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miércoles, 21 de febrero de 2024

LA FRIALDAD DE LOS NÚMEROS

 

En estos días se ha hecho público los datos extraídos del estudio llevado a cabo por la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha) sobre el Balance Migratorio. Este estudio destaca el incremento de los fallecimientos y desapariciones en la frontera española con el escalofriante número de 2.789 personas que han fallecido o desaparecido intentando entrar en España durante el 2023, donde 8 de cada 10 muertos o desaparecidos se han producido en la ruta canaria.


Lo más llamativo de este dato es la insensibilidad con lo que lo asumimos y la frialdad con el que se transmite; una breve reseña de un par de minutos en el telediario y un pequeño artículo periodístico en algún periódico, analizando los datos como si de un balance contable se tratara.

¿Cuáles son los motivos que impulsan a estas personas a jugarse la vida por llegar a Europa? ¿Quiénes son los responsables? ¿Por qué no se facilitan vías seguras y legales para poder realizar este viaje? Son preguntas cuyas respuestas no interesan a nadie.

En un mundo donde convivimos diariamente con la muerte a través de las pantallas, donde los noticiarios muestran, sin ningún reparo, como los francotiradores israelíes ejecutan a civiles desarmados en Gaza, donde los muertos de la matanza de Boucha (Ucrania) por las tropas rusas se difundieron masivamente, donde el cine de acción banaliza la violencia y el “bueno” es muy bueno y el “malo” es muy malo, ha conseguido que la muerte de otro ser humano se nos haga indiferente.


La filósofa Hannah Arendt acuñó la expresión “la banalidad del mal” con el que pretendía explicar cómo algunas personas actúan dentro del esquema de la sociedad a la que pertenecen sin reflexionar sobre sus actos, y obviando las consecuencias de sus acciones.

Del mismo modo “consumimos” información y datos sin que estos provoquen una reflexión, una pregunta, una emoción… como si fuéramos un simple recipiente para dicha información. Más tarde, los medios de comunicación establecerán un relato interesado con estos datos, que a fuerza de repetirlo, será asumido por un número considerable de población que lo repetirá mecánicamente, y en ese momento seremos un poco menos humanos y poco más máquinas.


¿Dónde se dirige la humanidad cuando permanece impasible ante la muerte de otro ser humano? ¿Dónde quedaron los valores europeos que condenan a muerte a aquellos que se “atreven" a intentar vivir como nosotros?

“No hay pensamientos peligrosos: pensar en sí mismo es peligroso…” Hannah Arendt

miércoles, 14 de febrero de 2024

CONCATENACIÓN DE IDEAS

 

La película de Juan Antonio Bayona “La sociedad de la nieve” está en camino de convertirse en la película del año tras arrasar en los premios Goya. Esta película está basada en la novela homónima escrita por Pablo Vierci y tras el éxito de la película en los premios cinematográficos, su autor fue entrevistado por RTVE, de toda la entrevista me llamó la atención la idea que transmitía Vierci de su libro, comentaba que “La sociedad de la nieve” transmite los valores humanos, que en momentos de dificultad extrema, el ser humano tiende a ayudarse, a solidarizarse con las necesidades del prójimo, como única forma para sobrevivir.

Esta idea me trasladó a la obra de Piotr Kropotkin “Ayuda Mutua” que sostiene que en la naturaleza todos los animales, incluidos los seres humanos tienden a cooperar unos con otros, y citando textualmente “la eliminación de la competencia crea mejores condiciones por medio de la ayuda mutua y el apoyo mutuo”. Es a través de la cooperación como el ser humano puede superar las más complicadas dificultades y salir airoso y fortalecido.


En mi concatenación de ideas, me vino la situación de los campamentos refugiados saharauis en Tinduf (Argelia) y como de la nada han conseguido establecer una estructura: administrativa, sanitaria, educativa, etc., para organizar a cerca de 300.000 personas en la parte más dura del desierto más duro del mundo.

