La guerra
de Sucesión española tuvo lugar entre los años 1701 y 1713. Tras la muerte sin
descendencia de Carlos II, el último de los Habsburgo, el trono español entró
en disputa entre dos casas dispuestas a ostentar la corona española, los Borbones
y los Austrias, las consecuencias geopolíticas de quién ostentara el trono
podía decantar la balanza de un bando a otro. Por un lado, de vencer Felipe de
Anjou (Borbón), nieto de Luis XIV de Francia, daría una hegemonía a Francia,
que otras potencias europeas no estaban dispuestas a permitir, por lo que
Austria, Prusia, Hannover, los Países Bajos, Inglaterra, Portugal y Saboya
apoyaron como candidato al trono al archiduque Carlos de Austria, de la casa de
Habsburgo.
En 1704 la armada
inglesa invade Gibraltar, tomando la roca como centro de operaciones y con el
Tratado de Utrech con el que se firma la paz en 1713, los borbones obtienen la
corona española, aceptando unas condiciones impuestas por el otro bando, donde,
entre otras cuestiones, el que pasaría a la historia como Felipe V renunciaba a
cualquier posibilidad de reclamar el trono de Francia y cedía las plazas de
Gibraltar y Menorca a la corona inglesa.
Por lo
tanto, la única vez que se rompió España lo hizo el primer Borbón que tuvimos
como rey. Que no te cuenten historias que para eso está la historia, ni España
se rompe ni se va a romper. En los 47 años que tengo llevo escuchando la
“milonga” de que España se rompe cada vez que la derecha está en la oposición,
y ni en los años más duros de ETA, ni durante la transición estuvo en peligro
la unidad territorial de la nación, lo que sí ha estado en peligro es el
sistema democrático.
Hace solo
unos meses el eurodiputado del Partido Popular González Pons, legitimaba los
contactos de los populares con Junts Per Catalunya diciendo que el partido de
Puigdemont “es un partido cuya tradición y legalidad no están en duda”, lo que
sucede es que ningún partido nacionalista como Junts o PNV pactará con el PP
mientras siga de la mano de la extrema derecha, como recalcó el representante
vasco, Aitor Esteban, “para contar con nuestros votos debe restar los 33 votos
de Vox”.
El Partido
Popular debe replantearse su política de alianzas si quiere volver a gobernar
en España, tiene los medios para mandar a la irrelevancia política a Vox, igual
que hicieron con Ciudadanos, cuando lo haga sus opciones de volver a gobernar
aumentarán exponencialmente.
“El pasado no nos dirá lo que debemos hacer, pero si
lo que deberíamos evitar” José Ortega y Gasset
Comienza la
campaña electoral y voy a aprovechar estas líneas para a llevar a cabo una
crítica, espero que constructiva, sobre cómo se está llevando a cabo la
transmisión de los mensajes por parte de todos los partidos a nivel nacional.
Aquí no voy a dejarme llevar por los “colores” ni doctrinas de partido, hablaré
desde el punto de vista de “consumidor electoral” que en estas fechas es
bombardeado por consignas y mensajes, la mayor parte de las veces vacíos de
contenido.
He de
reconocer que no me está gustando nada las distintas estrategias electorales,
considero un error basar la campaña en “lo malos” que son los adversarios en
vez de hacerlo en el propio programa, y como se piensa mejorar el modo de vida
de los ciudadanos en caso de alcanzar el gobierno.
Lo primero que
aprendí en mi época de comercial fue que: cuando un producto es malo, la única
manera de que te lo compren es menospreciando el producto de la competencia,
sin embargo cuando tu producto es el mejor del mercado sólo hay que explicarlo
para que los clientes opten por él en vez del de la competencia, lo segundo que
aprendí es que aquellos que no crean que su producto es el mejor, deberían
dedicarse a otra cosa.
Siguiendo esta
máxima, parece que no hay ningún “producto” bueno en campaña, todos se están
dedicando a menospreciar e insultar al contrincante, hablando más de los
defectos de los contrarios que de las virtudes propias.
En mis
cuarenta y dos años no recuerdo una campaña electoral tan crispada como esta.
¿Dónde están las medidas en educación? ¿alguien piensa dar solución al problema
de los pensionistas? ¿Cuáles son las propuestas para acabar con la precariedad
laboral? Existen miles de preguntas que deberían ser resueltas durante la
campaña para que los votantes puedan elegir en conciencia de lo que consideren
mejor para ellos y para el resto de la sociedad.
