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jueves, 29 de diciembre de 2022

TIEMPO DE BALANCE

 Reflexiones de fin de año.

Si bien los finales de año son propicios para hacer balance del año que termina, este año es especialmente valioso para tal fin. A dos años de que sufriéramos la pandemia del Covid-19, podemos realizar un análisis de las expectativas que teníamos en esos momentos a la realidad resultante que vivimos.

En momentos de crisis sanitarias, toda la sociedad puso en valor el trabajo de todos aquellos sectores que cuidaban de que la sociedad siguiera funcionando, los aplausos de las ocho de la tarde que simbolizaban el agradecimiento que la sociedad sentía, especialmente, hacia los sanitarios mostraban una sociedad cohesionada, paradójicamente, en los momentos en que menos interacción social había.

La pandemia pasó, y volvimos a nuestras rutinas, en ese momento el volcán de la palma estalló, volviendo a generar un manto de solidaridad hacia los habitantes de la isla, las muestras de apoyo fueron masivas, las campañas para que se consumiera plátano de canarias, principal motor económico de la isla, fueron masivas, y a pesar de su precio superior a las bananas latinoamericanas, consumimos mayoritariamente el producto nacional como muestra de apoyo y solidaridad.

Llegó el 2022 y en febrero de este año Rusia invade Ucrania, las muestras de apoyo a la población ucraniana no se hicieron esperar, personas que ponían sus casas a disposición de las personas que venían huyendo de la guerra, autobuses se organizaron para trasladar a lugar seguro a las personas que buscaban refugio. Las instituciones activaron protocolos  de protección que no se habían puesto antes en funcionamiento y el pueblo ucraniano sintió el apoyo de toda Europa ante la situación que estaban viviendo.

Pero, al igual que pasara con la pandemia y con el volcán de La Palma, toda esta solidaridad se fue diluyendo en el ritmo frenético de nuestro día a día. Los intereses personales se vuelven a imponer a la solidaridad colectiva, lo que me hace llegar a las siguientes conclusiones.

El sistema socioeconómico en el que vivimos nos separa a unos de otros haciendo girar “la rueda de hámster” en la que vivimos, nuestras preocupaciones no van más allá de nuestro círculo más cercano, conseguir los ingresos necesarios para seguir haciendo girar la rueda, tomar una cerveza en un bar y darnos un capricho esporádicamente, el aforismo del árbol que no deja ver el bosque, se hace más evidente, en el momento en que tomamos distancia y descubrimos que sólo la solidaridad hace que todos tengamos una vida mejor.

El maltrato que está sufriendo la sanidad pública para beneficiar a la sanidad privada, las ayudas a la isla de La Palma que siguen sin llegar, y las dificultades que está encontrando la población ucraniana a la hora de encontrar empleo o vivienda no son noticia, los beneficios de las grandes corporaciones gracias a los horrores de la guerra, la inflación, la subida de los tipos de interés, etc., son el resultado de nuestro individualismo.

Decía Margaret Mead que la civilización comenzó cuando a un miembro de la tribu que no podía valerse por sí solo había que generarle los cuidados necesarios  mientras se recuperaba, del mismo modo Kropotkin decía que la colaboración era la ley de la civilización. Esperemos que no tengamos que vernos en otra situación de aislamiento para darnos cuenta de cuanto nos necesitamos unos a otros. Feliz año.

“Nosotros tenemos que ser el cambio que queremos ver en el mundo” Gandhi.

 

jueves, 22 de diciembre de 2022

REFLEXIONES SOBRE EL MUNDIAL QUE NO VÍ

 

El mundial que acaba de finalizar se ha envuelto en la polémica desde el día que se asignó a Qatar como país organizador. La larga sombra de la corrupción ha alcanzado hasta las más altas esferas de la FIFA así como a altos mandatarios del Parlamento de la Unión Europea.

Las muertes de trabajadores durante la construcción de las infraestructuras tampoco pasaron desapercibidas, más de siete mil personas murieron levantando los estadios donde después las selecciones jugarían sus partidos. Esta situación puede tener una lectura distinta: miles de trabajadores murieron para que futbolistas multimillonarios jugaran al fútbol, con el objetivo de que otros trabajadores de todo el mundo dejaran de plantearse su situación personal y evitaran buscar responsables a la situación social, jaleando a quienes (presuntamente) les representan por haber nacido dentro de sus mismas fronteras y con los que no tienen nada en común.

El evento también ha servido para hacer publicidad del país corruptor, donde los Derechos Humanos brillan por su ausencia.

Ninguna institución ha planteado un boicot al mundial, ni siquiera se ha planteado una protesta formal ante las instituciones competentes.

Los futbolistas (principales protagonistas de este circo) que antes de comenzar el mundial mostraban su intención de dar visibilidad a estas injusticias, callaron a las primeras de cambio ante las amenazas de sanción por parte de la FIFA.

La esperanza de que el pueblo tuviera más dignidad que sus representantes también ha sido una efímera ilusión, nada más echar a rodar la pelota todo el mundo olvidó las muertes, las corruptelas y hasta los Derechos Humanos.

Nadie ha asumido su parte de responsabilidad para que una injusticia se cometa a la vista de todo el mundo. La dignidad humana ha sido asesinada entre todos, sin que nadie hiciera nada por detener esta situación ni evitar que se vuelva a repetir en un futuro.