Al ver los telediarios podemos ver como miles de personas, actualmente, se encuentran hacinadas en el sur de la Franja de Gaza, y como ante la destrucción, las ruinas y el peligro de caer a manos de francotiradores o bajo las bombas israelíes no reina el caos, la gente se ayuda para el reparto de la comida, desenterrar a las víctimas de los escombros, o trasladar a los heridos a las zonas sanitarias.

Tras esta reflexión llego a la misma conclusión que Pablo Vierci, el ser humano en las situaciones más extremas aumenta sus posibilidades de supervivencia si se solidariza con sus prójimos, y si esto es cierto ¿por qué tengo la percepción de que nuestra sociedad es cada vez más individualista, más egoísta y más insolidaria?

Decía J.J. Rousseau que el ser humano es bueno por naturaleza pero es la sociedad la que lo corrompe, si esto es así, si la sociedad que vivimos la construimos las personas que habitamos en ella, ¿por qué seguimos manteniendo una sociedad que nos hace la vida más difícil?

Reflexiones que se pueden extraer de una frase oída por casualidad.

“La ayuda y el apoyo mutuos no puede estar limitada a la asociación en pequeño; debe extenderse a su entorno, o el entorno absorberá a la asociación” Piotr Kropotkin

martes, 6 de febrero de 2024

PRIVADOS DE UNVERSIDAD

 

Mientras se llenan horas y horas de programas donde se debate abiertamente sobre la amnistía, el posicionamiento de los jueces, etc., el principal medio para el ascensor social, como era la formación, está siendo copada por el sector privado dando cabida a quien pueda pagarla, volviendo a poner en desventaja a aquellos que, por su valía, se ven compitiendo con los que con menos talento acceden a la universidad gracias a la cartera de sus papás.

En los últimos 25 años se han abierto 27 campus privados y ninguno público, y el Ministerio de Universidades tiene sobre la mesa siete nuevas peticiones para abrir nuevas universidades privadas más otros tres proyectos que se están barajando para distintas comunidades autónomas.

Cuando la educación es un negocio, el producto lo obtiene quien lo paga, ejemplos más sonoros serían el del antiguo líder popular Pablo Casado, que en un año, y sin aparecer por clases, aprobó todas las asignaturas de la carrera que llevaba suspendiendo durante los cuatro años anteriores, otro caso relevante sería el del sobrino del Rey, Felipe Juan Froilán de Todos los Santos, que tras suspender repetidamente segundo de la ESO, consiguió la proeza de, en dos años, terminar la ESO, el Bachiller y una carrera universitaria en Estados Unidos. Mientras tanto, los hijos e hijas de trabajadores y trabajadoras se esfuerzan en sacar la nota suficiente para poder optar a los grados que quieren estudiar, solicitan becas y se esfuerzan en aprobar para poder seguir estudiando el año siguiente, si el ascensor social funcionara como debiera los hijos de las clases populares coparían la universidad, simplemente por el hecho de que son mayoría, y por extensión terminarían ocupando los consejos de administración de las grandes empresas, desplazando a los menos capaces a puestos subordinados.

¿Alguien creía que las élites económicas del país iban a dejar que sus hijos fueran desplazados de la posición que ocupan? Que los hijos e hijas de los carpinteros, fontaneros, camareras, costureras… sustituirían a los hijos de la alta burguesía.

Parece ser que los oficios manuales no encuentran remplazo que los sustituya, que no existen aprendices, pero la hija de Amancio Ortega sustituyó a su padre en el Consejo de Administración, no se fue a coser camisas a un taller y Froilán no ha pisado, ni pisará jamás una oficina de empleo.

            Porque a día de hoy, valen más los títulos que el conocimiento, los contactos que el esfuerzo.

“La cultura de la modernidad líquida ya no tiene un populacho que ilustrar y ennoblecer, sino clientes que seducir” Zygmunt Bauman.