Sin embargo,
con una complicidad pasmosa por parte de los medios de comunicación, los
discursos están basados en mensajes vacíos, donde se alude a las emociones de los
votantes, planteando imágenes apocalípticas si gana el contrario, presentándose
como el único líder mesiánico capaz de salvar a un pueblo que caería en las
garras del caos si no son ellos los encargados de dirigir el país durante los
próximos cuatro años.
La política ha
dejado la razón a un lado para alzar las emociones, llegar al poder a través
del miedo al contrario, aglutinar el voto en contra de, en vez de a favor de.
El miedo es
una de las emociones más peligrosas de las que podemos generar las personas ya
que es la antesala del odio.
Como votantes
debemos exigir información sobre los temas que nos interesen, que nos afecten y
no dejarnos manipular por aquellos que quieren el poder por el poder.
“El valor instrumental de la democracia está condicionado al compromiso
del electorado con la búsqueda de la verdad” George Soros.
El Partido
Popular ha presumido siempre de tener cerca de un millón de afiliados, según
cifras del 2014, 865.000 afiliados nutrían las filas del Partido Popular.
La puesta en
marcha del proceso de primarias para elegir al sucesor del Mariano Rajoy, al
frente del partido conservador, ha desvelado que las cifras reales están muy
lejos de ser las que presumía el ejecutivo Popular, por lo que a día de hoy se
habla de unos 56.000 afiliados.
Este desfase
numérico, me ha hecho pensar en un dato, y me ha sorprendido que nadie se haya
referido a este tema. En este país sobran analistas políticos, economistas y
periodistas de investigación para pasar por alto un dato, a mi entender, de
suficiente importancia para al menos referirlo en las distintas tertulias
políticas que se extienden por las distintas cadenas de televisión o radio.
La cuota de
afiliación es, sin duda alguna, una de las fuentes de financiación de los
partidos políticos, si bien no es de las más importantes, es uno de los
ingresos fijos con los que los partidos cuentan y por lo tanto son auditadas
por el Tribunal de Cuentas del Estado. El Partido Popular decía contar con
865.000 afiliados, si estos pagaban una media de 10 € de cuota mensual, esto
querría decirque el Partido Popular ingresaba
anualmente en concepto de cuota de afiliación 103.800.000 €, pero si realmente
cuenta, una vez revisado y actualizado el censo de afiliados con 56.000, quiere
decir que lo que en realidad ingresa es 6.720.000 €, produciéndose un desfase
de 97.080.000 €. ¿Cómo han podido justificar en concepto de cuota esta
cantidad? ¿De dónde proviene ese dinero?
La principal
diferencia entre un afiliado y un simpatizante o un adscrito es que los
afiliados pagan cuota y los demás no, estas cuotas pueden ser desgravadas a la
hora de hacer la declaración de la renta y por lo tanto el control que el
Estado tiene sobre el número de afiliados de cada partido o sindicato es
fidedigno.
Este dinero ha
permitido al Partido Popular “hacer trampas” en el juego de la “democracia”, de
ir “dopado” a la competición de las urnas. Poco a poco se van levantando las
cartas con las que cada partido ha ido jugando y lo sorprendente es que nadie
haya hecho la menor mención a este caso.
“Preferiría incluso fallar con honor que ganar con trampas”.
Desde que el
pasado 1 de junio saliera adelante la moción de censura presentada por el
PSOEde Pedro Sánchez, han sido muchas
las personas que se han manifestado pidiendo, o exigiendo, un adelanto
electoral, con el argumento de que la presidencia que hoy ostenta el socialista
es ilegítima y no ganada en las urnas, eso sumado a la campaña del miedo
llevada a cabo de los sectores más conservadores de la sociedad y amplificada
por una parte importante de la población, demuestran el gran desconocimiento
que tiene una parte importante de la ciudadanía española de los medios
democráticos de los que nos hemos dotado.
Cualquiera que
haya leído mis escritos, en los últimos tiempos, sabrá que he sido y soy muy
crítico con la democracia representativa instalada en nuestro país desde el 78.
Abogo por un sistema de democracia directa, más horizontal y más representativo
de los intereses de la mayoría de la población (MENTIRA DE DEMOCRACIA, LO LLAMAN DEMOCRACIA Y NO LO ES
o DEMOCRACIA).
Pero hoy,
estamos organizados a través de la democracia representativa y la figura de la
moción de censura está registrada entre sus mecanismos.