El mundial acabó y la realidad vuelve a hacerse presente en nuestro día a día. Poco importa ya quién ganó o quién perdió, mañana volverá a sonar el despertador y tendremos que hacer frente a un nuevo día con la resaca del nuevo “opio del pueblo”.

“Lo que está bien, está bien aunque no lo haga nadie y lo que está mal, está mal aunque lo haga todo el mundo” San Agustín.

jueves, 15 de diciembre de 2022

FUTBOL Y POLÍTICA

             Es imposible mantenerse ajeno a todo lo que rodea al Mundial de Catar y las noticias que lo rodean llegan a todos los rincones del mundo. Una de esas noticias es el papel que está desempeñando la selección de Marruecos en el mismo y cómo está celebrando sus victorias reivindicando la lucha del pueblo palestino mostrando la bandera Palestina.

Israel lleva ocupando, con el beneplácito de la ONU, Palestina desde el final de la II Guerra Mundial, durante este tiempo, ha expulsado a los palestinos de sus casas, ha impuesto una política de segregación expulsando a los palestinos a guetos, ha ejercido la tortura y viola sistemáticamente los derechos humanos.

Este apoyo explícito ha supuesto el aplauso del mundo árabe y ha sido amplificado por los medios de comunicación occidentales. Sin embargo Marruecos, al igual que hiciera Israel, ocupó ilegalmente el Sáhara Occidental en 1975, y desde entonces reprime brutalmente al pueblo saharaui en los territorios ocupados y aunque no tiene el visto bueno ni de la ONU ni de la unión africana, todos los organismos internacionales, incluida España (que sigue siendo potencia administradora del territorio) miran para otro lado ante los abusos marroquíes hacia el pueblo saharaui.

Miles de desaparecidos saharauis, encarcelamientos masivos sin tener un juicio con las mínimas garantías, torturas, etc., todos estos hechos son silenciados por los medios de comunicación occidentales invisibilizando la causa del pueblo saharaui, que como españoles somos directamente responsables.

Es de una hipocresía supina reivindicar los derechos de un pueblo (en este caso el palestino) y no posicionarse a favor de la causa del pueblo saharaui, cuando es tu propio país el que actúa del mismo modo que lo hace el Estado de Israel.

Ante las críticas que recibieron los futbolistas por ir a jugar un mundial en un país donde no se respetaban los derechos humanos éstos se defendieron justificando que ellos iban a trabajar, que no estaba en sus competencias hacer política, que eso era asunto de otros organismos, sin embargo, gracias a la influencia que ejercen tienen la capacidad de poner en el debate público cualquier tema por el que se manifiesten, haciéndose eco los medios de comunicación y presentándolos a la opinión pública.

La defensa de la causa palestina por parte de los jugadores de Marruecos puede tener, al menos, dos lecturas: 1. Posicionarse en contra de Mohamed VI, ya que este como Jefe de Estado Marroquí, reconoció el Estado de Israel el pasado 2022, 2. Buscar el apoyo del mundo árabe, ya que el pueblo, ajeno a las decisiones de sus líderes, apoya masivamente la causa palestina.

El Mundial es una cuestión política, el apoyo de la selección de Marruecos a Palestina es una cuestión política y callar ante las injusticias también es una cuestión política.

“Si eres neutral en situaciones de injusticia significa que has elegido el lado del opresor” Desmond Tutu.

martes, 6 de diciembre de 2022

EL FUTURO ES HOY

             Se suele decir que los jóvenes son el futuro, y esta frase, por mucho que esté asimilada por el “saber popular”, no se adapta a la realidad.

Al decir que los jóvenes son el futuro, les estamos negando su propio presente. Los jóvenes son los adultos del futuro, pero de los adultos en los que se conviertan dependerá de cómo se desarrollen en la actualidad.

La juventud tiene sus propios problemas, distintos a los que tenemos los adultos pero, para ellos, igual de importantes, al fin y al cabo como suele decirse “a cada uno le duelen sus muelas”.

Las nuevas generaciones están cada vez más formadas, hemos pasado de un analfabetismo, casi generalizado, a tener más de un millón y medio de universitarios en menos de cien años, sin embargo la edad media en la que se obtiene el primer empleo es de 23 años, y se tarda una media de 6 años en alcanzar cierta estabilidad laboral, aunque en la actualidad esta estabilidad nunca llegue a alcanzarse realmente. La edad media para emanciparse ronda los 30 años, a lo que habría que sumar la dificultad para encontrar vivienda. La edad media para tener el primer hijo está en torno a los 32 años y la mayoría de los que tienen descendencia se quedan en un único hijo.

Como se puede observar de los datos anteriores la edad que comprende la etapa de la “juventud” se ha ido ampliando a medida que han ido pasando los años y las dificultades para alcanzar “problemas de adultos” se han ido dilatando en el tiempo. Hemos pasado de ser adulto de pleno derecho con 18 años a convertirte en adulto entrando en los treinta.

