Translate

Mostrando entradas con la etiqueta contexto. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta contexto. Mostrar todas las entradas

lunes, 6 de mayo de 2024

IMAGEN Y CONTEXTO

 

Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero la realidad es que una imagen solo retrata un instante, para que pudiera “valer” algo, habría que conocer el contexto en la que se realiza.

Estamos tan habituados a recibir información a través de imágenes que hemos dejado de preguntarnos qué sucedió antes y después de que la imagen se tomara, de ahí que éstas se hayan vaciado de contenido y puedan ser perfectamente manipulables.

Actualmente, todos llevamos una cámara de fotos encima, existen filtros que retocan la imagen para hacerlas más bellas, pueden manipularse el fondo, resaltar algún aspecto por encima de otros, etc., las redes sociales facilitan la difusión de dichas imágenes, creando una realidad que, la mayoría de las veces, no es más que una mera ilusión, que tienen como objetivo hacer creer a las personas que las visualizan una realidad a la que aspirar. Por otro lado, una imagen puede mostrar a un agresor como agredido, a una víctima como verdugo, etc. Todo esto es posible porque desconocemos el contexto en el que se tomaron estas imágenes.

Sirva como ejemplo, si consigo alquilar un barco de recreo durante unas horas y aparezco en varias fotos con distintas prendas de ropa, y las voy compartiendo paulatinamente durante todo el verano, puedo crear la ilusión de que he pasado el verano viajando en un barco a lo largo y ancho de la costa, cuando en realidad han sido unas horas en las que me he dedicado a hacerme una sesión de fotos. Si en otro caso, agredo a una persona y se toma una imagen cuando esta persona intenta defenderse o devolver la agresión, en ese caso, mostraré una imagen de víctima en vez de agresor. Y todo ello, sin utilizar las tecnologías actuales, que pueden permitirme crear muchas más opciones, como: aparecer en lugares donde no he estado nunca, tener una apariencia física que no es la mía… y un catálogo infinito de posibilidades que no podemos llegar a imaginar.

La manipulación a través de la imagen, es posible porque hemos eliminado el contexto que rodea a todo aquello que nos llega a través del sentido de la vista. Vivimos en un mundo donde estamos expuestos a todo tipo de información, esta información nos llega de manera sesgada e interesada y a una velocidad tal, que es complicado cotejarla en su totalidad. La saturación a la que estamos expuestos, nos hace vulnerables, nuestra forma de percibir el mundo que nos rodea está condicionado a como percibimos la realidad, y nuestra forma de actuar estará condicionada en función a esa percepción. El ser humano es un ser social por propia naturaleza y buscamos encajar en un mundo que no existe, que está siendo creado por algoritmos que buscan alienarnos del mundo real, y todo ello porque han conseguido que eliminemos el contexto en las que se desarrollan las imágenes que vemos.

“Nunca fui consciente de cualquier otra opción que no fuera la de cuestionar todo” Noam Chomsky

miércoles, 6 de septiembre de 2023

LO REAL Y LO IMAGINARIO

 

Benjamín Prado, en su poema “El Filósofo” de su obra Marea Humana (2006) plantea una pregunta muy recurrente “¿Qué es más real, lo que alguien imagina o lo que ocurre pero nadie ve?”.

Esta pregunta no tiene una respuesta fácil, ya que todos actuamos en función de lo que creemos que está ocurriendo, incluso nuestro cuerpo genera una serie de impulsos involuntarios ante determinados estímulos, que en muchas ocasiones no son reales, imaginemos que vamos por un callejón oscuro durante la noche, y escuchamos un ruido, nuestro cuerpo reaccionará acelerando nuestro pulso, tensando los músculos y acentuando la atención a nuestro alrededor, ese ruido puede estar provocado por algún maleante que quiera hacernos algún daño, por un gato que busque entre la basura  o puede ser fruto de nuestra imaginación sugestionada por nuestro entorno.

Del mismo modo, muchos de los estímulos de los que estamos rodeados tienen como objetivo que respondamos a los mismos de determinada manera. La publicidad lleva haciéndolo décadas, provocando interés por ciertos artículos que posiblemente no necesitemos, solo tenemos que echar un vistazo a nuestra casa para determinar cuántas cosas tenemos que en realidad no necesitamos y en algunos casos, ni deseamos tener.

Durante este verano las redes sociales se han llenado de imágenes de vacaciones idílicas, paseos en barco, islas paradisíacas, etc., pero estas imágenes, sin describir el contexto en el que se realizan no dejan de ser un estímulo para activar la imaginación de su “audiencia”.

Este verano me contaban el caso de una “influencer” que había alquilado un barco por dos horas y había realizado cinco cambios de bikinis para realizarse fotos que parecieran tomadas en días distintos.

El filósofo sevillano David Pastor Vico, lo deja claro en su último libro “Ética para desconfiados” (2023) “Lo virtual no es real por definición”, todo lo que llega por redes sociales, está fuera de contexto y sin un contexto no podemos determinar cual es la realidad en la que se desarrolla.

Atreviéndome a contestar al filósofo de la obra de Benjamín Prado, lo real es lo que ocurre aunque nadie lo vea, pero actuamos en función de lo que imaginamos que ocurre, aquellas personas que son capaces de determinar la diferencia entre ambas situaciones serán las más difíciles de engañar. Que cada cual elija su lugar.

“La multitud es extraordinariamente influenciable y crédula. Carece de sentido crítico y lo inverosímil no existe para ella” Sigmund Freud.