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miércoles, 11 de septiembre de 2024

LO IMPORTANTE Y LO ANECDÓTICO

 

Según el Observatorio del Suicidio en España, se producen en nuestro país más de cuatro mil suicidios al año, esto supone una media de once personas al día se suicidan en nuestro país, una cifra preocupante, convirtiéndose en la principal causa de fallecimientos por causa no naturales, por encima de accidentes de tráfico, asesinatos, etc.


Por otro lado, según el Ministerio de Trabajo más de ochocientas personas pierden la vida en accidentes laborales, lo que supone que más de dos personas diariamente pierden la vida desarrollando su trabajo.

Estos números son, a todas luces, preocupantes, sin embargo no son temas que sean tratados por los medios de comunicación con asiduidad, salvo muy contadas ocasiones se hace referencia a ellos. No existe una alarma social respecto a estos temas, no hay la más mínima preocupación por analizar públicamente los motivos de tan elevados números, que además conllevan terribles consecuencias.

Sin embargo un tema que sale recurrentemente en los noticiarios, programas de debate y tertulias varias, es el de la ocupación de vivienda, sin embargo los datos nos muestran que el porcentaje de viviendas ocupadas en España es de 0,06%, siendo la mayoría de estas viviendas desocupadas propiedad de la banca.

Los medios de comunicación han difundido la situación de la ocupación de viviendas como un problema generalizado provocando una alarma social para una situación que es excepcional y para nada generalizada.

Al amparo de esta alarma social, las aseguradoras han multiplicado la venta de seguros “antiocupas”, y empresas encargadas de desocupar viviendas con dudosos métodos han tomado relevancia. Algunos partidos políticos han avivado el fuego difundiendo bulos sobre la gravedad de esta situación con el objetivo de obtener rédito electoral.

Mientras se pone el foco en lo anecdótico los verdaderos problemas siguen sin tratarse, once personas diarias encuentran motivos suficientes para quitarse la vida y dos personas diarias mueren en accidentes de trabajo, sin que esto suponga suficiente motivo para que sea noticia.

La única conclusión a la que llego es que potenciar y exagerar las noticias sobre viviendas ocupadas está generando suculentos beneficios económicos a ciertos sectores que se encuentran en altas esferas de poder. Pero solo hay que centrarse en los datos para entender que la realidad es otra que la que nos quieren “vender”.

“Como, en general, la población no tiene acceso a toda la información, y mucho menos tiene la posibilidad de analizarla en detalle, construye su opinión a partir de las interpretaciones de terceros” Pedro Baños

jueves, 22 de agosto de 2024

BULOS Y VIOLENCIA

 

Muchas frases se atribuyen a personas que nunca la dijeron, y sin embargo, casi todo el mundo las repite hasta la saciedad, “Elemental querido Watson”, esa icónica frase del detective creado por Arthur Conan Doyle nunca fue escrita en ninguna de sus novelas; “Ladran, Sancho, luego cabalgamos” esta frase, que se atribuye a Don Quijote de La Mancha, no aparece en ninguna de las partes del Ingenioso Hidalgo escritas por Miguel de Cervantes.

Pero no solo se le atribuyen frases a personajes de ficción, también se le atribuyen este tipo de citas a personas reales, la icónica frase “Prefiero morir de pie, a vivir de rodillas” atribuida a Ernesto “Che” Guevara, jamás fue dicha por él, algunas fuentes se la atribuyen a Dolores Ibarruri, y otras fuentes apuntan que “La Pasionaria” la tomó del revolucionario mexicano Emiliano Zapata, lo que queda demostrado que no fue dicha por el revolucionario argentino.

Esto sucede porque alguien escribe algo y otra persona lo comparte, sin comprobar si es cierto o no, y así sucesivamente. Pero esta situación no es nueva, ya en tiempos de Inquisición, se difundían los bulos sobre que el pozo de tal o cual localidad había sido envenenado por judíos, musulmanes o gitanos, o que habían matado a un bebé en un sacrificio, el rumor corría como la pólvora y comenzaba la persecución de la comunidad señalada como culpable, sin la más mínima prueba.

Las técnicas de acusación en busca de un chivo expiatorio no han cambiado a lo largo de los años. Este verano, se produjo un apuñalamiento múltiple en la ciudad de Southampton (Inglaterra), antes de que se conocieran los responsables del apuñalamiento, se difundieron bulos, sin ninguna prueba, acusando a la población inmigrante de la acción, estos bulos provocaron una serie de manifestaciones violentas en contra de todos aquellos que no son ingleses, los bulos salieron de cuentas de redes sociales asociadas con movimientos de extrema derecha.

Unas semanas después, en Mocejón (España), un niño de diez años, moría asesinado por apuñalamiento mientras jugaba en el polideportivo de su pueblo, mientras se buscaba aclarar la situación por parte de la policía, los mismos bulos hicieron su aparición culpabilizando a un grupo de migrantes que viven en un centro de acogida de la misma localidad, ha sido la propia familia del  niño asesinado la que ha tenido que salir a desmentir el bulo.

Del mismo modo que se siguen atribuyendo frases a aquellos que nunca las dijeron, se perseguía a judíos, musulmanes o gitanos en la antigüedad, se siguen fabricando bulos que funcionan por la sencilla razón de que la mayoría de la población no se molesta en contrastar la información que le llega.

Los creadores de estos bulos son responsables de su creación, pero somos los demás los que tenemos la responsabilidad de rechazarlos y no darles continuidad a través de nuestras redes sociales o nuestro círculo, tenemos la responsabilidad de pensar por nosotros mismos.

“La multitud es extraordinariamente influenciable y crédula. Carece de sentido crítico y lo inverosímil no existe para ella” Sigmundo Freud.