Los jóvenes son el presente, y su presente se cimenta en la dificultad para poder pasar al “siguiente nivel”. Decir que la “juventud es el futuro” invisibiliza  los problemas a los que tienen que enfrentarse y dificulta su camino hacia la vida adulta. Mientras se conciba a los jóvenes como un grupo de edad sin “problemas reales” a los que prestar atención, restándoles importancia o infantilizándolos más dura será su llegada a la vida adulta.

Llegará el momento en que los jóvenes de hoy tengan que tomar las riendas de las sociedad que estamos construyendo los adultos de hoy y sin un proceso de adaptación apropiado su toma de contacto con su nueva realidad será más traumática y todos sufriremos las consecuencias.

Urge encontrar una solución a los problemas mencionados anteriormente: vivienda, trabajo, estabilidad, emancipación, etc. Nos va el futuro en ello.

 “La juventud necesita creerse superior; claro que se equivoca, pero este es el gran derecho de la juventud” Ortega y Gasset.

miércoles, 30 de noviembre de 2022

CONOCER A ALGUIEN

             ¿A cuántas personas crees que conoces realmente?

Si existe algo difícil en el mundo es conocer a alguien, y lo que es una auténtica ilusión, es creer que se conoce a una persona completamente, en toda su complejidad. Da igual que sean tus padres, tus hijos, tu pareja o tu amigo de toda la vida, sólo en casos muy excepcionales puede llegarse a conocer profundamente a alguien.


Si pretendemos hacer un análisis de la personalidad de una persona, partiremos sin duda de la parte más superficial y aparente, con la que poder hacernos una idea de cómo es realmente esa persona, aunque, como veremos, la simple imagen de una persona, aunque puede darnos datos de su personalidad, es bastante más complejo que lo parece realmente, ya que en esta imagen, se trasladan tres “identidades” de la misma persona: la imagen que pretendo proyectar, la imagen que realmente proyecta y la que el otro percibe, y en ninguna de las tres se revela la identidad real de una persona en toda su complejidad.

Los contextos en que una persona se encuentra influyen en las características de la identidad que se posicionan en primer plano. Por ejemplo, si hay personas que se relacionan con otras personas en el trabajo, recibirán las características de nuestra personalidad que muestre en su actividad laboral (siendo positivos, esa persona se mostrará como una persona eficiente, colaboradora, seria, etc.). Si por el contrario la relación se establece viendo un partido de futbol de su equipo favorito, las características de la personalidad que se muestren serán otras, posiblemente distintas, y así sucesivamente.

Estas características de nuestra personalidad pueden repetirse  en distintos contextos o pueden aparecer y desaparecer dependiendo de dónde nos encontremos o qué estemos haciendo, esto no quiere decir que las personas utilicen una forma u otra de comportarse premeditadamente dependiendo del lugar en el que se encuentren, sino que el ser humano es tan complejo que se muestra de la forma en que será mejor aceptado por el resto de personas, perdiendo su individualismo en favor de la masa.

Las características de la “masa” han sido ampliamente estudiadas por las ciencias sociales. La masa se mueve en el plano emocional, donde la necesidad de ser aceptado por el grupo es principal, en ese caso es la masa la que determina el comportamiento de esa persona. Como dijo Aristóteles el ser humano es un ser social, y (esto ya lo digo yo) en el castigo lleva la penitencia.

Cada ser humano es distinto dependiendo del plano en el que interactúe, excepto los gilipollas que son gilipollas en cualquier sitio.

“La multitud es impulsiva, versátil e irritable y se deja guiar casi por lo inconsciente” Sigmund Freud

jueves, 24 de noviembre de 2022

LIBERTAD DE EXPRESIÓN

 

Siempre he estado a favor de la libertad de expresión, esto significa que estoy a favor de que las personas que tienen una opinión diferente a la mía puedan expresarla libremente, sin sentirme ofendido ni agraviado. Es más, estoy a favor de que cualquiera que quiera mentir para defender una postura pueda hacerlo, en lo que me cuesta estar de acuerdo es que nadie se pare a verificar si lo que se está diciendo es verdad o mentira.


Si preocupante es que cualquiera pueda mentir sin que nadie se pare a verificar lo que se está diciendo, más preocupante es que se puedan decir gilipolleces, del tipo “la tierra es plana”, “las vacunas matan” o “que el sol no es una fuente de calor” (para que se entienda a que me refiero cuando hablo de gilipolleces) y nadie se tome la molestia de verificar si esto es cierto o no, ya que utilizando una lógica simple y obviando las reglas de física, entre otras reglas que rigen el complejo funcionamiento de la naturaleza, puede llegar a convencer a los incautos de despropósitos intelectuales como los que he nombrado anteriormente.


Según decía Soren Kierkegaard “la gente exige la libertad de expresión como una compensación por la libertad de pensamiento, que rara vez se utiliza” y es que la libertad de expresión debe ir aparejada a la libertad de pensamiento, ser capaces de crear nuestros propios argumentos que nos lleven a conclusiones propias. Esto requiere un enorme esfuerzo y una inversión de tiempo significativa. El tiempo quizás sea lo más valioso de la época que nos ha tocado vivir debido a su escasez. La falta de tiempo junto a la campaña antiintelectualista propia de nuestra época (donde mucha gente se vanagloria de no leer un libro en todo el año, de no profundizar en las cosas que les afecta dejándose influir por titulares escandalosos, etc.) hace que tomarse las gilipolleces en serio sea un hecho muy común.


