Centros
de Internamiento de Extranjeros (CIE) a las personas que no tienen la
documentación en regla, personas que no han cometido ningún delito, su único “delito”
es tener hambre e intentar tener un futuro mejor. Son perseguidos policialmente
y se les ha negado el servicio sanitario en gran parte del país, siendo esta
una de las medidas más inhumanas que ha realizado el ejecutivo de Mariano
Rajoy.
Las imágenes de la Guardia Civil
realizando “devoluciones en caliente”, prohibidas en nuestra legislación, o
disparando material antidisturbio en la playa de Ceuta a 15 personas que
intentaban entrar a nado en España el 14 de febrero de 2014 provocando dos
muertos, acciones por las que nadie ha sido condenado en España. Los guardias
civiles implicados argumentaron a su favor que estaban cumpliendo órdenes, lo
que provoca otra pregunta ¿les exime eso de responsabilidad sobre sus actos? Si
la obligación de todo soldado es obedecer ¿Quién es el responsable de esas
acciones? Pero ese es otro debate.
Con estas letras sólo pretendo
provocar la reflexión de quien se rasga las vestiduras por la situación de los
refugiados sirios que están siendo retransmitidas continuamente a través de los
informativos de todas las cadenas pero hacen caso omiso a la situación de los
inmigrantes que intentan llegar a España, lo que está provocando una
solidaridad inducida. Muchos municipios, no dudo que cargados de buena
voluntad, han articulado una red de servicios para acoger a los refugiados
sirios, ¿Por qué no ha sucedido lo mismo con los refugiados del Sahara
occidental que llevan 30 años en campos de refugiados en Libia? O ¿Con los
refugiados de la guerra civil de Mali o la República Centroafricana?
¿No es obligación de todo ser
humano mejorar su calidad de vida? ¿No es igual de lícito huir de una guerra
que huir del hambre? ¿No estaremos siendo manipulados por los medios de “comunicación”?
Que cada cual saque sus propias
conclusiones.