El 1 de octubre de 1931 (hace 89 años) se aprobaba por primera vez el derecho a voto de la mujer en España, desde ese momento la mujer conquistaba uno de los derechos fundamentales en su camino hacia la igualdad con el género masculino. Aunque el debate no estuvo exento de polémica, la ley fue aprobada sobradamente con el siguiente reparto de votos: 161 votos a favor, 121 en contra y 188 abstenciones.
Lo que llama la atención es el relato que la derecha ha ejercido sobre este caso a lo largo de la historia, donde acusa a los partidos de izquierda actuales de haber votado en contra de esta ley, algo que además de no ser cierto, confunde y lleva a malentendidos en la actualidad.
Es cierto que hubo partidos de izquierda que votaron en contra de aquella ley, pero también es cierto que en la actualidad no existe ninguno de ellos (Acción Republicana, Partido Republicano Radical Socialista) también hubo un partido de derechas que votó en contra (El Partido Radical de Alejandro Lerroux).
La derecha ha echado en cara el voto en contra del sufragio femenino en la actualidad al Partido Socialista y a Izquierda Unida en alguna ocasión, hechos que tergiversan la verdad histórica y que generan la duda a aquellas personas que desconocen aquel momento histórico. Los diputados socialistas votaron a favor del sufragio femenino salvo alguna excepción ya que existía el voto en libertad de conciencia y en 1931 el Partido Comunista de España no tenía representación en el Congreso de los Diputados (el primer diputado del PCE fue elegido en las elecciones de 1933) por lo que desconocemos cual hubiera sido su posicionamiento.
La II República hizo un esfuerzo enorme por incorporar a la mujer a la vida pública, no sólo se aprobó el voto femenino, sino que la primera mujer ministra en España y en Europa, Federica Montseny, obtuvo su cargo durante este periodo. Los libros de texto aludían a la igualdad entre ambos géneros, importante matiz para la educación de los niños y niñas del país, hubo mujeres en papeles destacados en diversos sectores como la periodista y activista Amalia Carvia (recientemente re-descubierta por el investigador Manuel Almisas) o las conocidas como “Las Sin Sombrero”, las poetisas de la Generación del 27, donde podríamos destacar a María Zambrano o María Teresa León, entre otras.
El desconocer la historia nos hace vulnerables a las mentiras de aquellos que pretenden manipularla y aunque existen variedad de opiniones los hechos son los que son.
“Informarse sin esfuerzo es una ilusión que tiene que ver con el mito publicitario más que con la movilización cívica. Informarse cansa y a este precio el ciudadano adquiere el derecho de participar inteligentemente en la vida democrática” Ignacio Ramonet.
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