Con estos ingredientes, las gilipolleces se propagan como un virus infectando a un  número importante de personas que ven sus ideas amplificadas por las redes sociales ampliando el número de contagiados.

Los enciclopedistas intentaron recoger en la enciclopedia todo el saber de su época, el siglo XVIII, dando como resultado la enciclopedia, donde se podía recurrir para satisfacer el ansia de saber. Hoy cualquiera tiene acceso a medios de comunicación con los que difundir información falsa, no contrastada, mentiras y gilipolleces a las que se les da el mismo valor que al conocimiento científico.


Si bien la duda es el principio del conocimiento, no podemos resolver esas dudas con ideas peregrinas sin base científica.

 Sinceramente creo que, lo peor puede existir es un mundo lleno de gilipollas. Por favor, no seáis gilipollas.

“Sin libertad de pensamiento la libertad de expresión no sirve de nada” José Luis Sampedro

jueves, 17 de noviembre de 2022

QATAR 2022

             Comienza el espectáculo del Mundial.

El próximo 20 de noviembre tendrá lugar la inauguración del Mundial de Fútbol 2022, que como todo el mundo sabe tendrá lugar en Qatar. Mucho se ha hablado de la idoneidad de celebrar un evento de tal magnitud en un país, donde el respeto de los Derechos Humanos, con toda la magnitud que puede contener el concepto que implica “Derechos Humanos”, brilla por su ausencia.

Es conocido que la homosexualidad está prohibida en Qatar, con unas de penas de 10 años de cárcel por ser homosexual. Más de 7.000 obreros han fallecido en la construcción de las infraestructuras necesarias para que se pudiera llevar a cabo la competición. Los derechos laborales de los trabajadores rozan el estado de semiesclavitud y la seguridad laboral brilla por su ausencia. El trato a la mujer, también es significativo, donde se le considera un ciudadano de segunda categoría, con sus derechos más que mermados y en un estado de subordinación al hombre. A través del Mundial se promocionará turísticamente un país con semejante currículum.

Los valores implícitos al deporte asociados con el respeto, la disciplina, la tolerancia, el trabajo en equipo y el espíritu de superación hace tiempo que fueron olvidados por el fútbol profesional y sustituidos por el “valor del dinero”, es fácil de comprobar con las cifras indecentes que se manejan en él y en la designación de Qatar, el valor del dinero ha tenido un peso superior a los valores deportivos. La designación de Qatar como sede para el mundial 2022 estuvo envuelta en la sombra de la sospecha de corrupción, donde los petrodólares qataríes supuestamente “compraron” las voluntades de las personas encargadas de designar la sede, a la hemeroteca me remito.

La designación de Qatar como sede ha supuesto significativos cambios en el torneo, conocidos por todos, no hay mejor ejemplo que su inauguración será a finales de noviembre, ya que en verano sería imposible jugar debido a las altísimas temperaturas que allí se dan, ¿hubiera estado la FIFA dispuesta a realizar cambios similares si no se hubieran puesto encima de la mesa cantidades astronómicas de dólares?

Ningún país ha renunciado a asistir al mundial, el valor del dinero ha vuelto a tener más peso que el de la dignidad. Dinamarca diseñó una equipación donde podía leerse “Derechos Humanos para todos”, la FIFA ha prohibido a la selección danesa jugar con esa equipación argumentando que no se pueden exhibir lemas políticos, ¡no se vayan a molestar los anfitriones! ¿cómo si todo lo que envuelve a la celebración del mundial no fuera un tema político?

Por otro lado, Dua Lipa y Rod Stewart, entre otros, han renunciado a participar en la ceremonia inaugural del torneo, rechazando millonarias cifras demostrando más dignidad de la que ha demostrado la FIFA en todo el proceso.

Por mi parte, no pienso ver ni la inauguración, ni ninguno de los partidos que se disputen como modo de protesta, sé que no es mucho, pero es mi granito de arena como denuncia a este despropósito. Con esto, no estoy pidiendo que se realice un boicot al campeonato, allá cada cual con sus principios.

“Negar a las personas sus derechos humanos es cuestionar su propia humanidad” Nelson Mandela

martes, 8 de noviembre de 2022

ANOTHER BRICK IN THE WALL

 

El 9 de noviembre se cumplen 33 años de la caída del Muro de Berlín. Durante los 28 años que se mantuvo en pie, separó la ciudad de Berlín y por consiguiente a familias enteras que quedaron atrapadas a uno y otro lado del muro. Los efectos de la guerra fría fueron padecidos, como siempre, por los inocentes ciudadanos de la capital derrotada y dividida tras la Segunda Guerra Mundial, personas que, en su mayoría permanecían ajenas a los derroteros de los intereses geopolíticos de las élites gobernantes.

Fueron muchos los que se jugaron la vida para cruzar el muro, unos consiguieron atravesarlo y otros murieron en el intento, unos fueron recibidos como héroes y otros tratados como mártires.

Hoy el número de muros que dividen el mundo se ha multiplicado considerablemente, si en 1989 existían 6 muros similares al muro de Berlín, también denominado el “Telón de Acero” o el “Muro de la Vergüenza”, hoy existen 77 muros que separan las fronteras entre los países ricos y los países pobres, con el objetivo de evitar que aquellos que intentan buscar un futuro mejor o huir de la pobreza lo tengan igual o más difícil que aquellos que intentaban cruzar desde Berlín Este.

