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miércoles, 30 de agosto de 2017

EJERCICIO DE IMAGINACIÓN



Vivimos en una sociedad perfectamente estructurada, donde todos y todas cumplimos una función básica para el mantenimiento de la misma, todas las noches nos acostamos sabiendo a grandes rasgos como será el día siguiente, levantarnos, trabajar, comprar, comidas, etc.

Pero hagamos un ejercicio de imaginación. Imaginemos que un buen día nos levantamos y todo el mundo, tal y como lo conocemos ya no existe, el dinero ha dejado de tener valor, al igual que los documentos de propiedad, las viviendas se encuentran inhabitables y nos encontramos sumidos en un caos estructural. ¿qué haríamos para seguir adelante?



            Es notorio que no podríamos seguir adelante de manera individual, ya que, cada uno con nuestras diferentes habilidades, somos necesarios para el bienestar de los demás, por lo que deberíamos organizarnos para poder cubrir las necesidades de todo el conjunto de personas que nos encontráramos en esta situación. Por lo que habría que dividir el trabajo con la intención de que todos y todas tuviéramos nuestras necesidades cubiertas.

En primer lugar habría que solucionar el problema de la alimentación, por lo que un grupo de personas deberían dedicarse a la agricultura, la ganadería (en un primer momento habría que combinarla con la caza) y la pesca, para poder nutrir de alimentos al grupo.

En segundo lugar, habría que dotar a todas las personas de abrigo, sería necesario la confección de ropas que nos protegiera de las inclemencias climáticas.

Una vez resuelto el problema de la comida y el abrigo, sería necesario construir viviendas suficientes para toda la población, para que no hubiera que  vivir a la intemperie.

No podríamos olvidarnos de los más jóvenes, debería de haber personas dedicadas al cuidado y formación de los niños y niñas, ya que los más pequeños serían los encargados de perpetuar la sociedad que nos hemos visto obligados a fundar, hasta que tuvieran la edad suficiente para realizar los trabajos necesarios para contribuir a su mantenimiento y el de los demás.

Las personas enfermas deberían de tener el cuidado suficiente y no verse obligados a realizar trabajos que no podrían realizar debido a su salud, por lo que necesitaríamos personas dedicadas a estos trabajos.

Las personas mayores también deberían estar exentas del trabajo, ya que sus fuerzas ya no son las mismas que las de la gente joven, y no podrían realizar el duro trabajo que tendríamos por delante.

Entiendo, que esto no es más que un ejercicio de imaginación, y quedan una infinidad de “flecos sueltos” que por razones de tiempo y espacio no voy a desarrollar, pero donde se dan por cubiertas las líneas básicas para construir los pilares fundamentales de una sociedad arcaica que parte de cero, y por lo tanto, son los trabajos más importantes de cualquier sociedad donde quedan solucionadas las necesidades básicas, y que sin ellos la supervivencia sería mucho más dura por no decir, casi imposible.

Creo que todos estaremos de acuerdo en estos puntos, pero podrían decirme, donde quedan los banqueros, los futbolistas... que están infinitamente mejor pagados que los oficios que he nombrado anteriormente (agricultores, ganaderos, gremios de la construcción, médicos, educación...) y sin embargo no tendrían cabida en la construcción de una sociedad. Mal vamos, cuando un futbolista gana más dinero que un médico y está mejor valorado que un maestro, o un agricultor, por ejemplo.

Como dijo Lope de Vega, “Ni el rey comería si el labrador no labrase”

Salud.

lunes, 21 de agosto de 2017

LA IGNORANCIA ES LA MADRE DEL ODIO


Los recientes atentados de Barcelona han sacado la dos caras de la población que vive en España, digo que vive en España y no españoles, porque en España viven personas de múltiples nacionalidades que se han visto afectadas por ese propio atentado.
La primera ha sido la cara más amable, la solidaridad, la fraternidad entre todos los que odiamos la violencia como modo de resolución de conflictos, los gritos de “No tengo miedo” en la manifestación de Barcelona pone los bellos de punta a cualquier persona con un mínimo de sensibilidad.
La otra cara, ha sido la del racista, el xenófobo que muchos llevan dentro, he llegado a ver proclamas como “En defensa de España, atropella a un moro”, compartido por personas que no militan activamente en organizaciones de ultraderecha, personas que a simple vista podríamos designar “normales”, pero que a vista de sus deseos de “normales” no tienen nada. Es más, yo las catalogaría como subnormales, ateniéndome a la acepción literal de la palabra, “por debajo de la normalidad” ya que ese tipo de deseos o proclamas los alejan de la mínima humanidad que corresponde a cualquiera para poder catalogarla como “persona”.
Tenemos un problema como sociedad cuando ante una situación como ésta tenemos más respuestas que preguntas, ¿Por qué se han producido esos atentados? ¿Qué objetivo tienen? ¿quién lo financia? ¿Quién o quienes son sus responsables ideológicos concretos? Estas serían algunas de las muchas preguntas que correspondería hacerse ante un suceso así.
La cantidad de bulos que han surgido sobre los terroristas han sido infames, que si cobraban ayudas estatales, que si tenían vivienda gratis… todos desmentidos por la policía nacional, incluso se ha difundido un supuesto comunicado publicado por un Iman llamado Hukfhas Al Hirahz, que se dedica a insultar a los españoles y que nos creemos y compartimos sin tan siquiera contrastar su veracidad, y que es desmentido por fuentes oficiales una y otra vez. https://guerrasposmodernas.com/2017/06/11/el-iman-hukfhas-al-hirahz-y-las-tonterias-que-quieres-creer/
¿Con que objetivo se lleva a cabo la difusión de toda esta sarta de mentiras? La de difundir odio, poner cara a un enemigo del que defendernos, aunque para ello arrastremos en nuestro odio a toda una población que nada tiene que ver con los atentados terroristas, que están tan indignados como nosotros y con tanto miedo como nosotros.