Me ha llamado
la atención mensajes como “Quiero elegir a mi presidente”, “Pedro Sánchez no ha
sido elegido en las urnas”, estos mensajes demuestran un completo
desconocimiento del funcionamiento de nuestro sistema electoral.
Ninguno de
nosotros, desde que comenzara esta última etapa democrática en España, hemos
elegido a ni uno sólo de los presidentes de los distintos gobiernos que hemos
tenido, ni a uno sólo de los/las presidentes/as de comunidad autónoma, ni tan
siquiera a ninguno de los alcaldes o alcaldesas que hemos tenido en España.
Los
presidentes son elegidos por los diputados, los presidentes/as de las
comunidades autónomas por los diputados autonómicos y los alcaldes o alcaldesas
por los concejales.
Ningún sistema
debe sustentarse por el desconocimiento de las personas que lo tienen que
legitimar, este desconocimiento hace a la población manipulable e irreflexiva.
Esperemos que
esta situación lleve a alguno o alguna a conocer los mecanismos de elección de
los representantes de toda la población.
Por cierto, cuando
todos estos que piden “elegir a su presidente”, descubran que el Jefe del
Estado fue impuesto, les va a dar un patatús.
“El mejor argumento contra la democracia es
una conversación de cinco minutos con el votante medio” Winston Churchill.
El pasado 10
de enero fue publicado por varios medios de comunicación que el Ministerio de
Defensa, dirigido por María Dolores de Cospedal, se había gastado 26.000 euros
en varios convenios con siete diócesis y el Opus Dei con el objetivo de pagar
los cultos religiosos para los militares.
Esta es una
noticia, que a pesar de todo, no me sorprende, ya que a pesar de ser España un
país aconfesional, procede de una dilatada tradición católica, y una cultura
judeocristiana muy arraigada.
A lo largo de
toda la historia los ejércitos han tenido una estrecha vinculación con las
distintas deidades y la recompensa del paraíso muriendo en “cumplimiento de su
deber”.
La mitología
nórdica, aseguraba a sus guerreros que alcanzarían el Valhalla si morían
empuñando un arma, los romanos tenían al dios Marte, velando por ellos. El
Corán asegura la entrada al paraíso si se muere defendiendo la fe.
Nosotros, los
españoles, no vamos a ser menos.
Es cierto, que
hay muchos militares que son ateos, agnósticos, protestantes, musulmanes, etc.,
pero eso no quita que el estamento militar siga siendo Católico, Apostólico y
Romano, y como tal sus ritos siguen siendo los mismos.
Esta relación
Iglesia-Ejercito, tiene una función social evidente, asegurar a los soldados
que Dios está de su parte, que sus caminos son inexcrutables y que si mueren en
combate, tiene preparado para ti una entrada triunfal en el paraíso, así se
disminuye el miedo y se acepta el destino que el Todopoderoso nos tiene
preparado.
Acaso, ¿alguien
estaría dispuesto a morir, posiblemente a miles de Kilómetros de tu país, por
unos intereses, casi siempre económicos, de terceros, a los que su vida no les
importa nada, si no se tuviera la fe en una vida después de la muerte y que
además se pertenece al “bando de los buenos”?
Esta es una de
las principales relaciones entre la religión y el ejército, desde las monoteístas,
politeístas, totémicas o animistas, todas tienen ritos que pretenden poner a
los dioses de parte de los fieles para que incline la balanza a su favor en
cualquier contienda. No en vano el patrón de España es conocido como “Santiago
Matamoros” y según la mitología hispánica fue una figura clave en el proceso de
la Reconquista.
La religión se
ha usado desde el inicio de los tiempos para manipular, convencer y atemorizar a
los creyentes que bien sea por buscar una respuesta a sus dudas bien sea por
tradición ponen en manos de los intermediarios divinos su forma de actuar.
Dicho todo
esto con todos los respetos y siendo consciente de las miles de excepciones que
existen en todas las creencias cuyo único fin es trabajar por un colectivo.
En este
sentido se hace cierto la frase de Séneca: “la religión es algo verdadero para
los pobres, falsa para los sabios y útil para los gobernantes”.
El próximo 25 de mayo, son las
elecciones al parlamento europeo, donde los españoles elegiremos a los 54
diputados que nos corresponden, históricamente estas elecciones no han tenido
mucha participación en nuestro país, parece como si los españoles nos conformásemos
con que nos consideren europeos en el resto del continente, y delegáramos la
toma de decisiones para personas más "cualificadas" haciendo alarde de nuestra categoría
de ciudadanos de segunda para el resto de la unión.