En esta ocasión, los que mueren no solo no son tratados como mártires, sino que se les niega la existencia, su desaparición física e histórica termina en una fosa común, en el mejor de los casos.

Aquellos que consiguen cruzar las distintas vallas que separan el infierno contrastado de un hipotético paraíso en ningún momento son tratados como los héroes que saltaban el Muro de Berlín, todo lo contrario, son tratados como delincuentes, en algunos casos son encarcelados, en otros esclavizados, y los que tienen más suerte tienen que pasar por un calvario jurídico-administrativo que convierte su estancia en el país de acogida en un laberinto de donde es difícil de escapar.

Es curioso cómo cambian los relatos para situaciones similares, todo depende de los intereses de aquellos que levantan los muros, parece evidente que el “Muro de la Vergüenza” no desapareció el 9 de noviembre de 1989, sino que se ha estado multiplicando a lo largo del mundo.

Mientras tanto capital y mercancía se mueven con total libertad a lo largo y ancho del mundo, cruzan fronteras sin ningún tipo de contratiempo, haciendo a los ricos más ricos y a los pobres más pobres.

“En una cultura con racismo, el racista, es pues, normal” Franz Fanon.

miércoles, 2 de noviembre de 2022

ES LA HORA DE QUEIPO DE LLANO

             “Nuestros valientes legionarios y regulares han demostrado a los rojos cobardes lo que significa ser hombres de verdad. Y de paso también a sus mujeres. Esto está totalmente justificado porque estas comunistas y anarquistas practican el amor libre. Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres y no milicianos maricones. No se van a librar, por mucho que berreen y pataleen”.

Este es un extracto de una alocución en radio Sevilla del General golpista Gonzalo Queipo de Llano, donde sembraba el terror en la población civil del bando republicano especialmente en las mujeres, justificando la violación como arma de guerra, durante la Guerra Civil española.

Según estudios como el de José María García Márquez “Las víctimas de la represión militar en la provincia de Sevilla (1936-1963), Queipo de Llano es responsable de, aproximadamente, 14.000 muertes, de las que 12.854 están sobradamente justificadas, además de sumar 268 ejecutados en otras provincias andaluzas y 862 muertos en prisión, con estos números el General franquista se ganó a pulso el apodo “El Carnicero de Sevilla”.

Si un crimen de guerra es una violación de las protecciones establecidas por las leyes y costumbres de la guerra, integradas por las infracciones graves del Derecho Internacional Humanitario cometidas en conflicto armado y por las violaciones del Derecho Internacional, podemos decir sin miedo a equivocarnos que Queipo de Llano era un Criminal de Guerra.

Tras su muerte fue enterrado en un lugar de honor en la capilla de la Virgen de la Macarena en Sevilla.

Como ciudadano de este país, me resulta indignante que un criminal como éste esté enterrado en un sitio de honor de un lugar de culto. Es hora que, como ya se hiciera con el Dictador, sus restos sean exhumados y puestos en manos de su familia para que hagan con ellos lo que consideren oportuno. Eso es más humanitario que lo que el bando franquista hizo con sus víctimas que 80 años después siguen diseminados en fosas comunes sin identificar a lo largo y ancho de España.

Eliminar los honores con los que se cubrieron los golpistas es una obligación democrática.

“Llora la Macarena, o no lo ves, dicen que tiene a un asesino enterrao bajo sus pies” Tasho X

jueves, 27 de octubre de 2022

CON SUS MISMAS ARMAS

          No suelo volver a un artículo ya escrito, una vez que ha sido publicado, suelo dejarlo correr y mi atención se vuelca en otros aspectos  de la realidad socio-político-económica que nos golpea diariamente, siendo la situación que queda atrapada recurrentemente en mi cerebro, el tema en el que  se basará el artículo de la semana en cuestión.

Pero la realidad es que las palabras pronunciadas por Felipe González el pasado 17 de octubre continúan resonando en mi cabeza y al que ya aludí en el artículo de la semana pasada, pero creo firmemente que aún puede dársele una vuelta de tuerca más.

Reafirmándome en la reflexión escrita en el artículo anterior, “Buscar la verdad”[1], hay que reconocer que el mecanismo que utilizan una gran parte de la clase política, es la que fue descrita por el expresidente del gobierno, lo que aleja o acerca a los políticos del gobierno es la opinión de la mayoría de la gente.

Por lo tanto, Felipe González nos da la clave para que un gobierno (cualquier gobierno) actúe en favor de la mayoría social.

Si un partido político tiene como fin último alcanzar el gobierno, no por afán de llevar a cabo su programa electoral, guiado por unas líneas ideológicas determinadas, sino por el hecho de alcanzarlo sin más, la mayoría social deberá hacerle saber  a estos mismos partidos políticos cuales son sus reivindicaciones, para ello, en primer lugar deberá tomar conciencia  como clase social con intereses comunes a todos sus miembros.

