Anatomía de “Soldados y Padres” de José Jurado Morales.
Hay libros que vienen a ti en el
momento adecuado, libros que te ayudan a entender la realidad que vives aunque
fueran creados con otros fines. Eso me ha sucedido con “Soldados y padres” de
José Jurado Morales, un libro que establece la relación entre poetas nacidos en
la posguerra y cuyos padres participaron en la Guerra Civil Española. Entre los
protagonistas se establecen relaciones singulares propias a la singularidad
individual de cada uno de sus protagonistas.
Sin embargo, entre sus líneas subyace
un análisis de la guerra, alejado de cuestiones geoestratégicas o militares, la
guerra que hacen sus verdaderos protagonistas, personas que jamás pensaron
portar un arma y mucho menos disparar a otros seres humanos, personas que
mueren por órdenes de otros, los que finalmente se llevan las medallas y el
reconocimiento, pero que rara vez mueren en el campo de batalla, personas que
sufren la ansiedad y el miedo al dirigirse al frente, personas que dejan sus
vidas atrás y que en muchos casos no vuelven a retomar porque las que vuelven
de la guerra son muy distintas a aquellas que partieron, y todo esto es común a
todas las guerras, incluyendo a las guerras que se producen en la actualidad.
A través de distintas citas extraídas
del libro haré un análisis de lo que supone vivir una guerra, ya sea en
Ucrania, en Siria o en cualquier otro lugar del mundo. Vamos a ello.
-
“Ese convencimiento
acerca de la estupidez de las guerras viene potenciado por el hecho de que todo
soldado puede perder la vida en cualquier momento” (Jurado, 2021-128).
Prácticamente la totalidad de la
tropa que muere en una guerra no decide sobre los motivos que les han llevado
hasta allí, simplemente son usados como peones en una partida que se juega
desde despachos. El miedo es una sensación que todos los seres humanos experimentan
en algún momento. El miedo es necesario porque te mantiene alerta, pero un
exceso de miedo puede llegar a paralizarte y la parálisis en el frente de
batalla puede llegar a ser la diferencia entre la vida y la muerte y ¿existe
algo más estúpido que perder la vida por las decisiones de gente a la que no le
importas?
El miedo es un factor común que todos
los protagonistas relatan sobre la participación en la guerra de sus padres,
independientemente del bando por el que luchen.
Lo que me lleva a la siguiente cita.
-
“Da lo mismo el bando
por el que se luche cuando las balas y las metrallas matan sin distinguir
ideologías y cuando las guerras cortan por igual unas existencias apenas
iniciadas”. (Jurado,
2021-258)
Todas las personas que participan en
una guerra se ven obligadas a ello, de alguna u otra forma, y en ningún caso es
una elección propia. Se ven expuestas a perder la vida sin que exista un motivo
para ello. Todas estas personas tienen unos planes de futuro, una historia
previa, unos sueños, etc., que se ven cortados de raíz por motivos que
trascienden a ellos mismos, el exilio, la represión o la muerte se encuentra
entre las posibilidades de futuro de todos los combatientes. Resaltar el poema que
dejó escrito Leopoldo Urrutia, padre de Jorge Urrutia antes de partir hacia el
frente:
El libro donde estudié
Guardádmelo, camaradas,
Cuando vuelva, si es
que vuelvo,
He de volver a sus
páginas.
Si me quedo con la
guerra,
Si por el campo me
matan,
Dejad que en sus hojas
blancas
Otros nuevos
estudiantes
Aprendan a amar a
España. (Jurado 2021-104)
-
“Nadie nace para
combatir en una guerra, pero a veces el azar de los acontecimientos históricos
provoca que a muchos les toque hacerlo” (Jurado 2021-258)
Como bien expone la cita, nadie está
preparado para participar en una guerra y es el azar el que dispone las
acciones de las personas “anónimas” que se ven envueltos en un conflicto
armado. Disponer al azar la vida o la muerte de una persona, no deja de ser una
situación deleznable, más aún cuando los que tienen la oportunidad de dirigir
los hilos del conflicto, ven las vidas de estas personas como meras piezas
prescindibles en sus planes bélicos.
-
“Los héroes no combaten
lo hacen los seres humanos. Los héroes quedan para los libros y las películas” (Jurado, 2021-260)
Como bien cita el autor, son los
seres humanos los que padecen las vicisitudes de la guerra, sus penalidades y
carencias y finalmente son los que arriesgan su vida, por eso es tan importante
la figura del héroe en la filmografía y la literatura bélica, el héroe es la
imagen que se vierte sobre la población para que sirva de inspiración a la hora
de realizar acciones que sobrepasan los límites de la razón. Pero cuando un
soldado o un civil pierde la vida en la guerra, lo padecen y lo sienten, sus
familiares y amigos y poco importarán las soflamas en la exaltación de su
figura. Se mata no solo a la persona, sino también a sus planes de futuro, sus
sueños y sus proyectos, todo lo que podía haber sido y que nunca será.
Como conclusión, diremos que los que
después saldrán en los libros de historia siempre se mantendrán lejos del
silbido de las balas, del atronador estruendo de los obuses y de la aleatoria
trayectoria de la metralla. Observarán la batalla desde lejos apostados en sus
despachos y visualizando los movimientos de las tropas en mapas o en modernos
televisores que transmitan la imagen en directo desde algún satélite.
Lejos de los sesudos análisis
geopolíticos, los estratégicos movimientos de tropas, las estadísticas de
bajas, de la propaganda de guerra, al final de todo, los muertos siempre los
pone el pueblo.
“La guerra es un lugar donde jóvenes que no se conocen y no se odian se
matan entre sí, por la decisión de viejos que se conocen y se odian, pero que
no se matan” Erich Hartman.
BIBLIOGRAFÍA.
JURADO MORALES, (2021) J. Soldados
y padres. De guerra, memoria y poesía. Fundación José Manuel Lara. Sevilla.