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martes, 28 de abril de 2020

VENTANAS AL MUNDO.


En el tiempo que llevamos de cuarentena, las redes sociales se han convertido en nuestra ventana al mundo exterior, presumiblemente disponemos de más tiempo y la mayoría de las personas lo invierten en revisar sus redes sociales con más asiduidad, así que ante la imposibilidad de explorar el mundo real observamos el mundo virtual, el mundo de los “otros”, las imágenes publicadas por nuestros “seguidores”, “followers” o “amigos”. Como hemos dicho las Redes Sociales se han convertido en nuestra ventana al mundo o ¿no lo era ya?
Desde la aparición de este fenómeno, nos hemos convertido vouayers de la vida de otros. Pero, ¿son realmente las imágenes publicadas reflejo de la vida de las personas que las publican?
La búsqueda de la pose perfecta que nos produzca la falsa sensación de bienestar originada por un like, en la mayoría de las veces, no son reflejo de la realidad. Son imágenes “prefabricadas” para despertar algún tipo de emoción en aquellas personas que la ven. Si revisamos algunos perfiles al azar de Instagram veremos fotografías donde se repiten los fondos, las poses, los gestos… y donde únicamente cambia la ropa. Imágenes bucólicas de las últimas vacaciones, pretenden decir “mira donde estoy y tú no”. Expresiones de alegría que pretenden captar un momento que no siempre ha existido de manera natural.
Siempre se ha dicho que los “amigos pueden contarse con los dedos de una mano” sin embargo “presumimos” de tener x “amigos” en Facebook, a los que muchos de ellos no conocemos en absoluto. Esta situación nos facilita la falsa felicidad de no estar solos ante la pantalla del ordenador o el móvil.
Aunque bien pueda parecer que nos asomamos al mundo a través de la pantalla la realidad es que son las grandes corporaciones las que se asoman a nuestra vida a través de ellas, ¿no os ha pasado nunca recibir anuncios de algún artículo que habéis buscado previamente a través de otra plataforma? Compartimos millones de datos personales cada vez que damos un click. Podríamos decir que las grandes corporaciones nos conocen mejor que nosotros mismos.  Se ha hecho realidad la ficción orwelliana descrita en 1984, aunque la imagen del “Gran Hermano” no os evoca terror, gracias al reality del mismo nombre con el que ha crecido ya la última generación.
A través de las Redes Sociales nos llegan miles de mensajes que nos condicionan, nos manipulan y nos posicionan ideológica, social y económicamente. La velocidad a la que se generan contenidos en las redes impiden la reflexión sobre esos contenidos, haciéndonos aún más vulnerables ante estas Redes.
La preocupación de todos los gobiernos a lo largo de la historia ha sido poder controlar a la población, para ello se han utilizado miles de recursos: económicos, el miedo, el ejército, etc., para finalmente vender nuestra libertad por un poco de entretenimiento.
“Twitter te hace creer que eres sabio, Instagram que eres fotógrafo y Facebook que tienes amigos. El despertar va a ser muy duro” J.F. Leroy

jueves, 23 de abril de 2020

COGITO ERGO SUM


“Cogito ergo sum” - “pienso luego soy (existo)”  Con esta frase daba nacimiento el filósofo francés René Descartes al Racionalismo en 1637, desde entonces hasta nuestros días no hemos parado de escuchar que los seres humanos somos “Animales Racionales”, que lo que nos distingue de los animales es la capacidad de razonar (pensar), perder la razón, es sinónimo de locura, cuando exponemos una idea sobre algo nos es importante “tener razón”, en definitiva la capacidad de “razonar” es, no solo lo que nos define como “homo sapiens sapiens” sino que es algo a lo que le damos muchísimo valor en nuestro día.
Sin embargo no siempre usamos la “razón” para la toma de decisiones diarias, en estos días de confinamiento hemos podido observar la cantidad de cosas inservibles que hemos adquirido a lo largo de nuestra vida, pero que sin embargo “necesitábamos” cuando las adquirimos, y es que además de seres racionales somos seres emocionales.
La exaltación de  las emociones es el objetivo de los creadores de opinión, donde podemos incluir a las agencias publicitarias, partidos políticos, y todo tipo de asociaciones y organizaciones interesadas en captar nuestra atención. Las emociones forman parte de nuestro instinto más primario, o si queremos decirlo de otro modo, más animal y por lo tanto podríamos decir que es la antítesis de la razón.
Son muchos los estudios sobre la manipulación de masas que se han llevado a cabo desde diversas ópticas, sin duda relevantes son los ensayos de Ortega y Gasset, “La Rebelión de las Masas”, publicado en 1929 y la “Psicología de las masas” de Sigmund Freud publicado en 1921. Pero sin duda fueron los Nazis en los años treinta quienes, llevando a la práctica los estudios  anteriormente mencionados, ejercieron de manera magistral la manipulación del pueblo alemán sometiéndolo a sus deseos. Fue Joseph Goebbels quien basaría toda su propaganda en 11 principios:
1.- Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo.
2.- Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
3.- Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.
4.- Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
5.- Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.
6.- Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.
7.- Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
8.- Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
9.- Principio de la silenciación. Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
10.- Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
11.- Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad.