En segundo lugar, ha de perder el miedo a reivindicar  lo que considera realmente justo, algo verdaderamente difícil, ya que, aunque una amplia mayoría de la población ha nacido, o al menos ha vivido una gran parte de su vida en un sistema democrático, los 40 años de represión franquista  sumado a la fuerza coercitiva del Estado, hace que aún sea común tener miedo a expresar las ideas propias.

En tercer lugar  conocer la realidad que condiciona, posibilita o imposibilita llevar a cabo las medidas legislativas concretas.

En cuarto lugar, organizarse, utilizando los medios constitucionales de los que nos hemos dotado para llevar a cabo las reivindicaciones. Hay que tener en cuenta que todo gobierno hace equilibrios en una balanza donde de un lado se encuentran los poderes económicos y del otro la mayoría social, si la clase trabajadora consigue el mismo nivel de organización que tiene las élites económicas, la balanza caerá a su favor, sin ninguna duda.

En conclusión, actualmente, los partidos políticos, a través de sus mecanismos de propaganda, intentan convencer de que las medidas que proponen son las que conviene a la mayoría, aunque sea evidente que solo beneficie a una parte. Sin embargo, existe la posibilidad de revertir la situación utilizando las mismas estrategias, y la clave para ello, la facilitada por Felipe González.

“Instrúyanse, porque necesitamos toda nuestra inteligencia. Conmuévanse, porque necesitamos  todo nuestro entusiasmo. Organícense, porque necesitamos  de toda nuestra fuerza” Antonio Gramsci.


[1] https://mcarmonacurtido.blogspot.com/2022/10/buscar-la-verdad.html

jueves, 20 de octubre de 2022

BUSCAR LA VERDAD


El pasado lunes 17 de octubre tenía lugar un encuentro entre los expresidentes socialistas, José Luis Rodríguez Zapatero, Felipe González y el actual presidente del gobierno Pedro Sánchez, en conmemoración al cuadragésimo aniversario de la victoria socialista en las elecciones de 1982.

 

En la rueda de prensa posterior, Felipe González hizo unas declaraciones que resultan significativas a la hora en la que los políticos entienden la democracia: “en democracia la verdad es lo que los ciudadanos creen que es verdad, muchas veces nosotros sabemos que las razones se confunden, pero al final, esa verdad que es lo que los ciudadanos creen que es verdad, se traduce en decisiones de voto y esas decisiones de voto nos llevan o nos alejan del poder”. Lo que traducido resulta es que como diría Groucho Marx “estos son mis principios, si no les gusta, tengo otros”. Esto es que en política hay que seguir el pensamiento mayoritario para poder seguir agarrado al poder, porque según González esa es la verdad (aunque todo el mundo esté equivocado).

Fuente: @ElHuffpost (twitter)

No puedo estar más en desacuerdo con esas declaraciones. Como dice el dicho popular, “la verdad es la que es, la diga Agamenón o su porquero” y por mucho que una amplia mayoría esté de acuerdo esa no tiene porqué ser la verdad.

Tal y como lo define el expresidente, estar en sintonía con el sentir popular es lo que acerca o aleja del poder a los políticos, sin embargo, debería preguntarse ¿dónde está el criterio pedagógico de la clase política?, ¿dónde queda la ideología?, ¿cuál es el objetivo de alcanzar el poder?, etc.

La búsqueda de la verdad ha sido uno de los objetivos principales de la filosofía a lo largo de su historia. La mayéutica socrática es buen ejemplo de ello, magistralmente redactado por Platón en sus diálogos, sin embargo, esta búsqueda ha dado paso a la construcción de una “verdad” utilitarista basado en los principios propagandísticos de Goebbles donde una mentira repetida cien veces se convierte en verdad, cuando en realidad sigue siendo una mentira.


La verdad, no es una cuestión de perspectiva, no existe “nuestra verdad”, la verdad está compuesta por hechos objetivos incuestionables que pueden coincidir con nuestro criterio o no coincidir, pero seguirá siendo la verdad.

En política, la verdad debería estar centrada en lo que es mejor para la mayoría de los ciudadanos, no en lo que los ciudadanos creen o dejan de creer, y al contrario de lo que dice el expresidente, los políticos deben intentar convencer a los ciudadanos de que sus propuestas es lo que, de verdad, más conviene a la mayoría, no lo contrario.

“Filosofía es la búsqueda de la verdad como medida de lo que el hombre debe hacer y como norma para su conducta” Sócrates.

jueves, 13 de octubre de 2022

HOY, 1984

 

En 1948 veía la luz la obra de George Orwell titulada “1984”, allí se describe una sociedad futurista distópica, donde el Sistema tiene todo el poder con respecto al individuo, describe una sociedad gris, donde el atreverse a cuestionar el Sistema es castigado, no solo con la muerte, sino con la desaparición total de la historia, no dejar huella, no haber existido nunca.


Esta sociedad, descrita por Orwell, se fundamenta en los siguientes pilares: el control total de la prensa, manipulando la información siempre en beneficio propio, el control del pasado para justificar las acciones del presente, el control total de los movimientos de la población, manipulación de los datos, trasladar la certeza de que el “Gran Hermano”, nombre con el que se designa al líder, todo lo ve, todo lo sabe, pero nadie lo conoce realmente, un mundo dividido en tres bloques: Oceanía (que podríamos considerar occidente) Eurasia (Europa y Asia) y Asia Oriental, en un estado de guerra continuo.