Este año es especialmente importante
que el voto sea debidamente meditado, y que nuestra participación en dichas
elecciones sea lo más crítica posible, ya que se está terminando de gestar el Acuerdo Transatlántico sobre Comercio e
Inversión, con el que se pretende crear la zona de libre comercio más
extensa del mundo con más de 800 millones de consumidores.
Para Estados Unidos este acuerdo
tiene un carácter geoestratégico, para poder hacer frente a China y los países
emergentes (Brasil, Ecuador…) de 2000 a
2008 China se ha convertido en la primera potencia exportadora del mundo,
pasando Estados Unidos a un segundo lugar, y esta situación podría ir en
aumento en los próximos diez años, por ello Estados Unidos pretende blindar una
zona extensa de libre comercio donde los productos chinos tengan un difícil acceso.
Este acuerdo comienza a gestarse
en 1990, pero la llegada de la crisis económica en 2008 ha hecho acelerar las
negociaciones con el fin de dejarlo firmado durante la era Obama, antes de las
presidenciales estadounidenses de 2016.
Pero ¿en qué consiste realmente
este acuerdo? y ¿cómo afectará a los ciudadanos de a pie?
Principalmente este acuerdo, que
ya tiene la aprobación de sus líneas generales
por parte del Partido Popular y del PSOE, lo que pretende es la homogeneización
tanto de los productos como de los servicios de toda la zona inscrita en el
acuerdo, entre ellos la “externalización”
de la contratación pública, esto supone eliminar la última traba que se
encontraba la implantación total del Neoliberalismo económico, que es la
inversión de los estados en los servicios sociales quedando estos, sino
eliminados, reducidos al ámbito de la beneficencia.
Otro de los puntos que supone
dicho acuerdo es la introducción de las empresas alimentarias estadounidenses
en Europa, primando los beneficios de estas a la calidad (despenalización de la
utilización de sustancias prohibidas en Europa).
Uno de los puntos más sensibles
es la protección a los inversores que pretenden imponer las empresas, pretende
que las empresas tengan la potestad de poder denunciar a los países cuyas leyes
puedan afectar a sus beneficios, ante un tribunal de arbitraje que puedan
imponerle sanciones e influyan en sus políticas internas.
Lo más llamativo es la falta de
cobertura informativa por parte de los medios de comunicación masivos, únicamente
medios como Le Monde Diplomatique, La
Marea, o Deutsche Welle, han hablado del tema.
El mayor miedo es el aumento de
los recortes sociales, y la reducción de salarios para “aumentar la competitividad” de dichas empresas, además de la
deslocalización de dichas empresas como estamos viendo ya en la actualidad,
esto sumado a la supresión de regulaciones medioambientales.
El fin último es eliminar el concepto de ciudadanos para convertirlos
en consumidores.
¿Después de saber esto sigues pensando que estas elecciones no van
contigo? Es hora de levantarse y luchar.
Citando a Karl Marx “Los proletarios no tienen nada que perder
en ella (la revolución) más que sus cadenas. Tienen en cambio un mundo por
ganar”.
La situación actual se torna
insostenible para el sistema capitalista, desde la caída del bloque soviético,
se ha eliminado el contrapoder que frenaba las ansias de poder del sistema
capitalista y frenaba la aplicación global de su versión más despiadada, el
neoliberalismo. La llegada de la crisis económica ha hecho que lejos de mostrar
su cara más “humana” los poderes económicos se han mostrado, aún si cabe, más
crueles para con los más débiles, sin que haya una fuerza social lo
suficientemente fuerte para contrarrestarlo.
La única fuerza política, con el
apoyo suficiente para aglutinar la fuerza social necesaria para contrarrestar la deriva neoliberal de la economía, es la
socialdemocracia europea. Pero resulta que los partidos socialdemócratas han
traicionado a la clase trabajadora de todo el mundo, aliándose con los partidos
conservadores y liberales, siendo la nota de color “rosa pálido” que se muestra
su imagen de defensor del obrero, mientras realiza políticas tan dañinas a la
clase trabajadora como el resto de partidos situados a su derecha, con la
salvedad que muestra mayor generosidad, en el campo de las políticas sociales,
que no dejan de ser migajas de un pastel que se reparten entre muy pocos.