Actualmente, apoyados en las nuevas tecnologías, estos principios son la piedra angular de la manipulación, y cuya única defensa es utilizar la razón.
Así que les pido que hagan uso de aquello que nos diferencia de los animales y no se dejen manipular.
“Si no quieres repetir el pasado, estúdialo” Baruch Spinoza


miércoles, 15 de abril de 2020

RITUALES


Acabamos de pasar una atípica Semana Santa, donde ninguna hermandad ha sacado sus imágenes a la calle, las misas se encontraban vacías, la imagen de la Plaza de San Pedro desierta en fechas tan señaladas para los católicos ha sido insólita, por primera vez no se ha celebrado la Tamborada en las calles de Hellín como venía siendo habitual. Este año no hemos visto las crucifixiones que se llevan a cabo en Filipinas y que año tras año son retransmitidas en los telediarios.
En definitiva, este año la semana más importante para los católicos de todo el mundo, donde se celebra la pasión y resurrección de Cristo, no se ha llevado a cabo por culpa de la pandemia de Covid-19 que azota a todo el planeta.
Esto me ha llevado a preguntarme por la importancia que socialmente tienen los rituales, de cualquier tipo. Existen rituales de lo más variado, algunos tienen su origen en el principio de los tiempos y se han ido adaptando a los distintos cambios históricos donde han cambiado de nombre, de finalidad, o de estructura permaneciendo su esencia a lo largo del tiempo. No es momento de analizar los distintos rituales, pero sí destacar que han sido una constante a lo largo de la historia de la humanidad.
Los rituales de todo tipo, no solo los religiosos, tienen una expresión festiva donde se rompe con la cotidianeidad del día a día, y en una sociedad capitalista como la nuestra funciona como motor económico, las empresas españolas pueden cuantificar sus pérdidas en millones la no celebración de la semana santa de este año 2020.
Los rituales, desde las fiestas de navidad hasta la manifestación del 1 de mayo pasando por la feria de primavera, tienen una función de cohesión social, donde las personas se unen para compartir un momento de sus vidas, algo que nos define como especie. Los rituales prueban la necesidad que los seres humanos tenemos unos de otros.
Cuando participamos de los rituales que nos ofrece nuestra sociedad, sentimos que no estamos solos, que compartimos un camino con otras personas.
Quizás los rituales no respondan a las preguntas filosóficas de “¿Dónde vamos?” y “¿De dónde venimos?” pero nos responde que el camino no lo haremos en soledad.
Una vez alguien dijo que los militantes de determinado partido político acudían a las manifestaciones como los que acudían a las romerías. Quizás las romerías y las manifestaciones tengan algo en común, son un lugar donde personas que creen en lo mismo tienen la constancia de que no son las únicas con determinadas ideas, lo que transmite una sensación de pertenencia a un grupo, que como ser social, da la fuerza necesaria para mantener dichas creencias.
“No es la conciencia de un hombre la que determina su ser, sino por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia” Karl Marx.

miércoles, 8 de abril de 2020

CONCLUSIONES DE CUARENTENA.


Aunque esta crisis no ha llegado a su fin, podemos llegar a una serie de conclusiones de todo lo que hemos aprendido durante este tiempo de confinamiento.
La sanidad pública, principal pilar que está sustentando esta situación, se ha demostrado imprescindible para la sociedad, una sanidad pública y universal, los recortes que ha sufrido durante los años en el que el neoliberalismo ha campado a sus anchas en nuestro país en nombre de la eficiencia económica, ha hecho que este pilar se resienta y hoy echemos de menos todos aquellos recursos de los que ha sido privado durante estos años.

La investigación científica, durante tantos años infrafinanciada y puesta en manos, en su mayoría, de empresas privadas, podía haber estado cerca de una solución a la situación actual si los responsables de los programas de investigación no tuvieran que dedicar más tiempo a buscar recursos económicos para sus proyectos que a la investigación propiamente dicha.
La educación pública está haciendo una labor fundamental para la salud psicológica de nuestros niños y niñas, a pesar de que los colegios están cerrados desde el lunes 16 de marzo, los docentes de nuestro país no han parado de trabajar, intentando, no solo, que sus alumnos adquieran nuevos conocimientos, sino que se mantengan intelectualmente activos.