Hoy estamos en 2022 y nuestro presente no parece muy distinto (aunque hay matices que lo diferencian) al que describió Orwell en su novela.

La manipulación de la información, es más que evidente, donde los grandes medios dirigen el foco a aquellas noticias que interesa difundir, con el enfoque necesario para posicionar a favor o en contra a la población según interese. La prensa no es controlada por el Estado, sino por la banca, que es quien se sienta en los consejos de dirección de los grandes grupos de comunicación.

La historia se manipula a placer, ocultando datos, exagerando otros, importando más el relato interesado que los datos objetivos. La gente parece más interesada en aprender historia a través de series de televisión que de su estudio como ciencia.

Nuestros gustos, intereses, si viajamos o nos quedamos en casa, nuestras compras etc., son controladas por empresas gracias al terminal del teléfono móvil, todos hemos visto como nos llegan anuncios a nuestras redes sociales, después de haber hablado de una posible compra, un posible viaje, etc., que estamos interesados en realizar.


La sensación de que no hay alternativa a este sistema, todo lo que cuestione al Sistema es tachado de “radical”, “peligroso”, “antidemócrata”, etc., los “expertos” saben lo que necesitamos y las políticas que hay que aplicar, la democracia ha quedado en segundo plano. Cuestionar al Sistema te posiciona fuera de él y te aísla del resto.

La guerra de Ucrania ha iniciado una recomposición de bloques muy similares a los descritos por Orwell, y la sensación permanente de estar en guerra, incluso sin que nuestro país lo esté oficialmente, hace que la población se encuentre en continua tensión.

Desconozco si hay marcha atrás, si esta situación es reversible, si en algún momento las utopías volverán a tener más fuerza que las distopías. Lo que sí es seguro es, que mientras la ilusión de crear un mundo mejor que el que tenemos no supere al conformismo que nos hemos implantado, la obra de Orwell se hará cada vez más presente.

“Hasta que no tengan conciencia de su fuerza, no se rebelarán, y hasta después de haberse rebelado, no serán conscientes. Ese es el problema” 1984. George Orwell

miércoles, 5 de octubre de 2022

REGULACIÓN O PROHIBICIÓN

 

Existe un debate que surge intermitentemente donde se confrontan dos tesis relacionadas con la prostitución, estas tesis son: regulación o prohibición (aunque se suele usar el eufemismo “abolición”).

La primera de las posturas, la regulación, se fundamenta en que  ya que la prostitución es un asunto que existe desde tiempo inmemorial, si se va a ejercer, que se cuente con una serie de garantías y derechos laborales, su cotización a la Seguridad Social, etc.

La segunda de las posturas, la prohibición, establece medidas coercitivas para aquellas personas que la ejerzan, que la consuman o inciten a ella, con el objetivo de hacer desaparecer la prostitución de nuestro país. Hay que decir que la prostitución en la actualidad se encuentra en una situación de “alegalidad” (no es legal, pero tampoco está prohibida).

Antes de tomar parte en alguna de las dos posiciones deberíamos de pararnos a pensar en las siguientes cuestiones:

-          ¿Quién ejerce la prostitución? Me atrevería a asegurar que las personas que ejercen la prostitución lo hacen para cubrir una imperiosa necesidad económica (no incluyo a las personas que han sido víctimas de trata y se han visto obligadas a ello). Ninguna persona sueña en su niñez con ser prostituta (utilizaré el género femenino ya que es una actividad mayoritariamente feminizada). Nadie que tenga otras opciones laborales se plantea ejercer la prostitución.

-          ¿Quién se beneficia de los ingresos de la prostitución? Todos los clubs de carretera que se encuentran a lo largo y ancho de España pertenecen a una persona o grupo de personas que obtienen grandes beneficios gracias a la actividad que en ellos se lleva a cabo.

La prostitución es un ejemplo más de la lucha de clases, donde personas con necesidades económicas son explotadas por personas que se aprovechan de su situación de debilidad. ¿Cuántas personas provenientes de familias socioeconómicamente bien situadas se dedican a la prostitución? Podríamos asegurar que la mayoría de las prostitutas provienen de las clases populares.

Pero, la prohibición no puede ser suficiente, ya que, a fin de cuentas, estas mujeres cubren sus necesidades económicas con esta actividad, así que habrá que invertir en programas sociales que ayude a este colectivo a poder ganarse la vida con otro trabajo.

No es una cuestión moral, ni tampoco económica, es simplemente, una cuestión de justicia, porque, parafraseando a J. J. Rousseau, nadie debería verse en la necesidad de venderse a otra persona.

Para profundizar en este tema recomiendo la lectura de “El año que trafiqué con mujeres” del periodista Antonio Salas.

“La prostitución es la más horrible de las aflicciones producidas por la distribución desigual de los bienes del mundo” Flora Tristán.

 

miércoles, 28 de septiembre de 2022

BELLA CIAO

 

Las pasadas elecciones italianas han resuelto que un nuevo Estado europeo sea gobernado por el neofascismo, Italia se une a Hungría y Polonia y parece que pronto Suecia correrá la misma suerte.