Podemos poner como ejemplo de los
últimos tiempos, para no irnos muy atrás en el tiempo, las políticas liberales
del presidente José Luis R. Zapatero,
su famosa frase “bajar impuestos es de
izquierdas” (depende de que impuestos baje), la reforma laboral del año 2010,
al gusto de los dictados de la Suma Emperatriz Dª Ángela Merkel, y su gran
acción como presidente pactando con el Partido Popular una reforma de la Constitución Española en su artículo
135, donde se prima el pago a la banca que la inversión en políticas sociales.
Pero no es el único presidente “socialdemócrata” europeo que se ha vendido al
capital, F. Hollande, presidente de
la República de Francia, esperanza de los “progresistas europeos”, que aún
albergan alguna esperanza en las promesas de los mal llamados partidos “socialistas”
europeos, que lo veían como un contrapeso a las políticas de la Emperatriz
Alemana, tiene entre sus “socialistas” acciones un recorte de 1500 millones de
euros en educación pública francesa, o el nombramiento, por último, como primer
ministro a Manuel Valls, que tiene
como acción más social, la expulsión de una niña gitana-rumana de 15 años, que
fue detenida en plena excursión escolar, que se encontraba en situación
irregular en Francia (me niego a utilizar el adjetivo de ilegal en una
persona), mientras era ministro del interior, durante esta misma legislatura.
Pero el mayor ejemplo de que los partidos socialdemócratas se han vendido al
capital podemos verlo en Alemania o Grecia donde estos partidos no han tenido
el mayor pudor en co-gobernar con los partidos conservadores, defensores de las
políticas neoliberales que están sumiendo a las clases trabajadoras, en una
mayor miseria mientras aumentan las desigualdades en sus países y por ende en
el resto de Europa.
La crisis que estamos padeciendo,
no es una de las crisis cíclicas que hace que el capitalismo se renueve, en un
crecimiento hacia el infinito. Esta crisis es la prueba de que el sistema ha
colapsado, lo saben, y las clases poderosas están tomando posiciones para no
perder los numerosos privilegios que poseen. Mientras tanto, en España la falta de conciencia obrera, ha hecho
fracasar un movimiento que podía haber sido revolucionario y no ha quedado en
nada, como es el movimiento 15M,que lo único que ha conseguido con su
neolenguaje (ciudadanía, los de abajo, por clase trabajadora por ejemplo) es
atomizar aún más si cabe los movimientos de izquierda que abogamos por el fin
del sistema capitalista.
-Democracia
participativa = Dictadura del proletariado.
El fracaso del sistema económico
evidencia también el fracaso de la representatividad del pueblo, que es donde
reside la soberanía de cualquier gobierno democrático.
Este video es la más firme prueba
de que la democracia representativa es una burda broma de mal gusto, el voto de
los tres “ciudadanos” que hemos visto tienen el mismo valor que el tuyo o el de
un filósofo, ¿que pueden aportar a la sociedad individuos así? (y lo digo desde
el mayor de los desprecios).
En una verdadera democracia es el
pueblo el que debe participar proponer y votar las ideas más beneficiosas para
el mismo pueblo. ¿Alguien piensa que estos “ciudadanos” van a participar en
ninguna actividad política?
Sé que este punto me acusa de
revisionista, pero nunca me he considerado un rigorista, los textos hay que contextualizarlos
en su correspondiente época, y ninguna dictadura puede decirse que actúa en
nombre de la mayoría, por buena que sea su intención siempre termina dirigida
por una oligarquía, por lo tanto la única manera de evitar es darle el poder
directamente al mismo proletariado, a través de la democracia participativa,
esa es la verdadera dictadura del proletariado.
Desde el final de la segunda
guerra mundial, y por el temor al avance del bloque comunista, el poder del
capital ha ido otorgando derechos,
pero cuando el miedo ha pasado y sus privilegios son los que están en peligro,
no han dudado en volver a recuperar esos derechos que habían otorgado
anteriormente. De esto sólo podemos una conclusión ¡¡LOS DERECHOS NO SE MENDIGAN, SE CONQUISTAN!!
Es hora de superar la fase del
sistema capitalista, superar la crisis ya no es suficiente. La lógica
capitalista escapa a toda lógica, un sistema donde TODO está al servicio de la
economía, y el único objetivo de esta es amasar más y más.
Es hora de poner la economía al
servicio de las personas, de nacionalizar los sectores estratégicos y ponerlos
al servicio del pueblo y que sea gestionado por el mismo pueblo.
ES HORA DE QUE ESTO CAMBIE. ES HORA
DE QUE VEAN QUE NO ESTAMOS DISPUESTOS A MORIR SIN PLANTAR BATALLA, VIVA LA
LUCHA DE LA CLASE OBRERA.