A la crisis ecológica ha necesitado únicamente quince días para bajar los niveles de polución del aire, los canales de Venecia pudieron ver sus aguas limpias y que los peces volvieran a surcarlos, etc. Cuando llevábamos años reciclando para contener la contaminación, solo ha sido necesario quince días en el que el sistema capitalista se ha visto frenado para que la naturaleza vuelva a respirar.

Los sectores económicos peor pagados durante años se han demostrado imprescindibles para el funcionamiento de la sociedad. Trabajadores de supermercados, agricultores, personal de la limpieza viaria, etc., son los que con su trabajo hacen que podamos seguir cubriendo nuestras necesidades básicas, ¿Dónde están los especuladores del IBEX 35, la City de Londres o Wall Street?
Estos últimos se han retratado como parásitos inservibles socialmente que han vivido de la clase trabajadora durante años, haciéndose pasar por los generadores de riqueza cuando queda demostrado que en cuanto los trabajadores y trabajadoras se han quedado en casa sus beneficios se han desplomado quedando reflejado que son una clase social parasitaria e inservible socialmente hablando, y que el mantra capitalista sobre la mano invisible que regula los mercados no existe, que sin la intervención del Estado, muchos de estos “hombre de pro”, estarían buscando en la basura para sobrevivir.
Estos días de encierro nos demuestra que lo verdaderamente importante son los abrazos, las miradas cara a cara, los paseos por la playa, las cervezas con amigos, en fin, cosas que lejos de estar relacionadas únicamente con el dinero, están relacionadas con las personas a las que queremos, los sitios que nos gustan, etc.
“Ni el rey comería, si el labrador no labrase” Félix Lope de Vega

miércoles, 1 de abril de 2020

REALIDADES INVISIBLES.


En España, son miles los niños y niñas que están tutelados por la administración y que viven en Centros de Protección de Menores, los motivos son varios, pero principalmente porque, por distintos motivos, sus familias no pueden hacerse cargo de ellos. Una historia dramática se esconde detrás de cada uno de los expedientes que describen a cada uno de estos menores.
Vivir en un Centro de Protección no es nada fácil para ninguno de estos menores: estar alejados de sus familias, compartir un periodo de su vida con otros menores que no conocían de nada antes de llegar al Centro, asumir una disciplina y unas normas a las que no han estado sometidos nunca, talleres terapéuticos y educativos, horarios estrictos de estudio, ocio, deporte…, rodeados de educadores que rotan turnos y cuya inestabilidad laboral hace que las plantillas roten habitualmente, provocando una inestabilidad emocional en los menores.

Habitualmente los menores disfrutan de salidas programadas a la localidad donde se encuentra el Centro, hacen deporte en instalaciones deportivas municipales, actividades al aire libre, tienen visitas familiares, salidas tutorizadas y en algunas ocasiones salidas autónomas, entre otras actividades que hace que la vida en el Centro sea más amena y elimine cierta tensión acumulada de permanecer en las instalaciones compartiendo espacio con el resto de menores.
Los recursos con los que los Centros de Protección de Menores cuentan son, la mayor parte de las veces, muy limitados, y hay que tirar de imaginación para poder proponer actividades que sean bien acogidas por los menores.
Las situaciones de tensión, cuando se dan, se tratan con empatía, dialogo, disciplina, asertividad, comprensión…
Desde el inicio del Estado de Alarma, las visitas familiares, las salidas a la localidad, las actividades en el exterior, se han suprimido, lo que ha provocado una mayor tensión en los Centros de Protección así como inestabilidad emocional en los menores que viven en los mismos, que ven como sus días pasan sin salir del Centro y donde las actividades lúdicas se repiten a pesar del empeño de los profesionales que trabajamos en dichos Centros para hacerles esta situación más llevadera.

Cuando escribí “La Realidad Escondida”, lo hice con el único objetivo de visibilizar una realidad, la de los Centros de Protección, que se mantiene oculta para la mayor parte de la sociedad, hoy esta realidad se mantiene aún más oculta, si cabe. Ningún medio de comunicación se ha hecho eco de cómo están viviendo estos menores esta situación, que recursos se están facilitando a los profesionales para sobrellevar esta situación, como está afectando el confinamiento a los miles de menores tutelados por la administración pública.
Hoy escribo estas líneas para dar voz a estos miles de menores que, si en una situación normalizada están silenciados por el sistema que debe protegerlos, hoy se han vuelto invisibles para sociedad.
Todo mi apoyo para todos los trabajadores y trabajadoras de los Centros de Protección que con su trabajo entregan lo mejor de ellos mismos y que siguen siendo silenciados por un sistema que esconde las realidades que no son atractivas.
“Aunque mi aportación sea de un 0,0001% para que estos menores tengan un futuro digno, sentiré que mi trabajo vale la pena” La Realidad Escondida.