El lema “Dios, patria y familia tradicional” (su concepto de Dios, patria y familia) parece estar imponiéndose en toda Europa, donde a través de procesos democráticos estos partidos están imponiéndose, y por eso mismo son gobiernos legítimos, porque es lo que sus ciudadanos han votado.

Los partidos de izquierdas, enredados en sus luchas de egos, cuotas de poder y construcciones de identidades minoritarias, asisten atónitos al empuje de la extrema derecha en todo el continente, un empuje que no parará ante cánticos como el “Bella Ciao”, o consignas como “No pasarán”, ni discutiendo si hay que decir “todos”, “todas” o “todes”.

La derechización del marco ideológico europeo es evidente, no quedando ya ningún partido relevante con propuestas revolucionarias que confronten el Status Quo actual. Cualquier partido europeo de izquierdas sería catalogado de centro derecha reformista a principios de siglo XX.

Urge, resignificar el concepto “clase trabajadora”, realizar propuestas radicales que mejoren el modo de vida de trabajadores y trabajadoras, que reclamen nuevos derechos, que se exijan: mejoras salariales, medios para la conciliación familiar, nacionalización de energéticas, una verdadera política fiscal progresiva, un Estado laico que acabe de una vez con el concordato con el Estado del Vaticano, que se consolide el derecho constitucional a una vivienda digna, que se paralicen todos los procesos de privatización de los servicios públicos y por supuesto un referéndum para poder elegir si queremos mantener una monarquía parasitaria o elegir a nuestro Jefe del Estado.

Estas reivindicaciones, no deben ser negociadas, sino exigidas. Los derechos no se negocian.

¿Negoció el partido popular el rescate a la banca? ¿nos han preguntado si queremos seguir manteniendo a la iglesia? ¿nos han preguntado si queremos seguir siendo súbditos?

Mientras los partidos de izquierdas sigan asumiendo los paradigmas capitalistas, mientras sigan siendo cómplices del desmantelamiento del Estado de Derecho, mientras no tomen la iniciativa con propuestas revolucionarias, el fascismo seguirá creciendo, de nuevo, en Europa, una regresión en derechos y libertades que ya se han visto materializadas en los países donde llevan gobernando más tiempo.

La “lucha de clases” es el motor de la historia y una de las “clases” en conflicto ni siquiera sabe que se está dando esta lucha. La clase privilegiada es consciente de ello y está poniendo todos sus recursos en ganarla. Los privilegiados se reconocen entre ellos como miembros del mismo estatus, mientras los trabajadores se enfrentan entre ellos por recoger las migajas que les proporciona el sistema, sin ser conscientes que sin su trabajo el Sistema se viene abajo.

“La gastada política de centro ha demostrado ser incapaz de afrontar las necesidades y aspiraciones de la gente de clase trabajadora” Owen Jones.

miércoles, 21 de septiembre de 2022

REGALA VIDA

 

Durante muchos años he participado en numerosos conflictos, movilizaciones, reivindicaciones y luchas, que por justas que puedan parecer, o al menos en mi forma de pensar lo son, siempre han encontrado algún tipo de resistencia o rechazo. Da igual participar en una manifestación a favor de la sanidad pública que por la mejoras de los derechos laborales de los trabajadores y trabajadoras, siempre habrá personas en contra de esas reivindicaciones, colectivos que argumenten en contra, incluso personas que te ataquen a nivel personal por defender ideas contrarias.

Es fácil llegar a la conclusión de que todo ying tiene su yang, sin embargo, llevo días pensando que existe un movimiento que no tiene resistencia, que es apoyado por la totalidad o al menos cuenta con la simpatía de la mayoría de la población, este es el caso del movimiento “Hazte donante, regala vida”, que en Rota es encabezado por José Ignacio Ruiz-Herrera, que ha conseguido implicar en este movimiento a empresas, asociaciones, clubs deportivos, artistas, instituciones, etc., con un mensaje claro, las donaciones salvan vidas.


Bajo el lema anteriormente nombrado, ha conseguido unificar a (casi) la totalidad de la población, ni una voz discordante se ha oído en contra de este mensaje del que José Ignacio ha sido el catalizador y altavoz, en nuestra localidad, hasta hacer que llegue a todos los rincones.

Según los datos que facilita el portal oficial del Gobierno de España: “En los primeros cuatro meses de 2022, 807 personas han donado órganos: 707 lo han hecho después de morir y 100 han donado un riñón o parte de su hígado a un ser querido en vida. Estas donaciones han permitido realizar 1739 trasplantes, una cifra que se acerca a valores de 2019”, según estas mismas fuentes nuestro país duplica la tasa de donantes de la Unión Europea.

Todos estos trasplantes han facilitado que muchas personas hayan podido sobrevivir y que otras hayan mejorado sensiblemente su calidad de vida.

Si cualquiera de nosotros puede verse en la necesidad de necesitar un trasplante, bien es cierto que cualquiera de nosotros puede convertirse en donante llegado el caso.

¿Existe mayor presente que regalar vida? Pues eso, Hazte donante, regala vida.

“No pienses en la donación de órganos como ofrecer una parte de ti para que un desconocido pueda vivir… es en realidad un desconocido quien ofrece todo su cuerpo para una parte de ti pueda seguir viviendo” Campaña de divulgación de donación de órganos.