Nosotros dentro de nuestras categorías occidentales incluimos en el mismo saco a todos los que nos parecen musulmanes, independientemente de que lo sean o no, no nos importa las diferencias internas  dentro de la misma religión musulmana, desconocemos la diferencias entre Chiies, Sunies, Salafistas… y se teme lo que no se conoce, y la defensa a ese miedo es el odio, y si odiamos entonces los atentados terroristas habrán tenido éxito porque de ese odio saldrán más jóvenes que sintiéndose rechazados por los que le rodean buscarán un espacio donde sean valorados y harán lo que sean por ese grupo que los valora, incluso perder la vida.
¿Cuántos muertos ha habido en nombre de Dios? De cualquier Dios
Dios es la excusa para morir y matar, las respuestas deben encontrarse en cuestiones más terrenales, la pobreza, la incultura, la exclusión, la opresión, la ausencia de identidad… son cuestiones donde sí podemos actuar como sociedad y debe actuar el Estado.
Si dejamos que el miedo nos domine, si generalizamos en un grupo de 1.600 millones de personas las acciones de unos cuantos, si transmitimos odio hacia lo que no conocemos, nos convertiremos en lo mismo que despreciamos. No han tardado en darse ataques a Mezquitas por parte de grupos de extrema derecha, atacando a personas inocentes por el simple hecho de ser musulmanas.
Antes de difundir una información, contrástala, comprueba su veracidad, no difundas proclamas de odio ni que inciten a la violencia.
“Ojo por ojo y el mundo quedará ciego” Mahatma Gandhi.
Salud.

viernes, 4 de agosto de 2017

EL LIBRO COMO OBJETO DECORATIVO.

El sector editorial en España está en auge, además de ser un generador de empleo, en 2015 generó 49.500 puestos de trabajo, según estudio presentado por el Observatorio del Libro en junio de 2017, es una herramienta fundamental para la difusión de la cultura entre los ciudadanos, así como, un pilar básico para tener una población formada y crítica, base de cualquier Estado avanzado[1].
                A pesar de ser un sector en auge, el hábito por la lectura no es una de las características que definan a los españoles, en el año 2015 el 35% de los españoles encuestados por el Centro de Investigaciones Sociológicas[2] reconocía no leer nunca o casi nunca, a pesar de ser un pasatiempo agradable, un buen hábito lector hace a cualquier persona más consciente de la realidad que vive y previene enfermedades como el alzhéimer.
            Aunque no se tenga afición a la lectura, es fácil encontrar en cualquier casa de nuestro país, algún libro, aunque sea uno, y es que no sólo el libro es importante por su contenido sino por su forma, una cuidada edición, una bonita presentación y un volumen apropiado es un buen adorno para cualquier salón.
                Cuál ha sido mi sorpresa, cuando he visto en distintas tiendas de decoración, que el libro ha empezado a ser más importante por su continente que por su contenido, y ofrecen como objeto decorativo, cajas que simulan un voluminoso libro con una cuidada presentación, imitando a aquellas antiguas ediciones con su pasta de cuero y sus adornos en dorado, o modernos tratados sobre entomología.




                Pero mi sorpresa ha ido más allá cuando no sólo hay cajas que simulan ser libros, sino que también hay cuadros que representan librerías repletas de antiguos volúmenes de obras clásicas, así se puede ver a Moliere, Voltaire o Víctor Hugo, entre otros, adornando un fondo de cualquier lámina, para terminar en cualquier salón de alguna casa.



Esto me lleva a la siguiente reflexión, para muchas personas es más importante aparentar que tener, o que los libros están de moda, pero no está de moda leer, ¿qué tipo de sociedad tenemos? Cuando un libro es más importante por su encuadernación que por su contenido, cuando hay quien prefiere hacer creer a quien visita su casa que tiene libros en lugar de cajas decorativas.
Si les gusta decorar su casa con libros, compren libros, así, quizás en algún momento, guiados por la curiosidad les de por abrirlo y descifrar que es lo que dice ese aparente batiburrillo de símbolos, también llamado “letras”, puede que se sorprendan de lo que un autor desconocido les dice a través de sus escritos, si no es así, lo que descubrirán cuando lo abran será una caja vacía.
Los libros, los de verdad, son el mejor mobiliario para el cerebro, úsenlos, aunque sólo sea para decorar.
“La lectura es a la mente, lo que el ejercicio al cuerpo” Joseph Addison.
Salud.