Ayer, día 07
de septiembre de 2016 tuvo lugar la ceremonia de apertura de los juegos
paralímpicos Rio 2016. Viendo la ceremonia, me hice la siguiente pregunta,
¿Por qué unos juegos paralímpicos? ¿No son los valores del olimpismo:
excelencia, amistad y respeto? ¿Por qué no puede haber excelencia, amistad y
respeto entre personas con diferentes capacidades?
Los juegos
paralímpicos tienen su origen en 1948, en Gran Bretaña entre los veteranos de
la segunda guerra mundial, siendo la primera edición oficial en Roma en 1960
donde se presentaron 400 atletas y 23 países.
Los juegos
paralímpicos dividen cada prueba en diez discapacidades:
-
Discapacidad de potencia muscular.
-
Rango de movimiento pasivo.
-
Deficiencia en alguno o varios miembros.
-
Corta estatura.
-
Hipertonía
-
Ataxia.
-
Atetosis.
-
Discapacidad visual.
-
Discapacidad intelectual.
Para llevar a
cabo unos juegos olímpicos integradores y verdaderamente diversos únicamente
habría que añadir dos categorías más:
-
Masculino sin ninguna de estas discapacidades.
-
Femenino sin ninguna de estas discapacidades.
En los juegos que dieron su pistoletazo de
salida en el día de ayer, se presentaron 4350 deportistas de 175 países y 22
deportes, por lo que no puede decirse que las paraolimpiadas sean un evento
minoritario.
No puede
decirse que la celebración de las paraolimpiadas busque la integración sino que
más bien produce el efecto contrario, los deportistas se encuentran segregados,
en una fecha diferente con una cobertura informativa infinitamente inferior a
los juegos olímpicos convencionales.
En estos
tiempos donde los principios educativos y sociales en auge están fundamentados
en la pedagogía de la integración, partiendo de la base de una verdad
incuestionable – todos somos diferentes – y si es verdad que todos somos
diferentes, con el objetivo de romper barreras, ¿Por qué no celebrar los juegos
olímpicos simultáneamente? ¿Por qué no darle la misma cobertura? ¿Por qué no
desterrar el término “PARAOLIMPIADAS” para denominarla simplemente
“OLIMPIADAS”? ¿Por qué no unir, en vez de separar?
Para que sirva
como reflexión, recuerdo la respuesta que Pablo Pineda dio a Pepa Bueno en una
entrevista donde la periodista aludía a las limitaciones que tenían las
personas con síndrome de Down, a lo que él le respondió “Como en todo, no te
ofendas pero tú no eres Naomi Campbell” “Los Down tienen sus limitaciones,
igual que otros. Al final, todos somos personas”.
Por unos
juegos olímpicos por la integración, inclusión y la diversidad. Por unos juegos
olímpicos para y por las personas.
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